Mientras la
policía identifica nada menos que seis entidades islamistas radicales en
Cataluña (la comunidad más en riesgo de semejante amenaza terrorista), un
sondeo del CIS catalán, en definitiva, la encuesta de la propia Generalitat,
confirma que la secesión pierde apoyo en Cataluña, cobrando una ventaja de
siete puntos el rechazo a la independencia frente a quienes siguen pensando que
la independencia es la mejor opción para el futuro de Cataluña. En efecto, por
primera vez el 50% de los catalanes se declara a favor de seguir en España,
frente al 42´9% que sigue siendo favorable a formar una estado independiente,
cayendo así el apoyo a dicho estado 10´9 puntos en menos de dos años. De
momento pues, según dicho sondeo, un “no” rotundo al independentismo de Mas,
quien, tras años de demagogia pura y dura, de culpar al resto de España de
todos los males de Cataluña, de prometer el paraíso futuro si los catalanes
rompen con España… y de tantas y tantas sandeces y mentiras o verdades a
medias, sólo consigue, en el mejor de los casos para él y sus locas políticas,
dividir a la sociedad catalana de forma irresponsable y alentar en el resto de
españoles una desconfianza generalizada sobre las políticas totalitarias y
revanchistas que oferta, buscando el enfrentamiento como método idóneo para
sostener sus proyectos irrealizables. Nada que objetar a ese 42´9% que piensa
que la independencia de Cataluña es la mejor de las soluciones futuras, pero
hay que objetar todo al proyecto ilegal de Artur Mas, Junqueras, CUP y
compañía, elevados irresponsablemente al gobierno de muchos ayuntamientos por
el PSC, de conseguir la independencia de forma unilateral, al margen de la ley
y caiga quien caiga, incluido ese 50% de catalanes que, de entrada, rechazan el
soberanismo como la solución. Y, a todo esto, las caprichosas elecciones
catalanas a la vuelta de la esquina, mientras lo prioritario para la Generalitat
de Artur Mas sigue siendo la política identitaria frente a las políticas
económico-sociales que precisan urgentemente todos los catalanes como el resto
de españoles.
En cuanto a otros
asuntos cabría destacar que el alcance final de la rebaja del IRPF anunciada
por Rajoy será fijado por las CCAA (sólo faltaba que en esta quimérica
estructura territorial que nos hemos dado, las comunidades se convirtieran en
obstáculo para dicha bajada impositiva, negándose a hacerlo en los tramos que
tienen asignados); que el PP recibe 323.778 euros en donaciones, la mitad de lo
que recibe Podemos; que entra en vigor la ley que descarga a los juzgados de
miles de trámites, pudiendo, entre otros asuntos, practicar los divorcios
exprés con 95 euros y ante notario; y que los toreros, temiendo que los nuevos
pactos municipales y autonómicos amenacen la continuidad en muchas plazas de
las corridas de toros, se manifiestan contra el acoso populista a la Fiesta,
apelando a que se trata simplemente de “defender la libertad”.
Y en asuntos del
exterior, Grecia, Grecia y Grecia, que mañana celebra su desafiante referéndum.
De momento el país se queda sin dinero a la espera de la decisión crucial de
mañana, mientras Tsipras llama al voto masivo “contra chantajes y ultimatums”
en tanto que el Supremo avala la legalidad de la consulta. Lo cierto es que la
liquidez que queda en los bancos griegos es sólo de 1.000 millones, que, según
un sondeo, el 44´8% votará “sí” y el 43´3% votará “no” a la oferta de la UE,
que 25.000 y 20.000 manifestantes a favor del no o el si salen ayer en Atenas,
y que el 0´6% es el valor perdido por el euro frente al dólar durante esta
desgraciada semana de desencuentros y despropósitos, mientras los gobiernos
europeos andan en vilo por la consulta helena. Por si todo ello fuera poco,
Tsipras se vuelve a burlar de la UE y exige in extremis una quita del 30% para
una Grecia dividida ante el referéndum como jamás lo hizo, y su ministro
Varufakis se permite decir que “lo que hacen con Grecia tiene un nombre:
terrorismo”, añadiendo que “si mi país se estrella se perderá un billón de
euros y eso Europa no se lo puede permitir” y que “si gana el no, Tsipras irá a
Bruselas y logrará un acuerdo”…. En fin, como ven, bidones de gasolina para
apagar un incendio que lo que requiere es agua y cuanta más y más fresca mejor.
Como en Cataluña, como en cualquier totalitarismo, como en cualquier
nacionalismo radicalizado, buscar los responsables de todos los males en
agentes ajenos para eludir las responsabilidades propias, al extremo de que
vale la pena quedarme ciego si consigo que el contrincante se quede tuerto… Si
la Grecia heredada por Syriza estaba mal (nadie lo duda, como en el resto de
países a causa de la crisis generalizada), la gestionada por Tsipras está hoy
muchísimo peor con una prima de riesgo que roza los 1.500 puntos (España, por
ejemplo, que la llegó a tener en 700, hoy no supera los 150 puntos, ni Portugal,
ni Irlanda, ni tantos y tantos otros países miembros que entendieron que fuera
de la UE lo que existe es el caos.
Jorge Cremades Sena
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