En su
conjunto, los distintos diarios destacan en sus portadas, en este día de
despedida de 2014, noticias referentes a aquellos problemas que más ha destacado
la opinión pública a lo largo de todo el año, salvo el tema del paro que, en
este último día del año, no ha generado ningún episodio de interés especial
(sigue muy alto y aunque últimamente esté bajando lo hace tímidamente, como
todo el mundo ya conoce). Por tanto, a excepción del desempleo, la corrupción,
la economía en general y la cuestión territorial, son los asuntos destacados en
este último día de 2014, además de otras cuestiones referentes a la
inmigración, al aborto, a los menores y al yihadismo. Asuntos todos ellos que
han ido jalonando el interés informativo a lo largo de todo el año y que, con
total seguridad, lo seguirá haciendo en el año próximo. En definitiva, más de
lo mismo.
En cuanto a la
corrupción se refiere, puede que 2014 haya sido el año de mayor saturación
informativa, no sólo por los nuevos casos aparecidos durante el mismo, sino
también por la conclusión judicial definitiva de casos viejos, que llevaron a
sus protagonistas a la cárcel, así como el avance de otros que están a punto de
resolverse, con lo que el 2015 seguirá siendo sonado en este sentido. Como dato
negativo, la acumulación de personajes corruptos y casos de corrupción que
están haciendo peligrar hasta los cimientos democráticos; como dato positivo,
que, aunque tarde y probablemente a destiempo, la Justicia, al final, los va
colocando a cada uno en su sitio, abriendo así un horizonte de esperanza.
Esperemos pues que los que están en expectativa de destino sigan pronto la
senda de los anteriores. Y, como caso destacado, cierra el año Bankia, pues
todos los medios recogen en portada nuevos datos sobre el mismo, ya que, además
de todo lo conocido, se sabe ahora que Fiscalía investiga sueldos irregulares
en Caja Madrid. El FROB informa al fiscal de las “percepciones excesivas” de
los altos cargos de la citada entidad entre 2007 y 2010 (ya ha llovido mucho
desde entonces) en que pactaron gratificaciones, indemnizaciones y subidas de
sueldos hasta del 26%, en total unos 15 millones de pagos anómalos a los
directivos en la etapa de Blesa, cobrados de forma “irregular”. Es obvio que la
crisis no hizo mella en semejantes sinvergüenzas.
En cuanto a la
economía, destacar que el tirón del consumo evita el riesgo de la deflación,
con un IPC que cierra el año con una caída del 1´1%, pues tanto el Gobierno
como los expertos no prevén que la bajada de precios frene la economía.
Entretanto la élite económica es un 3´6% más millonaria (no extraña con prácticas
como las citadas en Caja Madrid), destacando Amancio Ortega en el liderazgo de
los más ricos españoles con 43.270 millones. Menos mal que la reforma fiscal
que empieza mañana dejará unos 9.000 millones más en los bolsillos de unos 20
millones de españoles hasta 2016, lo que, de entrada, hará de 2015 un año algo
más llevadero.
Y en cuanto a la
cuestión territorial, mientras Mas, en su discurso de final de año, promete más
vértigo y más riesgo en “pocas semanas”, con un Junqueras que le exige, sí o sí,
la convocatoria urgente de elecciones (problema soberanista), el asunto de la
financiación autonómica pone patas arriba la paz entre el Gobierno y las CCAA
gestionadas por el PP (por si ya no hubiera suficiente con las no afines
ideológicamente). En efecto, Herrera, el Presidente de Castilla y León, no
exento de razón, decide cargar públicamente y con toda contundencia contra
Montoro por ayudar a Cataluña (entre otras autonomías) y no a las regiones que
sí cumplen con los compromisos de déficit y de gasto, dejando bien claro que
está “muy cabreado” y acusando al Ministro de maquillar las cifras. Y lleva
razón, pues da la sensación que desde Madrid se premia precisamente a quienes
incumplen los compromisos y, por tanto, quienes se aprietan el cinturón con
políticas antipopulares son al final los castigados. Y además sin ningún tipo
de control finalista, como sucede, por ejemplo, en Cataluña, en que incluso se
destina a políticas independentistas contrarias al Estado. Y luego nos quejamos
de las consecuencias.
Por lo demás, otro
salto en Melilla propicia que un centenar de inmigrantes entren en España (el
drama que no cesa y nadie resuelve); Interior controla a 60 presos yihadistas
para evitar que capten adeptos (la tragedia incomprensible del ascenso del
radicalismo); aumenta el número de menores de 15 años que abortan en un 9%
(algo estamos haciendo rematadamente mal); y dos menores son condenados por un
ciberacoso que acabó en suicidio por parte de la víctima, dos escolares que “le
llamaban bizca, le echaban agua del wáter” hasta que, angustiada de forma
extrema, la acosada “acabó en suicidio”… al final sólo cuatro meses de trabajos
sociales para los acosadores (sin comentarios).
Por lo que respecta a
noticias exteriores han sido localizados los restos del avión desaparecido
(está hundido en el fondo del Mar de Java); Venezuela se desangra con 68
homicidios diarios, acabando el año con un récord de muertes violentas, según
los grupos humanitarios, que le colocan en uno de los países más inseguros del
mundo (quien mal anda, mal acaba); y, en Grecia, la campaña electoral arranca
con la amenaza de la salida de la UE, mientras Syriza (el Podemos griego) se
queja de un frente común del miedo en su contra (vamos, como sucede en España…
algo tienen que decir los profetas de lo imposible).
¡Ah, y feliz 2015!
Jorge Cremades Sena
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