En plena
efervescencia del más grave problema que tiene Europa desde que acabara la
Segunda Guerra Mundial, la amenaza yihadista, al pacto antiyihadista, suscrito
entre PP y PSOE tras los atentados terroristas islamistas del pasado enero en
Francia, se han adherido Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias, Partido
Aragonés, Unió Democrática de Cataluña, Unión del Pueblo Navarro y Unión
Progreso y Democracia, pero siguen sin adherirse y, por tanto, rechazándolo,
Convergencia Democrática de Cataluña, Esquerra Republicana de Cataluña,
Izquierda Unida, Partido Nacionalista Vasco y Podemos, así como otras
formaciones minoritarias. Ahora son nueve partidos, que representan a la
inmensa mayoría de los ciudadanos, quienes ponen a prueba su sentido de Estado
frente al electoralismo o cualquier otra razón claramente de inferior
envergadura, aunque, menos mal, que con la adhesión de los partidos citados se
garantiza que España decidirá unida, como el resto de pueblos europeos, sobre
una posible intervención, militar contra el EI, al margen de las estridencias
incomprensibles de quienes por voluntad propia se quedan fuera. Tanto Rajoy
como Sánchez, los firmantes y autores del acuerdo en su día, han estado
ausentes en el acto de ampliación al que, curiosamente y a modo de “observador”
Podemos, en su ya rancia indefinición, ha enviado a un representante. Mayor
cinismo no cabe y mayor irresponsabilidad en quien aspira a ser Presidente de
Gobierno, tampoco, pues soplar y beber al mismo tiempo es imposible.
Entretanto, Hollande quiere una “bilateral” con Rajoy en los próximos días,
aunque, de cara a la lógica colaboración, habrá que poner encima de la mesa,
entre otras cosas, que España tiene el triple de efectivos que Alemania en la
lucha contra Daesh. Y en esta necesaria unión de fuerzas de toda Europa con
Francia para combatir el Estado Islámico, Renzi ofrece ayuda de Italia y pide
una “coalición amplia para destruir al ISIS”, Alemania cede a Hollande cazas y
una fragata para que apoyen los bombardeos, Cameron pide al Parlamento
británico que le permita atacar a los yihadistas en Siria y Putin autoriza que
el ejército ruso coordine sus ataques con el francés. Así están las cosas en
este grave asunto.
Y grave también está
el panorama en Venezuela en plena campaña electoral, pues el asesinato de un
opositor regional tiñe de sangre las elecciones venezolanas. Una campaña
electoral marcada por el miedo y la violencia que se cobra la primera víctima
mortal en la persona de Luís Manuel Díaz justo en un mitin al que asistía
liderando el acto Lilian Tintori, la esposa del preso político Leopoldo López,
que estaba muy cerca del asesinado a tiros desde un coche y que posteriormente
sufrió un percance, por lo que ha asegurado sin ningún rodeo: ”Me quieren matar”.
Así de graves están los asuntos en Venezuela, mientras Maduro ofrece carne,
lámparas y tabletas a cambio de votos, entre sus prácticas para evitar la
victoria de la oposición que apuntan los sondeos.
Ya en España el famoso
debate a cuatro, al que Rajoy no asiste y envía en su nombre a la
Vicepresidenta del Gobierno, ha reabierto un debate absurdo. Iglesias dice que
“sin debate no hay democracia”, Sánchez que “para regenerar la vida política
hay que debatir” y Rivera que “un debate no lo es sólo entre los rivales, es
con la nación, con los ciudadanos”. Y todos llevan razón en lo que dicen, aunque
el problema es que sí que hay debate (decir lo contrario es pretender engañar a
los ciudadanos) y por tanto tergiversan el problema ficticiamente creado, al
margen que prefieran o no debatir con el Presidente o la Vicepresidenta del
Gobierno, al margen de debatir a dos, tres, cuatro o más partidos. Entretanto
el PP ordena endurecer los ataques contra Rivera, por lo que Génova cambia su
estrategia después de que el líder de Ciudadanos asegurara que nunca apoyaría a
Rajoy en una reelección tras el 20-D (y ya van dos, pues Sánchez, en su día
dejó bien claro que sólo con dos partidos no pactaría, PP y Bildu…. con Podemos
ya ven, sí, aunque no se sume ni al pacto antiyihadista). Por cierto, Rivera
demandará a Monedero por insinuar que consume drogas… ya ven, a falta de
argumentos creíbles, cualquier bajeza vale.
Y por si todo lo
anterior no fuera suficiente, Artur Mas trata de asegurarse la investidura con
drásticas cesiones a la CUP, ofreciéndole a la desesperada un gobierno coral en
el que compartiría poder con Junqueras, Romeva y Neus Munté, con una CUP que
seguramente se divide (para contentar a los contrarios a la investidura
proclamada por activa y pasiva), pero algunas deserciones, al estilo del famoso
“tamayazo” de Madrid, llevarían a Mas a la Presidencia, por lo que algunos
llaman ya a la indecente operación “cupayazo”. Y así, todos contentos y a los
votantes de unos y otros, a quienes consideran idiotas, que les den.
Para finalizar cabe
destacar que, mientras Andalucía busca ayuda para Abengoa, por lo que la Junta
pide a los bancos, que calculan quitas, una solución, el Gobierno español niega
ayudas a la empresa hasta que esclarezca sus cuentas, descartando nacionalizarla.
En fin, ¿averiguamos posibles irregularidades sospechosas o no?, ¿socializamos pérdidas y privatizamos ganancias?. Ese es el quid de la
cuestión.
Jorge Cremades Sena
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