Superando incluso
las previsiones se confirma la noticia de ayer: la compra masiva de deuda pública
por parte del BCE. Ya era hora, por más que le pese a Merkel y a algunos
alemanes. En definitiva, el BCE dedicará más de un billón de euros para
estimular la economía de la eurozona, por lo que los mercados celebran dicha
medida para animar la inflación. De esta forma intenta Draghi descongelar la
zona euro con una compra de bonos más ambiciosa de lo que se había previsto y
durante año y medio, calculándose que en dicha fecha se habrá estabilizado la
economía europea. Así, el BCE comprará deuda por unos 60.000 millones al mes
hasta septiembre de 2016, activando el plan de estímulo hasta dicha fecha. Una
buena noticia, sin lugar a dudas, que ha sido bien acogida por los mercados y
que en España se ha notado inmediatamente con una subida importante de la Bolsa
y una bajada de la prima de riesgo que se sitúa en 96 puntos. ¡Quién lo iba a
decir hace pocos meses! Por otra parte, según la EPA, en 2014 se han creado
434.000 empleos, bajando la tasa de desempleo hasta el 23´7% y el desempleo
neto en 477.900 personas. No en vano, Merkel, contenta porque las políticas de
Rajoy están dando resultados positivos, dice contundentemente que “España es el
ejemplo”, mientras Rajoy, en un artículo publicado justo cuando se inaugura la
Convención del PP, sostiene que “éste es un año clave para culminar el camino
que va de la recuperación a la prosperidad”. Al final es innegable que la recuperación
de la economía en España es un hecho, a pesar de que todavía queda un largo
trecho para conseguir un mínimo grado de satisfacción colectiva. Si, de una
parte, no es cuestión de echar al vuelo las campanas del triunfalismo, de otra
parte, carece asimismo de sentido echar al vuelo las campanas del pesimismo. Al
margen de la crítica que quiera hacerse sobre la calidad del empleo, sobre el
mérito o demérito de la UE o de Rajoy en la recuperación o sobre las causas
externas (como la caída del petróleo, etc) que han favorecido la recuperación,
sería de cretinos negar la evidencia que, por otra parte, reconocen todos los
organismos internacionales. Y, como españoles, debiéramos sentirnos mínimamente
satisfechos de que estemos superando, con graves dificultades, el socavón
económico en el que nos hemos metido. En situaciones así, gobierne quien
gobierne, debiera ser lo de menos. Lo importante son los resultados.
Aunque, como casi todo
se mide en clave electoral, los diversos partidos andan enredados en aquellos
asuntos que les pueden causar consecuencias inevitables, bien sean positivas o
negativas. Mientras el PP echa un órdago a la mejora económica para ganar las
elecciones, el juez requisa los contratos de Madrid con la red Púnica, cuya
operación avala la implicación del entorno del Presidente de la Comunidad
Madrileña en los pagos ilícitos; y, entretanto, sale Bárcenas de la cárcel,
generando todo tipo de especulaciones sobre qué hará a partir de ahora, aunque,
nada más salir dijera que “Ni el PP ni Rajoy tienen nada que temer”,
manteniendo que “volvería a actuar igual”, que no se arrepiente de nada, y, en
tono irónico, que había “hecho caso” al Presidente Rajoy ya que “Luis ha sido
fuerte”. Y mientras Pablo Iglesias busca en Grecia el impulso de Syriza, interviniendo
en el mitin final de campaña junto a Tsipras (al parecer también asiste Cayo
Lara, pero relegado y casi de incógnito), Monedero dice ahora que explicará sus
cobros si le da permiso Venezuela, tras haber cobrado nueve veces el salario
máximo que propugna Podemos. Y, mientras IU se rompe en Madrid por la guerra
abierta entre Tania Sánchez y el aparato del partido, en el PSOE se pacta una
tregua hasta las elecciones municipales, ya que Pedro Sánchez y Susana Díaz
acuerdan mantener la unidad del partido hasta mayo, con lo que el Secretario
general apoyará a la lideresa andaluza en las elecciones anticipadas y, a
cambio, ésta no le cuestionará. Con este panorama, casi carece de importancia
que Esperanza Aguirre, al parecer, esté perdiendo apoyos dentro del Gobierno
como candidata a la alcaldía de Madrid; para muchos, está más que claro que
ella será la indiscutible e indiscutida candidata.
Y fuera de nuestras
fronteras, la presidenta de Argentina ya admite que la muerte del fiscal no fue
un suicidio (ahora se apunta a un complot contra su Gobierno); el Papa declina
finalmente visitar Ávila en 2015 (su agenda está saturada); y Cuba vive con emoción
el inicio del histórico diálogo bilateral con EEUU, ya que muchos cubanos,
ansiosos por la libertad, extienden el grito de que “nunca pensamos que
llegaríamos a ver esto”… desgraciadamente, otros muchos compatriotas suyos
durante este medio siglo de dictadura murieron sin verlo.
Jorge Cremades Sena
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