Por
fin Jordi Pujol compareció en el Parlament de Catalunya, no precisamente para
dar cuenta con pelos y señales, ni de su fortuna en paraísos fiscales, ni,
mucho menos, de las del resto de su familia. Lo primero porque no le ha dado la
gana o no ha podido darla, lo segundo porque no tocaba, ya que la comparecencia
era para aclarar su fortuna personal, la que él mismo dijo tener en Andorra sin
haberla declarado al fisco durante más de treinta años. Una esperpéntica
comparecencia en la que incluso, irritado, se ha permitido el lujo de abroncar
a los diputados de la oposición por mostrar una actitud “poco respetuosa” y
porque “han abierto una causa general” inaceptable; en la que, sin aportar un
solo documento probatorio, tras una intervención leída, y ciñéndose sólo al
citado dinero de Andorra, reitera que procede de una “herencia”, aunque, según
él, técnicamente debiera hablarse de un “legado” de su padre, que, como saben,
su propia hermana desconocía; y en la que, arropado inexplicablemente por CiU
(a pesar de que una de sus hijas, más ofendida aún que él, rompiera su carnet
como militante), ha llegado a manifestar, con cierto tono amenazante o como
aviso a navegantes, que de tanto tirar de la rama se puede derribar el árbol,
tras afirmar “rotundamente” por activa y pasiva, apelando a la fe ya que la
realidad parece contradecirle, que nunca ha sido “un político corrupto”,
negando haber recibido nunca “dinero por una decisión política” mientras fue
jefe del Ejecutivo catalán más allá que su sueldo, entre otras cosas, porque en
los años 70 era un “hombre con mucho dinero”, incluso mucho más del que “he
tenido cuando tuve responsabilidades e influencia política o ahora”. Fin
literal de la cita, que diría Rajoy. Y ante las preguntas sobre las fortunas de
sus hijos, incluso algunos investigados judicialmente, como no tocaba… mutis
por el foro. Milagro, puro milagro.
Una
comparecencia tan inútil y esperpéntica en la que para estar en consonancia con
las palabras del ex Molt Poc-honorable President, los miembros del Parlament
debieran haberle aplaudido con fervor y agradecerle todos los sacrificios, pues
como él mismo se pregunta “¿qué puede hacer un hombre rico con 40 años?” y tras
responder que muchos optan por hacer inversiones, negocios, comprar fincas o
viajar, su opción “prioritaria” (que no exclusiva, luego puede haber otras
opciones) fue “construir Catalunya” (salió la vena patriótica), de lo que se
siente “orgulloso”, y subrayando que no decidió hacer política “para ganar
dinero” pues “ya lo tenía” (en fin, que eso de enriquecerse en la política
queda para los muertos de hambre, pues ser rico es garantía de honestidad). Además
aclara que “tener dinero en el extranjero puede ser criticado pero no presupone
que el origen de este dinero sea ilícito”, lo que siendo cierto (ya veremos en
su caso si el origen es ilícito o no), no borraría que lo ilícito y reprobable
por su parte (más todavía como gobernante) es haber mentido públicamente
diciendo varias veces que no tenía dinero en el extranjero y no declararlo al
fisco, frente al resto de catalanes sobre los que gobernaba. Y pone la guinda
(ya es el colmo) al explicar por qué la herencia paterna, desconocida por su
propia hermana, apareciera en Andorra, pues, ¡cómo no!, tiene mucho que ver con
su entrega en cuerpo y alma al nacionalismo ya que por “falta de confianza” de
su padre y por “miedo” ante el “compromiso político” de su hijo en esa obsesión
de construir Cataluña (antes se ve que no estaba construida), le puso el dinero
a buen recaudo por si le ocurría algo. Un enternecedor relato al que sólo le faltaría
añadir que, en caso de que así hubiese
sido, dicha fortuna en el extranjero se destinara a invertirlo en esa Cataluña
naciente gracias a Pujol; aunque, lamentablemente, le sobra esa especie de
desconfianza heredada por su parte en dicha Cataluña incluso cuando él la
presidía ya que, de lo contrario, pasados aquellos primeros momentos de
incertidumbre sobre el futuro de España, hubiese repatriado su fortuna... ¡Ah,
perdón, se me olvidaba que entonces se puso de moda aquello de España nos roba!
En fin, ya ven, totalmente enternecedor. Al final, salvo que la metáfora del árbol
caído de tanto tirar de una rama, a la que alude Pujol, tenga efectos
desconocidos, parece que tras este esperpento, todos los grupos, excepto CiU,
que ha cerrado filas con el ex President (su hija supongo que volverá a darse
de alta como militante), van a solicitar una comisión de investigación para
intentar aclarar la verdad.
Entretanto,
un imputado desvela el reparto del dinero de los ERE entre PSOE y PSC ya que
100 millones fueron a parar a una aseguradora controlada por ambos. Y, dejando
la corrupción, mientras el Gobierno prepara los presupuestos para 2015 (previendo
la creación de 622.000 empleos y el primer aumento de la inversión desde 2008,
elevando el crecimiento al 2% y subiendo las pensiones al menos en 0´25%, entre
otras medidas), la Policía acusa al pederasta de dos tentativas de homicidio,
en tanto que éste se les queja de que le están “destrozando la casa”, mantiene
que es “un buen hombre” y niega los 16 delitos que se le imputan; no obstante, la
juez dicta prisión incondicional para semejante sujeto.
Y
para finalizar la crónica, mientras el Parlamento británico aprueba los
bombardeos sobre Irak, cae en Melilla una red yihadista que coordinaba un ex
militar español desde Siria. Por su parte Ucrania llega a un acuerdo para
volver a recibir gas de Rusia. Buenas noticias, sin lugar a dudas.
Jorge Cremades Sena
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