Es la
oferta que hace Mariano Rajoy al PSOE y a Ciudadanos, confiando que, al final,
la crisis interna del PSOE, favorezca su investidura, aunque, hoy por hoy, no
descarta convocar nuevas elecciones, a las que, por cierto, se volvería a
presentar como candidato por el PP. Espera pues Mariano que en las disputas
internas socialistas salga vencedora el ala moderada del partido y formar así
con ellos y con C´s un gobierno “de amplio espectro” y “estable”, avalado por
una “amplia mayoría” para “preservar los grandes valores constitucionales”
puestos en entredicho al día de hoy. Por su parte en el bando socialista Pedro
Sánchez, que planta cara al intento de relevarle al frente del PSOE y se
resiste a convocar un congreso de forma inmediata contra la opinión de los
barones, reitera que nunca (y nunca es nunca) pactará con el PP, mientras que
Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana en alianza gubernamental con
Compromís, la marca de Podemos en Valencia, afirma “estoy seguro de que habrá
que convocar elecciones de nuevo”, mientras el PP se queda en el Congreso de
los Diputados con 122 escaños al no aceptar que De la Serna, diputado electo
por Segovia, forme parte del Grupo Popular a causa de la investigación de que
es objeto al compatibilizar su actividad parlamentaria en la pasada legislatura
con actividades privadas a las que le autorizara, como a otros tantos, la
propia Cámara legislativa, pero, que tal como está el patio, no queda como un
comportamiento edificante. Exclusión que de alguna forma dignifica en esta
ocasión al PP y no así a la Vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica
Oltra, ni al gobierno valenciano, presidido por Puig, ya que, ante el
nombramiento del marido de la Consejera de Sanidad, la socialista Carmen
Montón, como gerente de una empresa pública, Oltra se limita a una crítica
suave manifestando que dicha contratación no la ve “estética” cuando nos tiene
acostumbrados a ser azote implacable contra este tipo de conductas poco
decorosas; mientras tanto, por parte de Puig, la callada por respuesta, además
del nombramiento… Por tanto, ni nepotismo, ni nada de nada, al igual que sucede
en el Ayuntamiento de Barcelona o en el de Madrid, gobernadas por otras marcas
de Podemos, donde se practican contrataciones de familiares y amigos de forma
similar; a lo sumo, ya ven, una cuestión estética. Y es que ya saben… en este
mundo político traidor nada es verdad ni mentira, todo, según el color, del
cristal con que se mira.
Así está pues el
panorama político español, para mayor gloria de los detractores del
bipartidismo a quien culpan de todos los males del país. Y entretanto en
Cataluña Artur Mas se jacta, refiriéndose a la CUP, que “pueden forzar
elecciones pero no cambiar al presidente” mientras la cúpula de la CUP (partido
que se define como independentista, anticapitalista, feminista e
internacionalista) deshoja la margarita; un verdadero papelón de Mas que ya
tenía prevista en su agenda su investidura antes de que la asamblea “cupista”
votara y le dejara plantado de nuevo, previendo que el pasado día 27 los
anticapitalistas decidirían apoyar su investidura, que el 31 de diciembre, es
decir, mañana, se reservaba para su proclamación y el próximo 5 de enero,
víspera de Reyes, su toma de posesión. En todo caso, mientras los Reyes le
traen carbón por su mal comportamiento, la ANC convocará un acto para forzar el
acuerdo, con lo que todavía Artur Mas puede tener suerte, aunque no sabemos si
será buena o mala.
En cuanto a otros
asuntos destacar que mientras las grandes superficies salen de la crisis, el
pequeño comercio es incapaz de hacerlo; que el 80% de los menores de 30 años
vive con sus padres y sólo un 6% de los españoles menores de 24 años se ha
independizado; y que la madre de Alan, un transexual de 17 años que no pudo
superar el “bullyng” y se quitó la vida en Barcelona el día de Nochebuena, hace
un relato estremecedor de todo lo que su hijo hubo de vivir en este mundo
intolerante e intransigente hasta no poder aguantar más y suicidarse, pues “se
rieron de él toda la vida”, lo que debiera hacernos meditar seriamente sobre si,
como sociedad, hacemos todo lo suficiente para que este tipo de aberraciones
sociales no pasen.
Y en el exterior,
destacar que el Estado Islámico ha perdido un 40% de su territorio en Irak…
¿cuánto sufrimiento se hubiese evitado si la comunidad internacional no hubiera
permitido en su día semejante expansión territorial del radicalismo islámico y
ahora cuánto sufrimiento más para arrebatárselo? Esa es la cuestión.
Jorge Cremades Sena
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