Sin lugar
a dudas, es la noticia nacional del día y así lo recogen las portadas de todos
los diarios. Mariano Rajoy despeja por fin la incógnita de las candidaturas de
Madrid, zanjando así todo tipo de especulaciones y aliviando los nervios, para
bien o para mal, de sus compañeros. En efecto, tras dejar caer a Ignacio
González o sacrificarlo, que viene a ser lo mismo, elige a Cristina Cifuentes
como candidata a presidir la Comunidad de Madrid y a Esperanza Aguirre como candidata
a la alcaldía de la capital de España. Dos mujeres valientes y decididas para
dar la batalla más difícil como es Madrid, sin lugar a dudas algo bastante más
que ganar o perder una comunidad o un ayuntamiento. Para la Comunidad ha
primado, a la hora de decidir, el “caso ático” y el temor a nuevas revelaciones,
como apunté días atrás; y para el Ayuntamiento, el éxito de Esperanza en todas
las encuestas que la situaban en el primer lugar y la preferida respecto a
otros posibles aspirantes. Mantener a González, a quien Cospedal comunica su
descarte por teléfono, conllevaba asumir un riesgo peligroso e innecesario, por
más que él, tras conocer la noticia, lamente que “la campaña orquestada haya
condicionado” la decisión de Rajoy y sea sustituido por la Delegada del
Gobierno con todas las bendiciones desde Génova. Sin menoscabar en ningún
momento la presunción de inocencia, como en el resto de personas, tal como está
el patio, siempre es mejor aplicar el dicho clásico de que “la mujer del César
no sólo ha de ser honrada sino parecerlo”, y, por las noticias publicadas estos
días (al margen de sí se deben a campaña orquestada o no), González, de
entrada, aunque sea honrado (todos dicen lo mismo) no lo parecía, por lo que
afrontar el PP una campaña electoral bajo el murmullo de que “cuando el río
suena, agua lleva” no era políticamente lo más correcto. Acierto pues de Rajoy
en la decisión final para que, al margen del color político que tenga cada
quien, sean Cifuentes y Aguirre las dos guerreras populares para intentar ganar
la difícil batalla por Madrid y que el PP conserve la Comunidad y el
Ayuntamiento, objetivo complicado, según las encuestas, a las que, en todo
caso, habrán de plantar cara así como a los populismos.
Y si no, que le
pregunten a Susana Díaz, que arranca su campaña electoral andaluza con un
ataque en toda regla a Podemos, que puede erigirse en árbitro de la
gobernabilidad en la Junta tras las elecciones, aunque, de entrada, el “caso
Errejón” lastra el estreno de Podemos en Andalucía, pues la Universidad de
Málaga propone no volver a contratar al número dos de la formación de Pablo
Iglesias por “no haber desarrollado su trabajo conforme a su contrato”, en
tanto que la presidenta en funciones dice que “actuará contra él”. En fin otro
golpe más a la cúpula de Podemos que debe ir asumiendo que determinados
comportamientos también en ellos han de ser cuestionables, invalidando a sus
protagonistas para ejercer responsabilidades públicas, al igual que se exige
para los miembros del resto de partidos. Nadie, con dos dedos de frente,
entendería la aplicación de la ley del embudo, aplicando lo estrecho contra los
contrarios y lo ancho a favor de los propios.
Por otra parte,
mientras el TC aborta que Artur Mas coloque en la ONU a una “autoridad” de
Cataluña (lo que faltaba para adornar el esperpento), la policía francesa
retiene a Jordi Pujol Jr. en su Lamborghini con un paquete de diez mil euros.
Lo dicho, la ley del embudo, pues nadie entiende que semejante personaje siga
sin ningún tipo de medidas cautelares cuando pesan sobre él demasiadas
sospechas e imputaciones que a otros personajes les han costado incluso prisión
preventiva. En fin, misterios sin resolver.
En cuanto a asuntos
del exterior, Pedro Morenés, el Ministro de Defensa, visita a las tropas
españolas en Bagdad que entrenan al ejército iraquí, manifestando que “la
presencia de EEUU en bases españolas es fundamental y apoyaremos su aumento”,
justo cuando EEUU consigue reducir el paro hasta el 5´5%, el nivel previo a la
crisis. Destacar asimismo que Grecia quiere que las amas de casa y los turistas
recauden impuestos, según el plan de reformas de Tsipras para obtener liquidez,
contemplando la posibilidad de pagar a dichas amas de casa para que actúen como
espías fiscales (sin comentarios). Y, para finalizar, proliferan las cuentas de
yihadistas en Twitter, unas 46.000, que, a modo de proyectiles ideológicos,
propagan las ideas del Estado Islámico.
Jorge Cremades Sena
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