A estas
alturas de la película nadie puede negar a Pedro Sánchez su habilidad para
vender las cosas como quiere que parezcan y no como son. Su estrepitoso
batacazo electoral, que a cualquier otro lo hubiera relegado al ostracismo, su
fracasada investidura, que a cualquier otro lo hubiera retirado definitivamente
de la candidatura al gobierno, su pulso al Comité Federal instalando el asamblearismo
como refrendo de decisión política socialista, que a cualquier otro lo hubiera
convertido en militante de base…. y tantas otras cosas por el estilo, ni
siquiera se perciben como aspectos negativos de su gestión. La última prueba,
veremos si le sale bien, es el asunto de su “amigo” Besteiro que, imputado o
investigado por diez presuntos delitos, permanece, con el apoyo de Sánchez y su
creencia ciega en su inocencia (vamos, como la de Rajoy en la de sus
investigados), como máximo dirigente del PSdG, aunque, eso sí, renuncia a ser
candidato a la Presidencia de la Xunta, pese a que todavía no había sido
elegido, sino propuesto, a la misma. Dicho en román paladino, que se queda en
los cargos que tiene y simplemente renuncia a los que pensaba ir, pues sería
excesivo hacerlo, cuando “te han pillao con el carrito del helao”, y todos
contentos. Especialmente contento Rivera que, a pesar de que en Ciudadanos vean
“ilógico” que Gómez Besteiro siga de secretario general tras renunciar a ser
candidato a la Xunta, dicha renuncia al futurible, le permite seguir vendiendo
su pluscuamperfecta tesis regeneracionista en asuntos de corrupción sin tener
que romper el acuerdo, supuestamente de gobierno, con Sánchez, rechazado hace
cuatro días en el Congreso de los Diputados. Y contento por supuesto Sánchez,
que puede seguir vendiendo a la ciudadanía que el motivo de rechazar el diálogo
con el PP de Rajoy es la corrupción entre las filas populares y la incapacidad
para atajarla de Rajoy. Entretanto, se publica que la “trama Pulpo”, que así se
llama el caso de corrupción investigado en Galicia, al margen de los delitos
que se imputan a Besteiro, el secretario General de los socialistas gallegos,
tenía una lista negra de funcionarios del PP, pues los agentes encontraron un
documento con un listado de trabajadores de la Diputación de Lugo “que pudieran
tener relación con el Partido Popular” en el que estaban señalados “sus puestos
anteriores y los actuales”. Sólo faltaría que se justifique dicha lista
controladora con el claro objetivo de prevenir futuros casos de corrupción en
las filas del PP. Sin comentarios.
Y mientras Consuelo
Madrigal, Fiscal General del Estado, dice que “habrá que preguntar a la juez
por el bloqueo de los cursos de formación” (asuntos que por la tardanza en ser
juzgados ya están prescribiendo) y asegura que el Ministerio Público pide “constantemente”
diligencias para desatascar las causas de corrupción en Andalucía (actitudes
dilatorias que debieran tener responsables con nombres y apellidos), históricos
del PSOE confían en Susana Díaz como relevo de Sánchez, afirmando un veterano
socialista que “todos los barones están mirando a Sevilla”, aunque la
presidenta andaluza se mantendrá en silencio hasta dentro de un mes, cuando
tengan que presentarse las candidaturas para el Congreso Socialista. Rumores y
rumores, mientras Sánchez sigue erre que erre, de derrota en derrota hasta su
victoria final, por más contratiempos que tenga, como la elección del nuevo
líder de UGT, el sindicato hermano, que, partidario del inexistente e ilegal “derecho
a decidir”, asunto que va contra lo que sostiene el Comité Federal, declara que
ha “sentido la catalanofobia a lo largo de este proceso” y, curiosamente, como
sucede a los totalitarios dirigentes independentistas, es incapaz de percibir
en ellos ningún tipo de hispanofobia. No extraña que Sánchez, aprovechando el
asunto de Galicia, hasta se haya permitido matar dos pájaros de un tiro,
cancelando la asistencia al Congreso de UGT para relevar a Cándido Méndez y evitando
así pronunciarse sobre la ideología nacionalista del nuevo líder ugetista,
matiz a tener en cuenta en el mundo sindical de claras esencias
internacionalistas.
Entretanto, según
Metroscopia, los españoles, seguramente porque nos hemos convertido en
masoquistas, seguimos en contra del bipartidismo y preferimos esta orgía de
irresponsabilidades que nos brindan nuestros líderes políticos de tan atomizado
e inconveniente multipartidismo en que cada uno va a lo suyo. En efecto, según
la encuesta, las preferencias electorales apenas se mueven respecto al 20-D,
aunque Rivera es el más premiado por su esfuerzo negociador e Iglesias el más
castigado… ¿Se estará confundiendo los deseos con la realidad? En todo caso,
según sondeos, cuatro de cada cinco españoles creen inevitables nuevas
elecciones el 26-J. Y, por su parte, García-Margallo despeja incógnitas: “Rajoy
está decidido a seguir y esto es información, no una opinión”.
En cuanto a otros
asuntos destacamos dos declaraciones más. La primera de Juan Manuel Santos,
Presidente de Colombia, que afirma: “estoy seguro de que las FARC están
decididas a hacer la paz”. La segunda del torero Enrique Ponce, que leerá
mañana un manifiesto en Valencia pidiendo que la izquierda no politice los
toros y en defensa de la tauromaquia declara: “reclamamos libertad para ir a
los toros sin que nos insulten”.
Jorge Cremades Sena
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