Según la
primera encuesta realizada después de las elecciones del 20-D, en este caso por
Metroscopia, en caso de celebrarse nuevos comicios, sólo el PSOE, entre los
cuatro partidos grandes, pierde en estimación de voto con respecto a los
resultados obtenidos en dichas elecciones. En efecto, si se repiten los
comicios (aunque sólo se trata de una encuesta y queda mucho por recorrer), el
PP volvería a ser el partido más votado con el 29% de los votos frente al 28´7%
que obtuvo el 20-D, seguido de Podemos con el 22´5% frente al 20´6%, del PSOE
con el 21´1% frente al 22% y de Ciudadanos con el 16´6% frente al 13´9%, lo que,
en caso de confirmarse, una vez repartidos los escaños, dibuja un panorama
político no muy distinto del actual en lo que a la gobernabilidad del Estado se
refiere. Quienes temíamos que la atomización política acarrearía más perjuicios
a España que beneficios, puede que no estuviéramos muy desacertados, entre
otras cosas, porque ante semejante situación se requiere altura de miras y
responsabilidad por parte de los líderes políticos que lamentablemente (y a las
pruebas me remito) brillan por su ausencia en España, donde, en general, se
busca más el regate corto, la pillería política o la chapuza irresponsable para
obtener momentáneamente ventajas partidarias o personales que una sólida
gobernabilidad del Estado a más largo plazo que tanto necesita nuestro país al
intentar salir de la grave crisis que padece. La citada encuesta señala además
que un 61% de los ciudadanos prefiere que los partidos pacten un gobierno y
eviten volver a las urnas frente a un 33% que prefiere nuevos comicios
(destacando entre éstos los votantes de Podemos). Es hora pues de que nuestros
candidatos a gobernarnos se decidan a conformar un gobierno responsable capaz
de afrontar los retos futuros, nada fáciles de resolver, para evitar mayores
dosis de desencanto y frustración ciudadana, como sucede hoy mismo en Grecia
cuya ciudadanía está patas arriba y en las calles, enfrentadas a un gobierno
populista e irresponsable que, tras prometerles el oro y el moro, ha claudicado
ante una realidad tozuda que requiere algo más que buenas intenciones, en el
mejor de los casos, o sobredosis de demagogia, en el peor de ellos.
Entretanto, mientras
el populismo en España paraliza las grandes ciudades, pues la atonía y las
ocurrencias de la gestión de los ayuntamientos gobernados por Podemos, sus marcas
y sus socios coyunturales, inquieta cada vez más a vecinos y fuerzas sociales,
el Rey Felipe se enfrenta a la encrucijada de tener que proponer una
investidura fallida por primera vez en la historia democrática de España, pues
todo apunta a que tenga que proponer a Rajoy, como el más votado, sabiendo del
rechazo del PSOE, no ya a un gobierno de gran coalición, sino también a la
colaboración de gobernabilidad en minoría mediante la abstención. Zarzuela ha
recibido por vías diplomáticas la preocupación en el exterior por la manifiesta
inestabilidad de España, especialmente por parte de Obama y de la UE, que ven
la gran coalición como la mejor solución, en tanto que el Rey se reúne con un
grupo de empresarios del Ibex y de ex políticos para pulsar su nada despreciable
opinión. Y, mientras los barones del PSOE, descontentos con las últimas
ocurrencias de Pedro Sánchez, preparan su alzamiento del 30-E, Juan Carlos
Girauta, portavoz de Ciudadanos, dice que “Nunca vamos a pedir al PP que cambie
de candidato”. Por otro lado, mientras Durán i Lleida se retira como líder de
Unió tras las derrotas electorales, culminando así el fracaso de la “tercera
vía” en Cataluña, que se queda sin su gran mediador, se conoce que CDC, su
eterno socio en CiU, cobró 1´8 millones de euros del famoso 3% en cuatro años y
medio, en tanto que Masdemont se niega a responder sobre las subvenciones
recibidas para sus negocios por parte de la Generalitat.
Y en el exterior, la
noticia sin duda es la reconciliación de Irán y EEUU, mientras la comunidad
internacional se dispone a levantar las sanciones, gracias al acuerdo histórico
irano-estadounidense que pone fin a 10 años de sanciones, una vez que el
Organismo Internacional de Energía Atómica confirma que Teherán ha cumplido las
exigencias que le imponía la comunidad internacional; tanto EEUU como la UE
anuncian el levantamiento inmediato de las medidas punitivas que están en vigor
desde 2006. Lástima que este gran acontecimiento, en sí mismo positivo para
todo el mundo, quede enturbiado por la arriesgada apeesta política de Arabia
Saudí, pues la estrategia de Riad frente a Teherán altera los equilibrios de
Oriente Próximo. Por su parte ISIS y Al Qaeda compiten por extender el
terrorismo mundial, con un ataque terrorista a un hotel de lujo en Uagadugú, la
capital de Burkina Faso, que ha provocado 23 muertos de 18 nacionalidades
distintas, cerrando una semana sangrienta de atentados islamistas en Irak,
Turquía, Indonesia y Somalía que alertan a toda la comunidad internacional. Y
en la estación de la ciudad alemana de Colonia los refugiados sirios, que han
huido del terror, distribuyen flores para mostrar su rechazo a las agresiones
sexuales de estas Navidades en las que participaron algunos de los asilados,
intentando visualizar con este gesto de paz que ellos son las primeras víctimas
de semejantes desmanes.
Jorge Cremades Sena
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