Mientras
sigue la polémica sobre los pactos postelectorales para conformar un gobierno
estable en España, con un probable tripartito “anti-PP”, que está marcando la
campaña electoral, Rajoy alerta de que los acuerdos para echar a la fuerza más
votada son un “error democrático”, mientras Sánchez y Rivera intentan
desvincularse de un pacto a tres, pero sin descartarlo ninguno de los dos, e
Iglesias no defienda que gobierne el partido con más votos sino el que logre
más apoyos en la investidura, aunque Rivera haya dicho “seré el líder de la
oposición si quedo segundo”, pues rechazará entrar en el Ejecutivo si no
consigue ser Presidente, y aunque el Gobierno pronostique que el nuevo gabinete
será de “centro derecha liberal”, es decir, liderado por el PP o por Ciudadanos.
Nada que objetar a ninguna de las bazas que están utilizando unos y otros en
esta especie de estrategia de trileros que todos utilizan con la necesaria
ambigüedad calculada para jugar al despiste ante los electores, que obviamente
querrían mayores certidumbres, ya que ninguno está obligado a garantizar que
gobierne la lista más votada, como ha venido siendo habitual, o la que más
apoyos logre en la investidura, que sería novedoso a nivel nacional aunque ya
no lo sea a niveles locales y autonómicos. Pero sí caben objeciones a que los
acuerdos para echar a la fuerza más votada sean un “error democrático” ya que,
en todo caso, sería un error político, siempre discutible, pues si asumiéramos
que es un error democrático debiéramos todos entonar el mea culpa por no
haberlo corregido con anterioridad, bien primando, como hacen en otros países,
la lista más votada, bien abocando a una segunda vuelta, como hacen otros
países, las dos listas más votadas para que los ciudadanos elijan concretamente
cuál de ellas debe asumir la gobernabilidad. Es cierto que con cualquiera de
estas fórmulas, totalmente democráticas, se evitarían complots contra la fuerza
mayoritariamente elegida por los ciudadanos y contra coaliciones parlamentarias
de gobiernos anti-natura que desvirtúan el sentir mayoritario de la ciudadanía;
pero también es cierto que los españoles hemos optado por este modelo y ahora
toca asumirlo con todas las consecuencias, guste o no guste. En todo caso, con
error político o no, con error democrático o no, en cuanto a los asuntos
económicos se refiere, al ser miembros de la UE, los márgenes y las alegrías
pintorescas tienen un margen reducido (y si no ahí está Grecia para
constatarlo), pues la Comisión Europea advierte en su informe sobre el rescate
a España de que el Gobierno que salga de las elecciones deberá cumplir el
objetivo de déficit, lo que requiere, entre otras medidas, completar la reforma
laboral y hacer más ajustes. Es lo que hay cuando no somos autárquicos y
formamos parte, por el bien de todos, de un club de socios con el objetivo de
ser más fuertes y competitivos en este mundo de economía globalizada en el que
estamos inmersos.
En cuanto a otros
asuntos cabe citar que un testigo avala las sospechas de la Fiscalía contra la
juez Victoría Rosell, candidata estrella de Podemos (ya ven, en todos los
sitios cuecen habas); que, según uno de los marineros detenidos a bordo del
buque-escuela de la Armada, Elcano, donde se encontraron 127 kilos de cocaína,
“el tráfico de drogas en el Elcano era generalizado”, demostrándose que el
barco era utilizado para el narcotráfico a gran escala (¡así va la educación!,
tratándose de un buque-escuela… ¡quién lo diría!); que España defenderá sus
derechos sobre el galeón San José, cuyo hallazgo reivindicó el gobierno
colombiano, rodeando de misterio el descubrimiento del barco hundido en 1708
(se avecinan, como en otros casos, pleitos sin fin); y que la Audiencia
Nacional ha dictado orden de arresto contra Elizarán, ex Jefe de ETA, quien,
excarcelado por Francia al haber cumplido su condena, se trasladó desde
Barajas, viendo que nadie le detenía, a San Sebastián, donde disfrutó de un
“cálido” homenaje con “txikitos” y fiesta para celebrar su libertad (en fin,
cosas que suceden en nuestro país).
Por lo demás, mientras
la OMS hundió hasta un 10% las ventas de carne y embutidos en supermercados,
las elecciones en Venezuela y en Francia hegemonizan las noticias del exterior.
En una jornada electoral en que la oposición en Venezuela denuncia irregularidades
al cierre de los colegios y exige el recuento manual de las papeletas y, a
pesar de todo, confía en una victoria que permita poner fin al chavismo, la
esposa de Leopoldo López asegura que están en “el inicio del cambio” ya que
“hoy se abre una puerta a la democracia”, lo que, según todos los indicios, así
será, a pesar de que Maduro lleve a los votantes en camionetas, pues en una
jornada con participación histórica ya a última hora y avanzada la madrugada se
da por hecha la victoria de la oposición venezolana y se apunta a que Maduro
así lo reconoce y ofrece diálogo a la nueva Asamblea, que no domina,
comprometiéndose a “buscar puntos de encuentro necesarios”. Y en Francia la
ultraderecha se convierte en el primer partido tras imponerse en las elecciones
regionales, colocándose el Frente Nacional de Le Pen en la primera fuerza
política, aupada por los atentados de París y por la crisis de los refugiados,
mientras Sarkozy rechaza un pacto con la izquierda para frenar en segunda
vuelta a Le Pen y el partido socialista de Hollande se hunde en esta primera
vuelta….. ¡al menos los franceses tienen la oportunidad de elegir directamente
en segunda vuelta quién es quién en Francia!; en España quedaría al libre
albedrío de los contubernios parlamentarios interesados de unos y otros. ¿Error
democrático? Júzguenlo ustedes y, si fuera así, ¿por qué no se corrige?
Esperemos que la experiencia nos sirva para algo.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias