Para
regocijo de quienes defendían la balsámica atomización política como antídoto
al tóxico y nefasto bipartidismo, a medida que pasan los días, tanto la
gobernabilidad de Cataluña como la de España están cada vez más en el aire. Si
en Cataluña ya son tres meses de desgobierno (y los que queden), en España bien
podríamos ir haciéndonos la idea de que va a suceder algo parecido, pues, tal
como está el patio, lo menos malo, es convocar nuevas elecciones para ver si
los votantes hemos aprendido algo o no del experimento. Y si nada hemos
aprendido, como buenos demócratas que somos, hemos de prepararnos para un
futuro, más o menos largo, de inestabilidad política, cuando no de desgobierno,
que sólo puede acarrear un deterioro social y económico perturbador de nuestra
convivencia pacífica. En efecto, en Cataluña, a tres días de agotar todos los
plazos para investir al President de la Generalitat, los salvadores de la
“república independiente” han convertido su coalición de “Junts pel SÍ” en Junts
pel No y siguen a gorrazo limpio para ver si, por fin, las anticapitalistas y
antisistema CUP se dignan a darles el visto bueno al manifiesto desacuerdo
entre los diversos intereses de quienes forman la heterogénea coalición
independentista, salvo en el único objetivo de la independencia, cuyo “procés”
ilegal y antidemocrático está a punto de saltar por los aires, salvo que, en el
último minuto (ya quedan pocos), las CUP decidan prolongar la agonía hasta que
sea el propio peso de la legalidad quien lo aborte. Y en España, aunque queda
algo más de tiempo para agotar los plazos, PP, PSOE y Ciudadanos, los posibles
avalistas y salvadores de nuestra Constitución Democrática, que sumarían en
conjunto más de 250 escaños de los 350 que conforman el Congreso de los
Diputados, son incapaces de ponerse de acuerdo frente a quienes, siendo amplia
y variopinta minoría, apuestan por nacionalismos radicales, soberanismos
antidemocráticos, radicalismos izquierdistas, comunismos trasnochados y
arrebatos anticapitalistas y totalitarios como argumentos básicos para acabar
con las reglas de juego establecidas en nuestra democrática Carta Magna a la
que incluso definen como “régimen del 78”. Elecciones anticipadas pues, en
sendos territorios, frente al desgobierno y, en el mejor de los casos, frente a
gobiernos pintorescos multicolores, que ni siquiera comparten temas esenciales
de Estado, amenazados de disolución a la primera de cambio, que sólo generan
desconcierto e incertidumbre. Elecciones anticipadas y que cada cual aguante su
vela, pues, sobre las diversas interpretaciones interesadas que se hacen sobre
el resultado electoral, la más acertada es, sin duda, la consolidación de
nuestra democracia, con esa amplia mayoría de diputados, supuestamente,
constitucionalistas.
Entretanto, en
Cataluña, mientras Mas presiona a sus socios para salvar la lista
independentista y su propio pescuezo (políticamente hablando) Junqueras, además
de las CUP, le da otro portazo y rechaza su oferta de incorporarse a un Govern
en funciones hasta la celebración de elecciones, cada vez más probables, ya que
en ERC lo consideran un “fraude democrático”. Y en España, incluida Cataluña
obviamente, Sánchez desecha una gran coalición democrática (PP, PSOE,
Ciudadanos) a la alemana y propone una “coalición progresista” de izquierdas a
la portuguesa, aunque sin saber con quién (C´s tiene claro que no iría con
Podemos), mientras Podemos mantiene su apoyo a un ilegal referéndum en Cataluña
y al derecho a decidir y además entorpece el acuerdo en el Congreso al exigir
cuatro grupos parlamentarios (cuatro portavoces, más tiempo de intervención y
sobre todo, más pasta) en vez de uno como el resto de partidos políticos, incluido
el PSOE, a los que, como ya saben, denomina partidos de la “casta”. En
definitiva, en Cataluña el esperpento, y en España preparándonos para ello:
Rajoy oferta una gran coalición a Sánchez y Rivera, como se ha hecho en
Alemania, sin condiciones previas; Sánchez, desafiando a los barones de su
partido, dice no tajantemente y, sin querer ni negociar con Rajoy le exige que
mueva ficha mientras apuesta por una “coalición de cambio” con un Iglesias
dispuesto cínicamente a “hablar de todo” pero con la convicción de que hay que
celebrar el ilegal referéndum catalán; y Rivera dinamita ese supuesto, pero
irreal, pacto progresista de izquierdas con su “no” rotundo a los podemitas y a
otras aventuras secesionistas…. Y el Comité Federal del PSOE impidiéndole a
Sánchez pactar con los nacionalismos soberanistas (podemitas o no), única
opción posible tras el “no” de Rivera para conformar una mayoría aunque fuera
variopinta para desgobernar el país.
Mientras tanto los
diputados electos, para recoger sus credenciales, desfilan por el Congreso,
donde ha llegado también el cuadro “El Abrazo” de Juan Genovés, cedido por el
museo Reina Sofía, y símbolo pictórico de la Transición, que quieren liquidar
muchos de los nuevos diputados (con los que Sánchez pretende pactar para materializar
su ensoñación progresista de izquierdas), mientras el único abrazo político en
la Cámara de momento es el citado cuadro tal como apunta algún medio. Por
cierto, hablando de cuadros, esperemos que nuestros políticos y gobernantes,
muchos de ellos amantes de las ocurrencias y los despropósitos, no se afanen en
imitar las del Rijksmuseum holandés que, en pro de la absurdamente corrección
política, borra del rótulo de los cuadros aquellas palabras que consideran
ofensivas o improcedentes como “moro”, “negro”, “enano”, “indio”, “esquimal” o
“mahometano” en los títulos de los cuadros, al extremo de que, por ejemplo, el
óleo “Jovencita negra” de Simon Maris pasa a llamarse “Mujer joven con abanico”….
En todo caso muchos de nuestros políticos no necesitan imitar nada, su caudal
de ocurrencias y despropósitos rebasa con creces sus capacidades racionales o
culturales, baste recordar aquel memorable “miembros y miembras”, ya clásico,
para culminar, de momento, con las recientes cabalgatas combinadas de “reyes magos”
y “reinas magas” del solsticio de enero, como preparación futura de un Belén en
el que no nace un niño, sino una niña, aunque supongo que acompañando a dichas
reinas magas (que no majas) seguirán permitiendo que sean los pajes, porque su
femenino no suena nada bien.
Y en el exterior cabe
citar que la Bolsa china se desploma de nuevo y arrastra otra vez a los
mercados, perdiendo el Ibex 28.000 millones en cuatro días, el peor arranque de
su historia por la desbandada de los inversores ante el terremoto chino; que,
mientras Al Qaeda amenaza con explosiones en Madrid, un ataque yihadista alarma
Paris en el aniversario de “Charlie Hebdo”, abatiendo la policía a un hombre
que intentó asaltar una comisaría con un arma de fuego y un falso cinturón de
explosivos; que Maduro renueva el gobierno venezolano para darle más énfasis a
las tesis chavistas; y que Alemania está estupefacta por la ola de agresiones
sexuales coordinadas a mujeres (no sólo en Alemania sino en toda Europa),
prometiendo Merkel mano dura mientras la policía investiga la posible
implicación de solicitantes de asilo entre los multitudinarios acosadores,
mientras las víctimas afirman que “unos veinte hombres llenos de ira nos
rodearon y nos manosearon”, lo que no deja de ser una baza para los ultraderechistas
y una dificultad más para el gobierno de coalición alemán,
conservador-socialista, en su política de acogida de inmigrantes y asilados.
Jorge Cremades Sena
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