Andan los
partidos políticos tradicionales haciendo juegos malabares para intentar
recomponer su deteriorada imagen ante el riesgo de sufrir un descalabro
electoral y, obviamente, destacan el PP y el PSOE, que son quienes más tienen
que perder. Pero no sólo ellos, sino también quienes han desempeñado un papel
protagonista en la gobernabilidad del Estado y en los ámbitos nacionalistas, es
decir, CiU y PNV. De entrada, es positivo que todos los partidos estén
mejorando en transparencia, aunque sería mucho mejor si fuesen capaces de
consensuar políticas menos miopes que las que suelen practicar, muchas veces
mirándose el ombligo para salir del paso. En todo caso, bienvenidos sean los
citados malabarismos pues, al menor despiste, pueden dar al traste con el
truco. Y la gente está hasta las narices de los trucos. En este contexto hay
que referirse al más osado de los malabaristas, Artur Mas, quien, tras gastarse
1.819 millones en controlar los medios para su causa separatista (en tanto que
su pésima gestión económica aboca a Cataluña al rescate por parte del Estado),
decide viajar al País Vasco para reunirse con Urkullu, el aprendiz de brujo
siempre expectante, y hacer frente común contra una supuesta “recentralización”
por parte de Rajoy, así como alertar de los desafíos que se le hacen al sistema
desde otras opciones. ¡Cómo si Artur Mas fuese el mayor defensor del sistema! En
fin, un nuevo banderín de enganche, la “recentralización”, para seguir
manteniendo la falacia, aunque, siendo tan partidario de los referéndums, bien
podría preguntarse qué decidirían al respecto los españoles si se les
consultase al respecto, pues una gran mayoría está también hasta las narices de
algunas políticas autonómicas como la suya, basadas en el frentismo y la
insolidaridad. Y, entretanto, como telón de fondo, una polémica sobre la
posibilidad de juzgar a ETA por genocidio, pues mientras la Ertzaintza entiende
que los atentados etarras no son genocidio “por sus principios ideológicos”, la
Policía Nacional entiende que sí, ya que querían “eliminar uno a uno” a sus
enemigos, según se desprende de sendos informes enviados a la Audiencia que
investiga a la banda por crímenes de lesa humanidad, en tanto que sitúan a
“Josu Ternera” y su hijo como sus actuales cabecillas.
Por su parte, mientras
el Rey espera que los partidos reaccionen después de su discurso, Rajoy fuerza
al Congreso a abrir en enero por el plan anticorrupción, por lo que el PP ha
solicitado que haya sesiones extraordinarias en dichas vacaciones y un pleno
para acelerar las medidas, confiando en que haya acuerdos parciales con el PSOE
que, por cierto, se sigue desmarcando de una posible coalición. Un terreno
resbaladizo para los malabarismos y propenso a patinazos indeseados e
indeseables. No extrañan pues los tiras y aflojas en la reforma del Código
Penal y en la de la Ley de Seguridad Ciudadana; al parecer, será delito incitar
a la violencia de género y tendrá pena de cárcel, un castigo a la apología
machista seguramente bien recibido, y promover el maltrato a través de las
redes sociales será un agravante; parece ser también que el Gobierno eliminará
la pena de cárcel para piquetes de huelga… Y así sucesivamente una serie de
medidas que, en buena lógica y por el bien de todos, debieran obtener un amplio
respaldo parlamentario y no sólo el del PP por amplio y legítimo que sea, lo
que no quiere decir que, en caso de no obtenerlo, se queden las cosas como
están lo que supondría una grave irresponsabilidad por parte de toda la Cámara.
En todo caso, cualquier postura al respecto debiera ser explicada hasta la
saciedad a todos los ciudadanos.
En cuanto a otros
asuntos se refiere, mientras los salarios subirán en 2015 por primera vez en
tres años, el nuevo IRPF a la baja subirá la nómina una media de 30 euros en
enero, siendo los más beneficiados los salarios bajos y medios. Por lo que
respecta a asuntos de corrupción, según Rafael Hernando, portavoz del PP en el
Congreso, “la Infanta Cristina ha de reflexionar sobre si debe renunciar a sus
derechos”, una diplomática invitación a que lo haga cuanto antes.
Y mientras España
disputa a Portugal en la ONU una zona marítima al oeste de las Canarias con
reservas de gas, dos accidentes conmocionan a la opinión pública internacional.
Un avión malasio, otro más, sufre un trágico siniestro en pleno vuelo y desaparece sin dejar rastro con 162 personas
a bordo cuando sobrevolaba el Mar de Java, intuyéndose que se habría estrellado
tras desviar su ruta para esquivar una tormenta, pero todavía, aunque parezca increíble,
no se ha encontrado el mínimo rastro de él, como sucede con otro anterior que
desapareció misteriosamente hace ya meses. Y un ferry italiano sufre un
incendio descomunal en el Adriático con 478 personas a bordo que han tenido que
ser rescatadas de forma dramática aunque, desgraciadamente, un número indeterminado
de ellos han muerto o están desaparecidos, apresados entre el humo, el fuego y
el mar mientras los equipos de salvamento luchaban heroicamente contra un
viento que dificultaba aún más el rescate. Dos siniestros que eclipsan las
demás noticias internacionales. En todo caso citaremos que el desarrollo y
estabilidad de China están en jaque por la contaminación quedando Pekin ante la
urgencia de cuidar el medio ambiente; que Putin obtiene una gran popularidad,
un 80%, ante los rusos gracias a su beligerancia contra Kiev; que decenas de
miles de policías llegados de todos los lugares de EEUU asisten en Nueva York al
funeral de su compañero Rafael Ramos, asesinado junto a un compañero por un
hombre que se vengaba de la muerte de dos jóvenes negros a manos de la policía;
y que, gracias a conversaciones de Whatsapp de un marroquí yihadista de
Barcelona con una amiga, se han podido seguir sus huellas, al comunicarle que “vamos
a Siria a luchar por Alá” y por qué lo hacen: “pagan bien”. Sin comentarios. Entretanto
el Papa Francisco, hombre destacado este año por sus mensajes valiente y por
sus denuncias incómodas, que agrandan su influencia y su popularidad, reclama a
los políticos una “mayor atención hacia la familia”. Y otro hombre destacado, el
socialista Manuel Valls, Primer Ministro de Francia, hace declaraciones que no
tienen desperdicio y bien pueden servir como aviso a navegantes: “la sociedad
va por delante del político en el deseo de cambio”, “bajar impuestos sobre el
trabajo y la empresa es el único modo de recuperar la confianza”, “tenemos que
luchar contra la extrema derecha, ese desafío es la gran prioridad” y “soy
patriota y creo en los estados-nación. Los países de la UE no deben dividirse”….
¡Cómo para que algunos jueguen al despiste con soluciones simples a los
problemas complejos mientras, incomprensiblemente, desde la responsabilidad se
mira hacia otro lado de forma irresponsable!
En cuanto a asuntos
deportivos, dar la enhorabuena a Sergio Ramos, elegido el mejor del año por los
entrenadores y capitanes de futbol de primera división, y felicitar al Barça de
baloncesto por ganar a un Madrid muy flojo en defensa que ya suma tres
derrotas.
Jorge Cremades Sena
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