Mientras
los aliados de Podemos amenazan a Iglesias con dejar el grupo parlamentario
podemita en el Congreso, amenazando con irse al grupo mixto o con IU, si
Iglesias no les garantiza representación propia (una cosa es unidos pero no
revueltos cuando cada uno es de un padre y una madre, políticamente hablando),
¡cómo si dependiera de Iglesias conseguirlo!, los líderes regionales del PSOE,
no todos por cierto, rechazan las cesiones a los separatistas, en tanto que
Felipe VI acelera las consultas para evitar lo más posible un vacío de poder
indeseable. En efecto, Pedro Sánchez con su incomprensible cesión de dos
escaños socialistas a ERC y otros dos a DiL para que ambos partidos
ultramontanos, soberanistas, antidemocráticos y anticonstitucionalistas puedan
tener sendos grupos parlamentarios en el Senado, además de garantizar un puesto
en la Mesa al PNV, ha atizado, como dice algún medio, el incendio en el PSOE,
cuyos barones califican de conducta “inexplicable”, otros de “indeseable”,
aunque no falta el grupo de quienes con las orejeras puestas aplauden al líder
por esta “cortesía” parlamentaria, argumentando de forma torticera que
semejante práctica es habitual, incluso con partidos nacionalistas, pero
ocultando que es insólita con aquellos partidos, como es el caso, que atentan
contra la Constitución o contra la unidad de España, lo que convierte a Sánchez
y, por tanto, al PSOE, si nadie lo remedia, en el primer partido que avala y
ayuda a las políticas que quieren “romper España” y manifiestan hacerlo “sí o
sí”, contra viento y marea, por encima de leyes, constituciones o legalidades
que simplemente no reconocen como suyas. No extraña pues que los dirigentes más
sensatos del PSOE reaccionen ante semejante deriva de Pedro Sánchez hacia el
abismo cuando el propio Comité Federal marcó que la línea roja para negociar
era precisamente el totalitarismo soberanista, ya que su decidida estrategia de
agarrarse a un clavo ardiendo para salvarse de la quema, cuando debiera haber
dimitido ante los deplorables resultados electorales del 20-D (los peores de la
historia del partido), puede arrastrar al PSOE, como ya sucedió al PSC en su
aventura del “tripartito” por puro capricho del cordobés Montilla, al borde del
precipicio.
Y para poner la guinda a los despropósitos,
va Sánchez y llama a Puigdemont para ofrecerle con sus raquíticos 90 escaños
una reforma de la Constitución, cuando todo el mundo sabe que como mínimo se
requieren 210 escaños para ello y cuando todo el mundo sabe que los
independentistas no quieren ningún tipo de reforma constitucional sino irse, sí
o sí, de España como sea. En todo caso, gracias a la “cortesía” de Pedro tanto
ERC como DiL percibirán al año 269.016 euros, un 44% más de lo que les
correspondería al no poder formar grupos parlamentarios, lo que no les vendrá
nada mal para seguir haciendo propaganda contra España, cuando en cualquier país
decente del mundo, con gobierno y oposición responsables y unidas (en
cuestiones de Estado es lo que se exige), ya estarían más que desautorizados o
retirados de las instituciones sin ningún tipo de contemplaciones. Aquí los
independentistas totalitarios felices y contentos mientras de forma sumisa y
para que no se enfaden (yo creo que además por otros intereses espurios) nada
menos que el PSOE les ofrece reformar la Constitución para que se queden a
costa de darles más privilegios que al resto de españoles y Podemos les ofrece
un referéndum para que se vayan antidemocráticamente. Dos ofertas intolerables,
una por antisocial y la otra por antidemocrática, que además no dependen de
quienes las hacen. Es la tragedia de este país llamado España en el que cuando
se necesita altura de miras en los políticos raras veces se les encuentra. ¿Tan
difícil es entender que desde las instituciones no se puede permitir arremeter
contra el Estado que les da legitimidad? ¿Tan difícil, que la legalidad ha de
exigirse caiga quien caiga y hasta las últimas consecuencias? ¿Tan difícil, que
el fin en democracia no puede justificar los medios? Espero que al menos el
pueblo español, incluyendo a los catalanes, empiecen a entenderlo y a poner a
cada quien en su lugar… de lo contrario, apaga y vámonos.
Y mientras el Ibex
pierde un 10´5% en el peor inicio de año de toda su historia, perdiendo en
enero más que en todo 2015, en el capítulo de golferías cabe citar que en el
“caso Bárcenas” hay orden de que se investigue quien borró los datos de su
ordenador; que en el “caso de los Pujol” en los papeles del empresario
Sumarroca se comprueban pagos del 3% a J.P, ¿quién es?, adivina adivinanza; y que,
aunque Errejón lo niega y ahora califica el régimen iraní de “abyecto”
(bienvenido sea), olvida que su jefe Pablo Iglesias ya reconoció en su día que
el régimen iraní le pagaba para desestabilizar la democracia, justificando en
su programa que “quien haga política tiene que cabalgar con contradicciones”,
lo dicho, el fin, justifica los medios.
En cuanto al exterior
se refiere, el Parlamento ruso debate arrestar a quien se confiese gay (en el
Irán que colabora con Iglesias directamente se los cargan) y en Venezuela (en
el régimen asesorado por Monedero, Bescansa y compañía) Maduro da un verdadero
“golpe” declarando el estado de emergencia para anular a la oposición,
limitando durante dos meses las garantías constitucionales justo dos horas
antes de comparecer ante la Asamblea Nacional, con inmensa mayoría opositora,
basándose en la caótica situación del país, justo a lo que lo ha conducido el
régimen chavista.
Jorge Cremades Sena
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