Los capos
de los jetas de las tarjetas B de Caja Madrid y Bankía, han comparecido en la
Audiencia Nacional, siendo recibidos en la puerta por un buen grupo de
personas, estafadas y arruinadas por dichas entidades, que piden justicia ante
los responsables directos de su desgracia y, por supuesto, de la de todos los
españoles que hemos tenido que rescatarlas con nuestro dinero por la nefasta
gestión de semejantes personajes. Estamos hablando especialmente de Blesa
(presidente de Caja Madrid, 1996-2009, licenciado en Derecho e inspector de
Hacienda), Rato (presidente de Bankia, 2010-2012, licenciado en Derecho y
doctor en Economía, ex ministro de Economía y ex director gerente del FMI) y
Barcoj (ex director financiero de Caja Madrid y Bankia, licenciado en
Económicas), quienes, de manera inaudita, se declaran desconocedores de haber
estado cometiendo ningún delito o conducta irregular indecente. Pensaban que
ingresar y gastar, al margen de sus suculentos sueldos y dietas pertinentes, un
pastón con sus especiales tarjetas, que, en su conjunto y por sí solo,
resolvería la vida a cualquier mortal trabajador, no tenía que declararse a
Hacienda o, en el mejor de los casos (así lo mantienen otros jetas) no lo hacían
ellos porque pensaban que lo declaraba la entidad que dirigían. Pero, ¿no eran
ellos sus dirigentes? ¿no eran expertos en asuntos de Hacienda? ¿no eran los
responsables de que estas irregularidades no se dieran?... En fin, una desfachatez
insultante e inadmisible. ¿Ni siquiera saben que incluso el desconocimiento de
la ley no les exime de la culpa? Ya no sé si es peor, para darles un ejemplar
escarmiento y para aviso a navegantes, tomarlos como tontos, que es lo que
pretenden aparentar, o como demasiado listos, que es lo que son. De momento, el
juez parece que les toma por lo segundo y, en todo caso, les responsabiliza de
los gastos de consejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia, poniéndoles una
fianza de responsabilidad civil (sobre lo penal ya se verá) de 16 millones para
Blesa y tres para Rato, en tanto que Barcoj, de momento, se va de rositas en
este trance. Si no pagan dichas fianzas en tres días, sus bienes serán
embargados para cubrirlas. Tanto Rato como Blesa, que se niega a devolver el
dinero y defiende la legalidad de las tarjetas opacas, aunque no las declarara
a Hacienda (¡menudo inspector!), aunque las fianzas parezcan escalofriantes
para cualquier mortal, están en perfectas condiciones para hacer frente a las
mismas, pues están más que forrados de pasta (si nos atenemos a su lujoso y
despilfarrador plan de vida) a costa de la ruina de muchos preferentistas,
accionistas y otros españoles que ahora, por su culpa, las están pasando
canutas. Esperemos pues que, por una vez al menos, la Justicia sea justa en
esta ocasión sobre casos tan indecentes.
Esperemos también que
se supere la alarma generada por varias personas ingresadas y en observación en
Madrid y Tenerife por sospechas de ébola, dando negativo en el análisis de la
enfermedad, para que todo quede en una falsa alarma. Entre otras, se trata de
otro religioso que viajó a África a reabrir el hospital de Pajares, de un pasajero
de un vuelo París-Madrid y de un usuario de la ambulancia que trasladó a Teresa,
quien, por cierto, sigue evolucionando muy favorablemente de su enfermedad. Ana
Mato, entretanto, quiere establecer controles de temperatura en los aeropuertos,
como medida preventiva. Es tal la alarma, no sólo en España sino en otros
lugares, por el ébola que Marruecos incluso rechaza organizar la Copa de África
en su territorio por temor a la epidemia, cuando, paradójicamente, miles y
miles de subsaharianos, sin control alguno, malviven en Marruecos como
inmigrantes eporádicos esperando la oportunidad para dar el salto a España.
En otras cuestiones,
las bolsas moderan su caída vertiginosa durante los dos últimos días, al
extremo de que el Ibex ha perdido 28.000 millones de euros, mientras Merkel se
niega a reaccionar a los claros síntomas de otra nueva recesión en Europa. Por
su parte España logra un puesto temporal en el Consejo de Seguridad de la ONU
al vencer a Turquía, que aspiraba al mismo, por 132 votos a 60, en tanto que
Nueva Zelanda ocupa la otra vacante; Margallo espera que sirva para confiar más
en nuestro país. Lo importante, con España o sin ella en el Consejo, es que la
ONU se gane la confianza de la comunidad internacional, resolviendo los
conflictos, muchos de ellos sangrantes, existentes en el mundo.
Y en cuanto a partidos
políticos se refiere, mientras sabemos que Sosa Wagner fue relegado por UPyD al
amparo de una norma aprobada media hora antes por el Consejo de Dirección,
Convergencia y ANC presionan ahora a ERC para ir en una lista conjunta en plan
plebiscitario. No estaría mal que para determinadas conductas y actitudes
incalificables de muchos dirigentes políticos, se inventaran nuevos conceptos
que nos aproximaran más a dicha realidad. Si para otras tantas realidades el
Diccionario de la RAE acaba de incluir nada menos que 5.000 palabras nuevas
(friki, wifi, chupi, tuit, tunear, hacker, dron, amigovio….) habrá que
investigar si, entre ellas, hay alguna que defina con exactitud las conductas
incalificables de nuestro dirigentes políticos, que no son pocas.
Jorge Cremades Sena
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