Al final,
tal como algunos intuíamos, el Congreso Federal del PSOE queda aplazado y no se
celebra en mayo. Era lo normal pues en plenas negociaciones de Sánchez, útiles
o inútiles, para intentar ser investido, hubiese sido absurdo abrir un nuevo
frente interno. En todo caso, ahora cabe todo tipo de especulaciones: que si
Sánchez lo aplaza para evitar el pulso con Díaz, que si Susana marca la agenda
a Sánchez obligándole con su amago a que Ferraz se desdiga, que si Díaz consigue
que Sánchez aplace el pulso por el poder, que si la Presidenta andaluza deja a
Sánchez de candidato para asaltar la Secretaría General…. En fin,
especulaciones con parte de verdad y mentira sobre lo sucedido, por más que
desde el PSOE de Andalucía se entienda que “el líder socialista no tiene tan
amarrados los apoyos como vociferan los suyos”, ya que, probablemente tampoco
los tenga tan sueltos como algunos desearan, pues no cabe duda que, tras estos
meses de osadía increíble de Sánchez a nivel interno ha salido reforzado
disimulando con su candidatura a la investidura el palo tremendo que obtuvo el
20-D. Lo cierto es, en todo caso, que
Ferraz y los barones acuerdan aplazar el Congreso Federal y, muy probablemente,
salvo que Sánchez consiga al fin ser investido, que todo es posible en esta
viña política del Señor, aunque sólo sea para cuatro días y para un gobierno
inestable, que es lo que menos necesita España, Susana Díaz, como dicen las
encuestas, espera unos pésimos resultados electorales y, obviamente, tendría
bien fácil, si así lo quiere, dar el salto a la Secretaría General del partido,
pues dos palos electorales seguidos serían insostenibles para Sánchez por más
magia que éste tenga o se invente. Entretanto el líder socialista podrá
mantener sus negociaciones con Podemos para llegar a La Moncloa, sabiendo que
sin Ciudadanos requeriría el apoyo activo o pasivo de los independentistas. Y
entretanto Rajoy rectifica y accede a explicar en el Parlamento la cumbre
europea, por lo que irá al Congreso para informar sobre la cuestión de los
refugiados. Por su parte en Podemos bajan turbias las aguas, pues, de un lado,
el mismísimo Iglesias y buena parte de su equipo exige el indulto para su
concejal en Jaén Andrés Bódalo, que ha de ingresar en prisión tras ser
condenado por participar en una paliza a un edil del PSOE, teniendo además
antecedentes por ejercer violencia para imponer sus ideas; y, por otra parte,
Podemos utiliza el coche oficial hasta el portal del domicilio de sus
cargos públicos, como es el caso del concejal de Carmena, el famoso Guillermo
Zapata, que invade prácticamente la totalidad de las aceras cuando pasan a
recogerlo en el barrio de Malasaña, por lo que los vecinos critican dicho “privilegio”
en estos nuevos políticos que habían renunciado a los coches oficiales.
En otro orden de cosas
destacar que fracasa el plan estrella de ayudas a los parados ya que el subsidio
del Gobierno apenas consume el 15% del presupuesto previsto al no inscribirse
los afectados; que el PP suspende a sus concejales valencianos investigados al
no lograr que dimitan y no actuará contra Rita Barberá hasta que pase a la
condición de investigada; y que Cataluña controlará el auge del integrismo en
las aulas, por lo que la Generalitat elabora un protocolo para que los
profesores detecten la radicalización de sus alumnos, una buena medida sin duda
teniendo en cuenta que en los colegios catalanes hay unos 75.000 escolares
musulmanes y tal como está el patio mejor es prevenir que curar.
Por lo que se refiere
al exterior, mientras los empresarios españoles hacen una ofensiva en Cuba para
frenar a EEUU en ese nuevo mercado apetitoso, en Pakistán, donde el año pasado
hubo 625 atentados, casi dos diarios, siendo uno de los países más castigados
por la violencia terrorista, la población evidencia en las calles el luto y el
dolor por el brutal último atentado que ha sufrido. Y, hablando de terrorismo,
nuevo error en Bélgica, liberando al principal sospechoso por falta de pruebas
y reabriendo la búsqueda del “terrorista del sombrero”, un verdadero fiasco
policial y una crisis política de envergadura tras los brutales atentados en el
aeropuerto y en el metro; mientras se especula si no hay incluso un error de
identidad con el del sombreo.
Jorge Cremades Sena
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