Perdón por el título
que, por si algún no catalán hablante no llegara a entender, traducido al
castellano significa “¡Váyanse a la mierda!”, y, obviamente, nada que ver con
mi intención respecto a nadie. Es, nada más y nada menos, que la respuesta de
Marta Ferrusola, la ex Molta Honorable matriarca catalana, a los periodistas
que, haciendo su trabajo, le preguntaban a tan respetable señora por la difícil
situación actual que atraviesa su familia, acompañando la frase con una especie
de manotazo o revés al aire. En fin, toda una conducta ejemplar en quien
durante casi toda su vida fue presentada como símbolo ejemplarizante de la
mujer a la sociedad catalana, madre y esposa comprometida con la causa
nacionalista, incluso hasta más radical que su honorable marido, y estandarte
de las más exquisitas esencias educativas de su prole. En definitiva, garantía
de exquisitez cultural, de saber estar, de buenas formas y exquisitos
comportamientos como corresponde a la emprendedora burguesía catalana,
genuinamente representada políticamente en Convergencia, partido político
creado por su insigne esposo, aunque hoy, precisamente para evitar que España
les robe (es lo que decían), haya perdido buena parte de su glamour al aliarse
con las clases sociales más populares y trabajadoras representadas por ERC y
compañía. En fin, todo sea por la patria. En todo caso, tal como está el patio,
los citados periodistas no debieran sentirse mal del todo ya que, de un lado,
quien así les trata entiende sólo del periodismo adulador y no inquisitorio
(¡quién puede osar poner en entredicho la honorabilidad de los honorables!) y,
de otro lado, que te manden a la mierda desde el merder que tienen organizado
hasta puede ser, si no fuera por la grosería que supone, una gran ventaja.
Y, mientras vamos conociendo los
exquisitos modales de Marta Ferrusola, la juez, a la que supongo no mandará a
la mierda, reclama al Banco de Madrid sus cuentas y las de cuatro de sus hijos,
rastreando un dinero procedente de Suiza y Andorra (seguramente la herencia que
Jordi Pujol dice haber recibido de su padre y que su propia hermana desconocía
era ilimitada), en tanto que Convergencia se ve acorralada por la creación de
una comisión de investigación sobre Pujol a instancia de todos los partidos
excepto, ¡cómo no!, CiU, sobre la que, entre otras cosas, la justicia indaga
sobre los hermanos de otro de sus dirigentes por blanqueo. Ya ven la
importancia que en estos asuntos suele tener la familia.
¿Qué hace Artur Mas entretanto?
Pues, el hijo político de Pujol, sigue mareando la perdiz. Mientras se especula
con que, para que no le salpique el caso Pujol, está pensando en adelantar las
elecciones después de que el Constitucional tumbe la consulta, como es más que
previsible, a Pedro Sánchez, recibido por él en Barcelona, le advierte que
habrá consulta pese al TC, mostrándose inflexible en su decisión y rechazando
el apoyo del PSC si se baja del burro. El líder socialista, tras recordarle que
la consulta es ilegal y que tendrá a su partido en contra, le ofrece cambiarla
por una reforma constitucional; en fin, la sobradamente conocida como reforma
federalista. Y, mientras Mas viene a decirle por aquí se va a Madrid, Sánchez
se viene con la convicción de que el Molt Honorable convocará la ilegal
consulta. Pero ¡acaso esperaba lo contrario! ¡Si hasta van a llamar a
observadores extranjeros para que ratifiquen la pureza de la ilegalidad! En
fin, que cada cual pierda el tiempo como mejor entienda, al menos, para que no
se diga que no se ha intentado por enésima vez, aunque, al final, es absurdo
pedir peras al olmo pues lo que no puede ser, no es y además es imposible.
Pasando a otros asuntos, mientras
Cospedal en Castilla La Mancha lanza una rebaja fiscal a nueve meses de las
autonómicas (algunos dirán que bienvenido sea aunque otros lo tachen de
oportunismo) y la OCDE alerta de que bajar más los salarios dañará a la
economía (hace cuatro días decía todo lo contrario), en Madrid se inicia el
curso escolar con una nueva asignatura obligatoria en la ESO, cuyo contenido es
la programación informática, que no existe como tal en ninguna de las demás
CCAA. Y, mientras Iberia ofrecerá con Renfe billetes conjuntos de avión y AVE,
la CNMV ve en los ejecutivos de Gowex posible delito de información
privilegiada; esperemos que no utilicen uno de esos billetes combinados y se
pierdan por esos mundos de Dios. Entretanto, Caddy Adzuba, la activista
congoleña contra los abusos que sufren las mujeres en su país es galardonada
merecidamente con el Premio Príncipe de Asturias, un acierto, sin lugar a
dudas. Otro acierto es el acuerdo entre Empleo y sindicatos para que los
despedidos con 61 años tengan jubilación anticipada. Y, ni acierto ni error,
sino un despropósito más es que Monedero, el cabeza pensante de Podemos, crea que
ETA mataba camellos porque la policía usaba la droga para frenar su lucha; en
fin, sin comentarios.
Y en el resto del mundo, Obama sigue
buscando aliados y medios para atacar a los yihadistas de Siria e Irak,
mientras Cameron se suma a su promesa de acabar con el Estado Islámico y le
ofrece su aviación para “aniquilar” a los yihadistas del IS y poder hacer
realidad su máxima contundente de que “no nos intimidarán, se hará justicia”.
Por su parte, Poroshenko y Putin pactan un plan de alto el fuego en Ucrania,
justo en vísperas de la cumbre de la OTAN.
Jorge Cremades Sena
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