miércoles, 19 de marzo de 2025

NI GOBIERNO NI OPOSICIÓN

 

                        En democracia es imprescindible la solvencia de un gobierno sólido, pero también la de una oposición creíble dispuesta a tomar el relevo gubernamental cuando los ciudadanos lo consideren oportuno en las urnas, pues sin la posibilidad de alternancia política no hay democracia. En España, sin embargo, desde hace ya demasiado tiempo, ni hay gobierno sólido ni oposición solvente, lo que al final la gobernabilidad (o ingobernabilidad) se convierte en un pozo sin fondo donde cabe todo, incluso que los partidos minoritarios más rechazados en las urnas por la mayoría de los españoles sean quienes, mediante chantajes y amenazas, impongan sus minoritarias propuestas, ya sea en el Gobierno central o en los gobierno locales o autonómicos, aplicando la ley del embudo para que unos partidos y otros se traguen los sapos y culebras que le imponen sus “aliados” minoritarios, con tal de que los partidos mayoritarios consigan o permanezcan en el poder a cambio de lo que sea, incluidos, si es necesario, los preceptos constitucionales como la separación de poderes, las sentencias judiciales, las competencias asignadas a unas u otras instituciones…. generando con ello una perversión democrática y un caos de gobernabilidad que de seguir “in crescendo” atenta directamente contra la democracia. En efecto, tanto PP como PSOE, los partidos mayoritarios que en conjunto cosechan la inmensa mayoría de los votos y que han venido alternándose en el poder cuando la mayoría de ciudadanos lo decidía en las urnas, se han convertido hoy en rehenes de partidos minoritarios, como Vox o Sumar-Podemos y, lo peor aún, con el obligado apoyo de partidos radicales secesionistas, que no tienen reparo alguno en vender su puñadito de escaños a cualquier ideología mayoritaria que esté dispuesta a incluir sus inconstitucionales exigencias a cambio de sus pocos pero imprescindibles votos, cuando alardean incluso de que su objetivo es finiquitar el “régimen de 1978”, es decir, nuestra democracia, o resaltan, incluso en sede parlamentaria, que España a ellos les importa un bledo y lo que quieren es romperla. Un diabólico proceso antidemocrático que adquiere dimensiones insoportables desde que Sánchez (además de con ERC, Bildu, BNG o PNV) decidió pactar con la derecha más ultramontana de Junts y con su líder Puigdemont, fugado de la Justicia, para mantenerse en el poder, que había sido incapaz de conseguir en las urnas, a cambio de sus siete escaños necesarios para sumar una escasa mayoría parlamentaria que avalara su investidura, sin pedirles la más mínima contrapartida democrática de acatamiento a la Constitución, sino todo lo contrario, cediendo a cambio de votos al desmantelamiento del actual Estado de Derecho y convirtiendo en la práctica al prófugo en el verdadero gobernante de España a la que quiere desmantelar mediante el vaciado de competencias estatales en favor de las competencias a Cataluña donde la presencia del Estado Español está quedando reducida a la mínima expresión.

            Así las cosas, el último episodio inaceptable es un pacto de Sánchez con Puigdemont para el reparto de menores migrantes por las diversas CCAA, justo cuando hace apenas unos días el Presidente, por imposición de Puigdemont, acababa de ceder a la Generalitat del socialista Illa las competencias en inmigración vía delegación de competencias (y no cesión) ya que son exclusivas del Estado, generando un agrio debate sobre este acuerdo de inmigración PSOE-Junts por sus connotaciones xenófobas; agrio debate al que cabe añadir ahora el generado por este último acuerdo de reparto de menores pactado sólo con Junts, como el anterior sobre inmigración, mientras los demás a tragar y punto. Un acuerdo a espaldas de las demás CCAA en el que, cambiando los criterios anteriores de reparto, supone que, mientras Cataluña y País Vasco (¡qué casualidad!) recibirán 26 y 87 inmigrantes respectivamente, Andalucía y Madrid habrán de acoger a 800 y 700. Un claro castigo especialmente a las CCAA gobernadas por el PP, pero también a las pocas gobernadas por el PSOE, excepto Cataluña, que obviamente provoca en sus dirigentes el rechazo absoluto tanto sobre el fondo como sobre la forma, al extremo de que Ayuso llevará el asunto a los tribunales por semejante agravio y sus compañeros Moreno, Mazón y compañía lo rechazan de forma radical, dando pie, una vez más, a ser cínicamente acusados de xenofobia por el Gobierno y sus aliados, justo cuando precisamente el Gobierno sufría dichas acusaciones por el pacto sobre inmigración Sánchez-Puigdemont, rechazado incluso por buena parte de los socios de Sánchez como, entre otros, Compromís, Izquierda Unida o Podemos, que calificaban de “racistas” los postulados de Junts, que presume ahora del nuevo logro alcanzado unilateralmente frente al resto de las CCAA.

            Entretanto Mazón, que ya debiera haber dimitido por el asunto de la dana, se abraza al ideario de Vox para aprobar los Presupuestos del Gobierno valenciano plegándose a las exigencias ultras como bloquear el reparto de menores migrantes y afirma “rechazamos y llamamos a la acción en contra del Pacto Verde europeo” mientras la dirección del PP avala el acuerdo para la reconstrucción y apoya que otras autonomías sigan este camino, aunque deja al valenciano en cuarentena ya que “su situación no cambia” mientras Vox celebra que Mazón “diga lo que diríamos nosotros” y el PP cree que también se encarrilarán los Presupuestos en Aragón y Murcia, aunque sus dirigentes se alejan de la “vía” Mazón y evitan un pacto inmediato pues Azcón, por ejemplo, reclama sus “tiempos” y “criterios” para pactar con Vox. Cabe recordar que en su día, cuando el PP, vencedor de los comicios generales, estaba a punto de hilvanar un gobierno de Feijóo, tras el fiasco total de Sánchez en los comicios autonómicos, fue Mazón quien se apresuró en pactar con Vox un gobierno en Valencia, que sirvió al PSOE y sus aliados (especialmente a PNV y Junts) de excusa para alentar el miedo a la ultraderecha y favorecer que al final el PP de Feijóo quedara en absoluta soledad con Vox y sin aliados para conformar una mayoría en el Congreso, mientras la habilidad de Sánchez conseguía aglutinar el actual gobierno (o desgobierno) y ahora, una vez más, Mazón, con su pacto presupuestario con Vox echa por tierra los argumentos acusatorios de xenofobia por pactar con Junts la nueva ley de inmigración con claras connotaciones xenófobas, pues ya sabemos que lo que impera es que pactar con Vox es inadmisible pero pactar con Junts es saludable. Marlaska critica el pacto presupuestario valenciano pero se olvida del pacto al que ha llegado el PSOE con Junts, que rechazaban sus propios aliados. En fin, una oposición en condiciones no da tantas facilidades y argumentos por demagógicos que sean al gobierno de turno….esto solo es posible cuando ni hay gobierno solvente ni oposición creíble, es decir, cuando todo queda supeditado a quién es más hábil en cinismo y demagogia para llevarse el gato al agua. Por su parte Sánchez entierra ya unos nuevo presupuestos (sus socios no lo apoyan) pues le es más útil la prórroga de los existentes para la labor de ingeniería financiera que pretende, especialmente para sacar adelante el obligado incremento del gasto en defensa al que sus aliados se oponen, como ya es casi normal en este desgobierno que soportamos los españoles.

            Y, sin gobierno ni oposición, Sánchez baraja un plan de rearme de más de 3.500 millones para defensa e industria, aumento que pretende reordenando el presupuesto vigente, mientras, según sondeos, el 57´6% de españoles apoya aumentar el gasto en Defensa (apoyo muy mayoritario en los votantes de PP y Vox, también en los del PSOE con un 56´3%, pero minoritario en los de los socios de Sánchez que están en contra), con la oposición de los socios y aliados de Sánchez, pues Sumar se dispone a dinamitar en el Congreso la posición de España ante la UE y la OTAN, votando en contra de la decisión mayoritaria del Ejecutivo al que pertenecen e incluso algunos, como IU o Podemos, incluso piden salir de la OTAN….¡y que Putin o Trump nos amparen!, mientras la industria militar europea afronta bajo mínimos el necesario rearme masivo, pues la fabricación en masa de tanques, aviones o barcos desborda sus capacidades dada incluso las dificultades que tiene con la alta tecnología, admitiendo Bruselas que “en la actualidad no es capaz de producir con la rapidez que se necesita”.

            Eso sí, mientras tanto en España, sin gobierno ni oposición, el PSOE y el PP se reprochan mutuamente los casos de corrupción presentes, pasados y futuros, que todos conocemos, sin sentarse para consensuar evitarla y sin que se les caiga la cara de vergüenza. En estos días los medios se hacen eco de que Sánchez, en el caso de su “hermanísimo”, se volcó en Badajoz, justo once días antes de que en la Diputación saliera la plaza que ocupó su hermano, al arrancar las primarias en 2017 con su círculo más íntimo en Don Benito, cuyo alcalde, Quintana, es “muy, muy amigo suyo” (accediendo luego a Delegado del Gobierno en Extremadura) y trabajaba codo con codo con Gallardo, el líder de la Diputación que, casualmente, contrató a David Sánchez, dándose la curiosidad de que éste ya buscaba alojamiento en la zona antes de que le plaza le fuera adjudicada. En todo caso, Sánchez elude hablar en el Congreso del papel del “hermanito” y evita hablar de Carrero, que trabajó en Moncloa y para David Azagra, pseudónimo de David Sánchez, mientras en el caso Ábalos-Koldo-Aldama y compañía hay correos que delatan a Jéssica, la novia de Ábalos, como por ejemplo diciendo “dispongo del portátil de Ineco”, email que pone en evidencia que conocía que la empresa Tragsatec era su siguiente destino tras dejar Ineco, reforzando así la tesis de la Fiscalía de que pidió a Ábalos otro “enchufe” y que no sólo habló con Joseba, el hermano de Koldo, a quién, según ella, consideraba su jefe. En fin, ¿nepotismo?, ¿tráfico de influencias?, ¿desvergüenza? ¿cara dura?.....júzguenlo ustedes.

            Juzguen además el asesinato de una educadora social en Badajoz a manos de dos menores tutelados en un piso y no internados en un centro con mayores garantías de seguridad…..Antonio Granero, padre de uno de los menores, ya lo ha juzgado: “mi hijo debería estar encerrado hace mucho tiempo”, “eran problemáticos, irresponsables”, “era una locura que les permitieran regresar al piso y dejarlos solos con la mujer tras escapar tres veces”….. “es una tragedia y pido perdón a la familia…pero no se puede juzgar a un niño de quince años como si tuviera cuarenta”. Y, ya puestos, juzguen también el preocupante incremento de agresiones a personal sanitario en los centros hospitalarios y de atención primaria……¿Qué modelo de país estamos creando sin gobierno sólido ni oposición creíble, más pendientes ambos de sus intereses particulares que de los intereses generales de todos los ciudadanos? Es la pregunta del millón.

                                                Fdo. Jorge Cremades Sena        

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