Por si no
fueran pocas las dificultades de gobernabilidad por las que atraviesa España,
el partido ganador de las elecciones con una victoria insuficiente, el PP, que,
al igual que el PSOE y otros partidos nacionalistas tradicionales, está
pendiente de resoluciones judiciales por asuntos de corrupción protagonizada
por miembros importantes de la formación, nos sorprende, una vez más, con otro
nuevo caso en plena negociación de posibles pactos tendentes a conformar un
gobierno en España que genere la necesaria tranquilidad política interna y
externa lo antes posible. En efecto, una nueva trama corrupta en Valencia, que
apunta a la mismísima Rita Barberá, acaba de ser desmantelada con un balance de
24 implicados detenidos de momento, entre ellos ocho cargos del PP valenciano
(famoso por su corrupción a raudales), incluido Alfonso Rus, ex Presidente de
la Diputación, por cobro de “mordidas”, que han sido expulsados inmediatamente
del partido, lo que se interpreta como un gesto para salvar los posibles pactos
con Ciudadanos, cuyas conversaciones al respecto acababan de comenzar.
Corrupción a raudales intolerable e indigna en cualquier partido decente que,
una vez más, se ajusta al prototipo del permanente choriceo más frecuente en
nuestro país, la “organización criminal” desmantelada, que, según el juez,
saqueó millones de euros de las arcas públicas estaba conformada por una trama
corrupta, dirigida en este caso por Alfonso Rus, sobre la que la Guardia Civil
cree que parte de las mordidas, por dar contratos a empresas afines a cambio de
comisiones, eran para los imputados (ahora investigados) y el resto para
financiar al PP (de nuevo la financiación de los partidos), con el descaro de
que, aprovechando que el foco estaba sobre la “trama Gürtel”, la red,
presuntamente delictiva, perpetraba un fraude aún mayor. En fin, en esta
ciénaga de corrupción a raudales, sin lugar a dudas, este nuevo caso de corrupción
complica las conversaciones con Rajoy, quien, según Ciudadanos, debe ir a una
comisión de investigación, mientras que su líder, Rivera, pide negociar si hay
un pacto anticorrupción que, al margen del resultado final de las negociaciones
con quien sea, debiera ser uno de los primeros objetivos del conjunto de los
partidos políticos ya que este enrarecido ambiente por la podredumbre política
se hace cada vez más irrespirable. Y por si no tuviéramos bastante la
instrucción del “caso Acuamed” señala al ex ministro Arias Cañete por su papel
en una compensación con fondos públicos.
En todo caso, lo
anterior no puede desviarnos del reto urgente de buscar fórmulas de
gobernabilidad, creíble y viable, lo antes posible. Y a tal efecto el Rey
inicia su segunda ronda de consultas, mientras Podemos, sin que le falte cierta
razón, polemiza y se cabrea por la asignación de los peores escaños en el
Congreso, una pataleta, no sin fundamento (guste o no es la tercera fuerza
política), por ir al “gallinero” del Hemiciclo, es decir, a la parte de arriba
de los escaños, en las últimas filas, donde ha sido ubicado el grupo podemita
que quería ubicarse en el centro. Entretanto Felipe González, que presiona a
Sánchez para que deje gobernar a Rajoy y no se apoye en Podemos, aboga por un
gobierno PP-Ciudadanos con la abstención del PSOE, rechazando cualquier pacto
con Podemos, mientras que unos cuarenta ex ministros (de UCD, PSOE y PP)
apuestan por “una gran coalición de dos o más partidos constitucionalistas”,
trasladándole a los embajadores de la UE en España su preocupación por que el
PSOE se alíe con los populistas. Por su parte Cristina Cifuentes dice “¿Por qué
se va a retirar Rajoy y no Sánchez? Me parece injusto”. Así las cosas, me
pregunto yo si no sería lo más razonable un compromiso de gran coalición
constitucionalista que garantice una gobernabilidad estable para afrontar de
forma consensuada un previo acuerdo sobre los graves problemas que nos afectan
como son, entre otros, la cuestión territorial, la corrupción, el desempleo, el
terrorismo…
En cuanto a otros
asuntos cabe citar que el TS condena al capitán del “Prestige”, abriendo así la
vía a indemnizar a los afectados; y que los toreros se solidarizan con Fran
Rivera después de la fotografía con su hija en el ruedo, asunto susceptible de
ser investigado.
Y en el exterior,
mientras Dinamarca aprueba la confiscación de bienes de los refugiados, Roma
oculta las estatuas desnudas por la visita del iraní Rohani, generando una
polémica en Italia por esta censura en los Museos Capitolinos ante el encuentro
con Renzi… Tengo la sensación de que esta vieja Europa integrada en la UE está
perdiendo los papeles que debieran corresponderle a nivel internacional, pues
el horizonte de futuro no se puede basar en maltratar a quienes huyen de
regímenes opuestos al acervo democrático de convivencia europeo, ni en ocultar
el acervo cultural en nuestro propio suelo porque precisamente a líderes de
dichos regímenes le repugnan y, menos aún, cuando no hay reciprocidad en caso
contrario, pues comportamientos tan ingenuos por parte de Europa sólo
satisfacen y fortalecen a los más intransigentes.
Jorge Cremades Sena
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