En este
año que comienza, denominado por el Presidente Rajoy como el año del despegue
económico y la salida de la crisis, según una macroencuesta de NCReport,
mientras el 64´7% de los españoles desconfía de la recuperación económica, el
70% de los jóvenes, que son los más optimistas, están más esperanzados que lo
estaban en 2014. En todo caso, la gran mayoría quiere que se apliquen más
medidas para luchar contra la corrupción, mientras que andan divididos sobre el
alcance de la bajada de impuestos anunciada por el Gobierno. Nada sorprendente
si tenemos en cuenta que 2015, año electoral por excelencia, arranca sus
primeros pasos nada menos que con 2.000 imputados por corrupción, que, al estar
repartida entre quienes más años detentaron el poder (PP-PSOE), supone un
verdadero hándicap para el bipartidismo, salvo que lo palíen con un paquete de
medidas anticorrupción claras, concretas y contundentes que, a todas luces,
demuestren fehacientemente que el empeño para liquidar esta lacra social es
algo más que una mera retórica coyuntural y electoralista para intentar
conseguir un puñado más de votos. Mejor pinta tiene que se inaugure el año con
la prima de riesgo por debajo de los 100 puntos, que el auge del dólar y la
caída del crudo impulsen la deseada recuperación y que la bajada de impuestos
le den un respiro a la cuesta de enero. Con un IRPF y un Impuesto de Sociedades
menor, con los carburantes más baratos, con los precios caídos (aunque ello
genere otro tipo de problemas), así como el Euribor, no queda duda alguna para
un resquicio de esperanza que ojalá se haga realidad. Y luego que cada uno lo
venda como quiera o como mejor le convenga. Al fin y al cabo, para lo bueno y
lo malo, el éxito y el fracaso en un mundo globalizado económicamente, jamás
puede ser mérito o demérito exclusivo de unos u otros. La sombra en estos
momentos la pone Grecia, cuya crisis galopante es el mayor riesgo económico
para Europa y, por tanto, también para España, por más que Pablo Iglesias
vaticine que, tras vencer su colega Tsipras en las inminentes elecciones
adelantadas a finales de este mes y acceder al gobierno griego con su partido
Syriza, hermano de Podemos, Grecia abrirá sus puertas al paraíso y servirá de
estandarte para la posterior entrada de España en el mismo cuando él mismo
acceda al gobierno español. ¿Se puede pedir más? Si el despegue económico es un
hecho y sigue Rajoy, nada que temer; en caso contrario, con despegue o sin él,
si el pueblo apuesta por Podemos, no sólo nada que temer, sino prepararnos para
la eterna felicidad. ¡Cómo no va a haber motivo para la esperanza!
Por su parte Oriol
Junqueras y su partido ERC arremete contra Podemos y contra el PP porque
defienden el mismo modelo territorial en un claro intento de amarrar el voto
soberanista, avisando que Pablo Iglesias, como Rajoy, tampoco apoyará la
independencia. En fin, cada tonto con su tema. Y no sé si se trata de tontos o
listos, pero lo cierto es que se inaugura 2015 con una dimisión, destitución o
cese (la primera del año), considérenlo como prefieran; se trata del jefe o
director de emisiones de Canal Sur que privó a sus telespectadores de las doce
campanadas al completo para emitir un anuncio… ¡menos mal que nadie se
atragantó al tener que tragarse las uvas de tres en tres para hacer coincidir
la última con la última campanada de las pocas que se emitieron! Sin
comentarios.
Con todo este panorama
la madre de la adolescente que se suicidó a causa del acoso de dos compañeras
suyas, sancionadas sólo con cuatro meses de tareas sociales, se lamenta, y
puede que con toda razón, manifestando que “Es ridículo. Un menor mata a otro y
no se le puede tocar”, calificando de “porquería” que las agresoras, menores
como su hija, cumplan sólo tan leve pena, y anunciando que “el próximo paso es
conseguir el castigo del colegio”, pues ni le “avisaron, ni tomaron medidas y
Carla acabó suicidándose”. Es obvio que la legislación sobre menores ha de ser
revisada urgentemente, pues, en todo caso, lo inaceptable es que se trunque una
vida humana cuando apenas empieza a vivir sin que nadie pague por ello. Alguien
debe asumir las responsabilidades al respecto. Matar o inducir al suicidio no
puede salir tan barato.
Y un asunto exterior
que nos afecta muy directamente. Rabat rompe con Paris en pleno auge del integrismo
islamista, por lo que los servicios antiterroristas marroquíes sólo colaborarán
con Madrid, ya que Marruecos acusa a Francia de hostigar al Jefe de su Servicio
Secreto, mientras los expertos españoles califican el asunto de muy grave
porque debilita la lucha contra el yihadismo. Justo cuando García Margallo, el
Ministro de AAEE, asegura, con razón, que “la extensión del Estado Islámico es
una amenaza muy seria para España”, mientras se conoce que hay españoles que se
inmolan en el nombre de Alá, como Yunes Ahmed Mohamed o Hamza Mohamed, de
nacionalidad española, que se inmolaron en atentados yihadistas tras ser
reclutados en Ceuta y adoctrinados en webs que compartían en Facebook. En
efecto, Internet se ha convertido en la gran mezquita de la yihad, por ello el
Estado Islámico lanza dos nuevas webs, pues, tal como manifiesta Dolores
Delgado, la fiscal coordinadora de terrorismo yihadista, “la red es un campo de
entrenamiento virtual para esos terroristas” que progresivamente se van
extendiendo territorialmente ante la actitud pasiva o poco activa de la
comunidad internacional.
Destacar asimismo en
noticias del exterior que Dilma Rousseff, en su toma de posesión como
Presidenta de Brasil, a cuyo acto el Gobierno español se ha limitado a enviar
sólo a su embajador, anuncia una política más liberal y “sobria” y promete un
ajuste fiscal (la realidad se impone); que el Bundesbank se enfrenta al BCE por
los bajos tipos de interés; que EEUU deja 11.000 soldados en Afganistán tras
declarar el término de los combates, con un falso final de la guerra; que Sacyr
logra una indemnización de 192 millones por los sobrecostes del Canal de
Panamá, un año después de que paralizasen las obras; que la saga de los Bush
vuelve a la lucha por presidir EEUU en la carrera desatada en el bando
republicano; y que este 2015 se estrena con una tragedia en Shanghai, con al
menos 36 muertos y medio centenar de heridos a causa de una avalancha durante
la celebración de año nuevo.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias