No es que
lo diga yo, lo dice el mismísimo Pablo Iglesias al afirmar solemnemente que “en
las próximas elecciones habrá dos opciones: PP y Podemos, en tanto que Albert
Rivera, el líder de Ciudadanos (otro partido en alza) manifiesta, con razón,
que “necesitamos estabilidad o nos convertimos en Italia”. Es más, Iglesias
añade que en 2015 va a “despedir a la casta” al observar que en el primer
aniversario de Podemos ya se ha convertido, o está muy cerca de hacerlo, en alternativa
de gobierno y, consciente de ello, arremete y carga contra el PSOE, la
alternativa tradicional, y muy especialmente contra su líder, Pedro Sánchez,
diciendo: “Rajoy apoya a Samaras, yo a Tsipras, ¿a quién apoya él?”. Un ataque
en toda regla ante la incapacidad del PSOE de conformar un proyecto de
izquierda democrática de talante socialdemócrata frente al de izquierda radical
que defiende Podemos, más o menos en la línea que venía defendiendo IU, por más
que Iglesias diga por activa y pasiva que su proyecto no es ni de izquierdas ni
de derechas. Y ante este panorama, una encuesta de GAD-3 arroja los siguientes
resultados en caso de que se realizaran elecciones generales: ganaría el PP con
el 29´3% de votos que supondrían 132 diputados, seguido de Podemos con el 21´1%
y 89 diputados y, en tercer lugar PSOE con el 19´2% y 80 diputados; a buena
distancia estarían Ciudadanos (6´3%, 11 diputados), CiU (2´8%, 11), ERC (1´8%,
8), PNV (1´3%, 6), UPyD (4´8%, 5), Amaiur (1%, 3), IU-ICV (3´7%, 2), Compromis
(1´4%, 1) y otros (4´5%, 2), lo que de entrada, en caso de que así fuera,
supondría una Cámara de complicados acuerdos de gobierno, teniendo en cuenta
que, salvo que luego cambien de opinión, Podemos se opone a pactar tanto con PP
como con PSOE y éste dice lo propio respecto a los populares. Asimismo sería
obvio que Podemos no sólo fagocita a IU, sino que destroza las expectativas del
PSOE, a quien señala, hoy por hoy, como su gran contrincante electoral. Y
destacar, por supuesto, las ventajas que tienen en el sistema electoral los
partidos nacionalistas que con escaso porcentaje ganan más escaños que otros
partidos de ámbito territorial español. En fin, PP y PSOE sabrán por qué no han
planteado ya una ley electoral mucho más justa y equilibrada. Valga como
ejemplo que, con la ley vigente en Grecia, por ejemplo, no se tendría este
problema ya que el partido ganador (en este caso el PP) sumaría un cupo de 50
escaños como premio, pero claro, si Pablo Iglesias la aplaude en Grecia, no se
sabe lo que diría si dicha ley fuera en España, como mínimo que no era
democrática. En fin, que mientras PP y PSOE confían en que Podemos se desinfle,
lo cierto es que, hasta el momento, ninguno de los dos incrementa sus apoyos de
forma sustancial.
Entretanto, mientras
el Gobierno de Rajoy prepara un plan integral contra el yihadismo, buena parte
de la izquierda boicotea en España el plan antiterrorista aprobado en la UE
(Monedero, por ejemplo, dice que ahora no es el momento de actuar en caliente)
que, obviamente entiende que sin seguridad no hay libertad. Por ello los países
vecinos ya han puesto en marcha medidas que aquí son rechazadas algunas de
ellas incluso por el PSOE. Valga por ejemplo la prohibición de entrada y salida
del país y control de comunicaciones y webs en Francia, la obligación de las
compañías aéreas de entregar los datos de pasajeros en Reino Unido, o la
retirada del DNI a los sospechosos de formar parte de grupos terroristas en Alemania.
No extraña que Rajoy apele a un gran consenso nacional contra el terrorismo,
cuando la frontera de Ceuta es un verdadero coladero y, por tanto, un reto no
sólo de España sino de toda la UE. No en vano, como dice la socialista Anne
Hidalgo, alcaldesa de París, “el antisemitismo está creciendo en Francia desde
hace años”; si no somos capaces entre todos de luchar con eficacia contra el
terrorismo, proceda de dónde proceda, seguirán creciendo todos los “antis”
contra todas las creencias religiosas, cuyos creyentes, en su inmensa mayoría
son personas totalmente pacíficas.
Y, hablando de
terrorismo, en San Sebastián miles de personas, convocadas por la izquierda
abertzale, protestan contra las detenciones de abogados de ETA, en tanto que la
portavoz de Bildu y tres etarras asesinos asisten al homenaje a Bolinaga, como
es el caso de la diputada Ugarte, y los históricos Zabarte, Agirre y Letona,
que no pocos consideran una verdadera vergüenza.
En cuanto a otros asuntos
se refiere, mientras el PP evita la autocrítica y dice ser “ajeno” a la Caja B
que le atribuye Anticorrupción, Alicia Sánchez-Camacho, la Presidenta del PP en
Cataluña, dice que “el 27-S es una gran ocasión para que despierte la minoría
silenciosa”… ¡Hay tantas grandes ocasiones para despertar y sobre tantas cosas!
En fin, ojalá que en esta ocasión así sea.
Finalizaremos con el
Papa Francisco que en Filipinas desafía a la lluvia y al viento para reunirse
con cientos de miles de damnificados por la tormenta que dejó seis mil muertos
en 2013.
Jorge Cremades Sena
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