Es
evidente que la estrategia política del victimismo da buenos resultados para
eludir las propias responsabilidades gubernamentales. En España con los
nacionalismos independentistas lo sabemos de sobra y anteriormente, durante el franquismo,
lo sufrimos casi eternamente cuando todos nuestros males provenían de una
Europa democrática casi perversa, enredada en todo tipo de tramas
judeo-masónicas con el único propósito de hacernos daño. La culpa de lo que
pase no la tengo yo sino que la tienen los demás, sería el resumen de tan
irresponsable planteamiento, recurrente en ideologías de signo totalitario, ya
sean de izquierda, de derecha o simplemente apolíticas. Es, más o menos, lo que
pretende ahora el Gobierno griego de Syriza, cuyo líder y presidente
gubernamental, Tsipras, para justificar las lógicas críticas internas tras
engañarles con demagógicas propuestas electorales inviables y no poder
cumplirlas ahora, en vez de entonar ante los griegos su “mea culpa” y pedirles
perdón, decide arremeter contra el gobierno español que preside Rajoy,
acusándole de no se sabe bien qué tipo de contubernios con otros países, como
Portugal, con el único objetivo, dice el griego, de “derribar nuestro gobierno antes de
que cale el ejemplo” y que lo que pretende es llevarle al “abismo”. Obviamente,
Rajoy, molesto por semejantes injurias exige a Bruselas que condene las
palabras de Tsipras, colega gubernamental y socio suyo en la UE. Es indignante
que, para ocultar a los griegos la bajada de pantalones de Tsipras ante la UE
al pedir la prórroga del rescate, que tanto criticó en campaña, para no llevar
definitivamente a Grecia a la ruina total, tenga que recurrir a semejantes
argumentos victimistas, cuando la culpa es suya y sólo suya al mantener en
campaña que iría contra las perversas instituciones europeas a las que ahora se
acoge, prometiendo que, como ellas pedían, cumplirá uno a uno todos los
compromisos adquiridos. Lo que debiera hacer es reconocer ante los griegos que
todas sus bravuconadas electorales sólo tenían el objetivo de ganar las
elecciones y punto, sabiendo que después tendría que tragárselas una a una. Y
con un poco más de sinceridad, decir a sus partidos homologables en otros
países europeos que ese no es el camino para ganar unas elecciones democráticas
ya que causa, como ha sucedido en Grecia, innecesarios problemas económicos,
sociales y políticos, que se añaden a los que ya tiene el país.
Y, hablando de
populismos, el de Maduro en Venezuela, inspiración profunda de muchos
populismos europeos, cuando, al igual que Tsipras, acusa a España de estar en
un complot con EEUU y Colombia para derrocarle desde dentro, mientras que son
los opositores a Maduro quienes traen al Congreso las pruebas de la
financiación a Podemos. En efecto, diputados venezolanos del partido Primero
Justicia viajarán (si no son encarcelados antes como el alcalde de Caracas) a
Madrid para unirse con homólogos españoles y aportarán contratos para demostrar
que la formación de Iglesias ha recibido 14 millones del chavismo venezolano.
En cuanto a otros
asuntos del exterior cabe destacar que el asesinato del opositor Nemtsov
desafía la estabilidad del régimen de Putin (otro que tal baila); que en
Colombia, en referencia a las negociaciones con las FARC, el presidente Santos
sostiene que es necesario sacrificar justicia para lograr la paz, afirmando que
“la Justicia no puede ser un obstáculo para la paz”, argumento discutible ya
que es precisamente la Justicia la que ha de ser garante de la paz, por más
excepciones que se quieran en un asunto tan escabroso como la guerra de
guerrillas que sufre Colombia desde hace décadas; y que los 327 españoles
presos en cárceles peruanas, la mayoría por actuar de “muleros” de cocaína,
tras cumplir sus condenas han de pagar la reparación civil y un caro billete de
avión de regreso, por lo que muchas de las presas han de dedicarse
inevitablemente a la prostitución si quieren regresar a España.
Y, ya en España, donde
el desbordamiento del Ebro está provocando desalojos y numerosos daños,
mientras el juez Ruz no ha pedido al CGPJ seguir en la Audiencia y decidirá
sobre un posible delito fiscal del PP días antes de dejar el juzgado,
dirigentes populares piden un cambio a fondo del PP, en tanto que Pablo Casado,
portavoz de la campaña electoral, dice que “Rajoy tiene mucha gente entre la
que elegir a los candidatos”; razón de más para exigirle al menos que ninguno
de ellos tenga la más mínima sospecha (esto lo digo yo).
Finalmente, según
encuesta de Metroscopia, las elecciones autonómicas las ganaría el PSOE con el
35´2% de votos, seguido de PP con el 29´1%, Podemos con el 14´9%, IU con el
8´4%, Ciudadanos con el 4´6%, UPyD con el 3´1% y PA con el 2´4%. Por tanto,
Susana Díaz necesitará pactar para gobernar pero con menos apoyo que en 2012
aunque ahora le gane las elecciones al PP, que se cae, lo que significa que en
clave de gobernabilidad, de mal en peor, pero positivo para Susana en clave
interna.
Jorge Cremades Sena
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