Que en
España no pintan bien algunos asuntos es más que evidente y entre ellos destaca
el independentismo que algunos pretenden imponer “sí o sÍ” de forma unilateral
y por encima de la legalidad democrática. No en vano el Rey, como debe ser,
preservando las relaciones institucionales con todos y cada uno de los
presidentes autonómicos, elegidos como tales gracias a la legalidad vigente que
algunos pretenden saltarse, recibe en la Zarzuela a Artur Mas con gesto muy
serio ante la vuelta de tuerca que éste ha dado esta semana en su alocado
proceso ilegal independentista. Es obvio que la tensión entre el Jefe del
Estado y el president era lo esperado en esta reunión, pero también es obvio,
aunque algunos no se expliquen la audiencia del rey a Mas, que, mientras no se
demuestre lo contrario, la Jefatura del Estado ha de hacer gestos de normalidad
constitucional, por más que, para colmo, el president, con el gesto chulesco y la
hipócrita sonrisa que le caracteriza, manifieste antes de ser recibido que “yo
vengo en son de paz”, mientras su conseller de Presidencia, Francesc Homs,
reniegue públicamente de “la arbitraria legalidad de los otros” ya que “Cataluña
no será nunca libre con la ley española”… Dicho en “roman paladino”, para que
todos lo entiendan: como la legalidad vigente que se han dado todos los
españoles, incluidos los catalanes, no me impide pero me hace muy difícil
conseguir la independencia, reniego de ella, no la considero mía aunque sea la
que me legitima como autoridad de la Generalitat, la considero arbitraria, me
la salto y hago lo que me venga en gana. Vamos, lo más parecido a un ignorante
e incoherente dictador que sólo se somete a la legalidad cuando le vale para
conseguir sus objetivos totalitarios y, en caso contrario, dicta por la fuerza
y la sinrazón legal la suya propia. Menos mal que, de momento, Ada Colau, la
alcaldesa de Barcelona, quien afirmó públicamente que las leyes que no le
pareciesen justas no las cumpliría, en este caso asegura que no irá a la Diada
si se usa en apoyo de la lista unitaria… aunque como dicho condicionante habrá
que verlo, es posible que suceda todo lo contrario. Ya ven, con todos los
despropósitos totalitarios acumulados encima de la mesa, si hasta el máximo
responsable de los mismos dice que viene a Madrid “en son de paz”, imaginen el
día que venga en son de guerra.
Pero si en Cataluña
pinta tan mal el asunto, al igual que en el País Vasco, se añade ahora Navarra,
donde en un Parlamento compuesto de 50 escaños, gobierna Uxue Barcos de Geroa
Bai, que obtuvo sólo 9 escaños (el vencedor fue UPN, con 15), gracias a los
apoyos de Bildu (8), Podemos (7) e IE (2)… un fantasmagórico tetrapartito, cuya
primera decisión estrella ha sido entregar Interior precisamente a Bildu, provocando
que la Policía deje de colaborar con Navarra, blinde sus bases de datos y se
limite a cumplir escrupulosamente con la legalidad, pues no en vano, algunos de
ellos tuvieron que actuar contra miembros del gobierno de Uxue Barcos y, con
toda lógica, temen ahora una “caza de brujas” por parte de la nueva consejera
de Interior. Y, por si lo anterior fuera poco, Pamplona (corporación formada
por 27 concejales) será gobernada por Bildu con sólo 5 concejales (el vencedor
fue UPN, con 10), gracias al apoyo de Geroa Bai (5), donde está el PNV, Pamplona
en Común-Podemos (3) e I-E (1), el mismo cuatripartito anterior, cuyo nuevo
alcalde, Joseba Asiron, que ha tenido la desfachatez de hacer ondear la bandera
de Euscadi en las fiestas de San Fermín, alardea de que hay que acabar con las
fosas y muros que dividen a los navarros, mientras algunos de sus simpatizantes
despiden a los concejales de UPN y de PSN al grito de “¡Ahora sí vais a
necesitar escolta!”… en fin, un tenebroso y siniestro panorama que con absoluta
seguridad sería impensable en cualquier otro país de nuestro entorno.
Seguramente todos estos, también vienen, como Artur Mas, en son de paz.
En fin, en este
pintoresco país que tenemos, políticamente hablando, sólo falta ya que un grupo
chino se quede con el fantasmagórico aeropuerto de Ciudad Real, que costó más
de 450 millones, por sólo 10.000 euros como ha ofrecido en la subasta… El
faraónico, desproporcionado e inútil aeropuerto de Ciudad Real, es símbolo,
junto al de Castellón y tantos otros edificios y construcciones existentes en
España, de la irresponsable, cuando no delictiva, gestión del despilfarro, del
pelotazo, de la sinvergonzonería más absoluta protagonizada por nuestros
gobernantes, al margen de su ideología política, que abocaron a este país a la
ruina abismal en que se ha visto inmerso… Ya sólo nos faltaba que ahora, cuando
estamos saliendo del pozo con grandes dificultades, lo volvamos a estropear de
nuevo, más o menos como han hecho los griegos, afianzando el dicho de que cada
pueblo tiene el Gobierno que se merece.
Y, hablando de Grecia,
el Parlamento alemán apoya el rescate con bastantes críticas a Merkel, mientras
Tsipras destituye a sus ministros que votaron en contra del mismo en el Parlamento
griego… No está de más preguntarse qué hubiera sucedido en Alemania si Merkel,
irresponsablemente como Tsipras, apelando a la democratitis directa, que no a
la democracia representativa, hubiese convocado un referéndum en Alemania y se
hubiera puesto al frente del “no” al rescate solicitado por Grecia con el único
fin de quedar bien ante los suyos. Imaginen el resultado. Imagínenlo también si
lo hiciera Rajoy en España, Hollande en Francia… y así sucesivamente. En fin,
mejor no hacer comentarios al respecto, que los haga Pablo Iglesias con todas
sus enmascaradas formaciones “populares”, tan crítico con este sistema
democrático al que pretende derribar para imponer el suyo.
Jorge Cremades Sena
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