Sin lugar
a dudas el PP se ha puesto las pilas y de cara a los comicios generales busca a
marchas forzadas dar una imagen nueva no sólo en lo que respecta al partido y
su funcionamiento, sino también en decisiones gubernamentales mucho más
atractivas para los ciudadanos. En cuanto a lo primero, en plena Conferencia
Política, el PP propone la elección por los militantes de sus candidatos,
elección directa del candidato presidencial por los militantes, limitar a ocho
años el mandato de los cargos ejecutivos, la exclusividad de un cargo
institucional y no la acumulación de cargos, que se reforme la ley electoral
para primar al partido más votado, que el líder con más apoyos sea también el
candidato… en definitiva todo un paquete de medidas que, en caso de
materializarse, conformarán un PP bastante distinto del actual. Y en cuanto a
lo segundo el Gobierno de Rajoy da un giro social sin precedentes, como la
bajada de la luz un 2´2%, la bajada del IRPF con lo que cuatro de cada cinco
españoles pagarán un 22% menos que cuando ganó las elecciones y otras medidas
en favor de los sectores más desfavorecidos o con problemáticas especiales como
los gitanos, etc ; y todo ello lo justifica en que ahora es posible hacerlo ya
que Moncloa, tal como le reconoce todo el mundo, eleva la previsión de
crecimiento al 3´3%, generando así unos 600.000 puestos de trabajo, con lo que
acabará la legislatura con 421.000 parados menos que cuando gobernaba ZP. Así
las cosas, el PP apuesta todo, ya no le queda más remedio, a la buena gestión
económica y, como resultado de la misma, al cumplimiento de sus promesas
electorales (menos impuestos y menos paro) que tanto le criticaron durante el
primer tramo de legislatura, cuando hizo todo lo contrario, buscando un balance
final positivo, mientras que la oposición tacha todo el asunto de electoralismo,
lo que, no en vano, es cierto, aunque tan cierto como todas las recetas
milagrosas que muchos de ellos ofrecerán durante la campaña electoral. Por
tanto, al margen de adscripciones políticas, el PP, como es lógico, utiliza,
como hacen todos, aquellos datos que más le interesan… es el juego político; y
como partido gobernante, si presenta un balance final positivo, habrá que
reconocérselo pues, al final, es lo que busca cualquier gobernante, ya que
obras son amores y no buenas razones.
Y no son precisamente
buenas razones las esgrimidas por Carmena, la alcaldesa de Madrid, al negar que
como juez decana tuviera competencias para agilizar la ejecución de desahucios,
ya que la ley vigente en 1994 (cuando era juez decano de Madrid), tal como
publica algún medio, se las otorgaba con claridad; y menos aún que califique la
revelación de tal asunto por un medio como “batalla política”, pues la
estrategia de matar al mensajero es tan vieja como inútil. Si Carmena no niega
los hechos (el incremento sustancial de desahucios durante su responsabilidad
como jueza), como mucho puede suponer una cierta dosis de incoherencia personal
en su trayectoria política, pero si no dice la verdad sobre su competencia al
respecto el asunto es mucho más grave, pues la mentira de un gobernante es
intolerable, y más si, para colmo, intenta demagógicamente camuflarlo como
supuestas campañas políticas de vaya usted a saber quién. Tampoco son buenas
razones las esgrimidas por Pablo Iglesias para rechazar la lista alternativa de
izquierdas al decir que “no es la izquierda la que traerá el cambio, sino la
gente” y despreciando dicha plataforma con el argumento de que “no ganarán”; lo
primero no deja de ser una estupidez más a las que nos tiene acostumbrados,
aunque dentro de su paranoia de que no hay que ser ni de izquierdas ni de
derechas sino todo lo contrario, cualquier sin sentido puede tener cabida; lo
segundo una reminiscencia totalitaria y absurda… ¿acaso ha ganado él las
elecciones en algún lugar en que se ha presentado? ¿por qué se presenta de
nuevo?.
Mucho más grave que
sinrazones, ya que se trata de despropósitos, es que nada menos que diez CCAA
se nieguen a cumplir la Ley Wert a dos meses del inicio del curso escolar y
entre ellas, que Aragón dé instrucciones a los centros para no aplicar la
LOMCE, mientras Baleares anuncia que no derogará el currículo. Guste o no
guste, la conocida como Ley Wert, es la ley de Educación vigente y, como tal,
ha de ser aplicada, más aun por las autoridades territoriales que, como tales,
están obligadas no sólo a cumplir la ley sino además a hacerla cumplir.
Lamentablemente estas cosas suceden inexplicablemente en España y así nos va: a
la cola de la calidad educativa desde hace tiempo y en entredicho nuestro
Estado de Derecho que más bien parece un Estado de Desecho. Menos mal que la
Audiencia podrá investigar a la cúpula de ETA por delitos de lesa humanidad… Algo
es algo.
En cuanto se refiere
al exterior, mientras Irán trata de preservar el régimen antes de firmar el
acuerdo nuclear, en China millones de inversores se lanzan a la Bolsa por
rumores o propaganda oficial, siendo ya más inversores (unos 90 millones) que
afiliados al Partido Comunista Chino en el rocambolesco modelo de Capitalismo
de Estado imperante, que, obviamente, corre sus riesgos. Y para Bolsas, la
euforia desatada en las mismas, en paralelo a la decepción en Grecia, tras el
plan de Tsipras, cuya propuesta analiza hoy el Eurogrupo de cara a conceder o
no el solicitado tercer rescate; Tsipras acepta el plan que rechazó el referéndum
y, obviamente, divide a Syriza; para semejante viaje no hacían falta alforjas,
siendo incomprensible ponerse al frente de un “no” para, tras obtenerlo y salir
reforzado (así lo vendía), aceptar un rotundo “sí” a lo rechazado e incluso más
aún; no me extrañaría que los siquiatras estén ya investigando qué desajuste
mental se debe esconder tras semejante comportamiento.
Para finalizar,
mientras, por fin, Casillas cierra su salida del Real Madrid para incorporarse
al Oporto, llega la noticia de la muerte de Omar Sharif, el eterno Dr. Zhivago
que perdurará en nuestra memoria… ¡descanse en paz!.
Jorge Cremades Sena
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