Cierto que
Rajoy pide “disculpas en nombre del PP” por nombrar a “personas que no eran
dignas de sus cargos” y “perdón a todos los españoles”, ante la última trama
corrupta que se ha hecho pública. Pero no basta, no es suficiente. Nada más
saltar la “operación Púnica” dijo en Murcia que “unas pocas cosas no son los 46
millones de españoles ni el conjunto de España”. Cierto que, aunque fueran
muchas, no son, afortunadamente, el conjunto de España. Pero, ni son pocas,
sino demasiadas, ni son cosas, sino escándalos intolerables que, en ningún caso
y bajo ningún pretexto se pueden ni deben minimizar. Ni lo puede hacer él, como
presidente del gobierno y del PP, ni el resto de líderes de los demás partidos,
ni los demás gobernantes territoriales, pues cada uno, en sus propias filas,
tiene lo suyo. Si su rectificación obedece, como dicen algunos, a la presión de
líderes, barones, altos cargos y de algún ministro del PP, o, por el contrario,
es producto de su personal reflexión, es lo de menos y, en todo caso, bienvenida
sea, ya que siempre es bueno pedir perdón por los errores cometidos. Pero, no
basta, pues la gente está tan harta que ya ni piensa que se trate de errores.
Ni de él, ni del resto de dirigentes políticos que, siendo benevolente, son
incapaces de limpiar su casa y sólo reaccionan para exigir a los demás, cuando
toca, que limpien la suya. Y, al final, entre unos y otros la casa de todos,
España, sin barrer, con toneladas de basura y porquería esparcida por todos los
rincones. Si todos ellos cometen tantos errores en los nombramientos, que se
vayan, por incapaces e inútiles, para evitar que sigan nombrando a tantos
sinvergüenzas y que continúe la podredumbre; y si no se trata de errores, sería
algo mucho peor aún. Por tanto la gente sólo quiere soluciones y ni siquiera,
salvo que se haga de inmediato, es suficiente la promesa que ha hecho Rajoy de
que aprobará el pacto de anticorrupción con o sin el PSOE. Tiene la mayoría
suficiente para hacerlo y, por tanto, no vale ninguna excusa. Si los demás
partidos quieren participar, mejor que mejor, pero, si no quieren (al margen de
las excusas que pongan encima de la mesa) es el PP quien, hoy por hoy, tiene la
responsabilidad y la capacidad de hacerlo.
Entretanto se van
conociendo detalles de los imputados en la “operación Púnica”, como, por
ejemplo, que Granados y su colega, el empresario Marjaliza, hicieron
inversiones conjuntas (en Marbella invirtieron un millón tras aflorar la
primera cuenta suiza), que decenas de e-mails entre ellos confirman las
operaciones en Suiza, que la Guardia Civil se ha incautado de abundante
material informático en los registros, o de que la detención del Jefe de
Informática de la Comunidad de Madrid amplía el foco de la investigación, que
no ha hecho más que empezar. Por su parte Acebes, en el asunto de los papeles
de Bárcenas, niega ante el juez Ruz en la Audiencia Nacional la existencia de
una Caja B en el PP, mientras Lapuerta afirma que pagó con su dinero las
acciones de Libertad Digital. Y, mientras la mujer de Oleguer Pujol es
investigada por blanqueo, junto a 26 imputados más, el FROB rastrea nada menos
que 6.000 millones en créditos de Catalunya Caixa, dentro del morrocotudo caso
del escándalo de las cajas. Como ven, como para considerar suficiente la
petición de perdón por parte de unos u otros. ¿Qué les parece?
Y, para colmo, un
demoledor informe de Cáritas revela que el 15% de los españoles con trabajo
también son pobres, entre los 12 millones que están en situación de pobreza,
con cinco de ellos en situación severa, y un aumento del 50% de hogares por la
privación. Un panorama desolador en un país que en 2015 tendrá, según el INE,
más defunciones que nacimientos, dando por primera vez un saldo vegetativo
negativo. ¡Como para dar crédito a la propuesta de Pablo Iglesias de rebajar la
edad de jubilación a los 60 años!
En fin, por su parte,
los independentistas catalanes a lo suyo. Aunque, según una encuesta de
Metroscopia, una amplia mayoría de catalanes apoya un diálogo con La Moncloa y
el 49% se opone a la consulta alternativa de Mas, frente al 44% que la defiende, Rull y Trías (a pesar de su
embrollo con su cuenta en Andorra con dinero transferido de Suiza) inician hoy
la campaña a favor del 9-N con la tradicional pegada de carteles. Y es que hay
cosas que aunque se hunda el mundo nunca cambiarán. Y el Gobierno haciendo
cábalas ante semejante esperpento.
Resta dar el pésame al
mundo del toreo y muy especialmente a los familiares de José María Manzanares
que ha fallecido a los 61 años de edad. Descanse en paz.
Jorge Cremades Sena
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