No sé si
Susana Díaz, tal como se publica, maniobra para relevar a Pedro Sánchez en
marzo, ni si la presidenta andaluza intentará presentar en las próximas horas
las firmas necesarias para forzar la celebración del Congreso del PSOE antes de
tres meses y optar a la Secretaría General; pero sí tengo la certeza de que los
pésimos resultados electorales del 20-D y la intención de Pedro de camuflarlos,
buscando pactar con Podemos, aliado ya a la estrategia antidemocrática de los independentistas
y al inexistente derecho a decidir, le está pasando factura no sólo a él sino a
todo el partido. De momento el PSOE impone a Sánchez un congreso, que él quiere
aplazar para ganar tiempo, y descartar a Podemos, pues el Comité Federal exige que
Iglesias renuncie al referéndum (algo imposible de cumplir en Podemos tras
entregarse a Ada Colau en Cataluña) antes de iniciar un diálogo y anuncia que
el mes próximo fijará la fecha del cónclave socialista. Por su parte Iglesias
ya avisa de que no renunciará a la consulta soberanista, mientras que, con una
jeta que se la pisa, renuncia a bombo y platillo a la pensión del Congreso que
ya no existe. En definitiva, tanto Iglesias, como Rivera, se suman a la presión
sobre los socialistas, pues, aprovechando la crisis del PSOE y, a mi juicio, la
estrategia errada de su líder, tanto el PP, como Podemos y Ciudadanos presionan
agobiantemente a Sánchez (“populares” y Rivera exigiéndole que haga caso a sus
barones y defienda la unidad de España; Iglesias, reprochándole que “no
manda”), mientras no es descabellado que, ante tanta incertidumbre, los barones
socialistas preparen la sucesión de Pedro ya que, según se publica y nadie
desmiente, quieren un Comité Federal el 9 de enero para convocar el Congreso y
elegir un nuevo Secretario General, pues creen que no habrá acuerdo con Podemos
y buscan un “líder renovado” en caso de tener que repetir elecciones generales,
vetando negociar con Iglesias si no retira el referéndum (bien saben que no lo
va a hacer), mientras Sánchez, por su lado, les echa en cara que ellos ya
pactaron con él en las locales y autonómicas. Rajoy por su parte eleva la
presión para la “gran coalición” ante la manifiesta división en Ferraz, donde,
como ven, las cosas están mal pero incluso son susceptibles de empeorar. Y es
que, cuando la estrategia política, es un despropósito detrás de otro, sólo se
puede esperar el caos.
Y para caos, Cataluña.
Ya se conoce que veinte votos nulos o en blanco se cambiaron en la última
votación de la asamblea de la CUP para conseguir el insólito empate a 1.515
votos sobre la investidura que queda, de momento, ni sí ni no sino todo lo
contrario, en tanto que el Parlament, por si acaso, habilita los días 4, 5 y 7
de enero por si los anticapitalistas deciden acabar con la farsa e investir a
Mas, quien manifiesta que está a la espera y que todo es normal en Cataluña, en
la Generalitat y en su gobierno provisional, mientras Junts pel Sí, que lo puso
de número cuatro en sus listas, rechaza subir la oferta a la CUP (ya son demasiadas
concesiones humillantes) y le mantienen, al menos de momento, como
presidenciable. El largo plan asambleario que inicia ahora la CUP para su fallo
final y definitivo sobre Mas decide este sábado si vuelve a votar la
investidura… ellos tienen la última palabra sobre los designios futuros de los
catalanes y, de alguna forma, sobre el resto de españoles y su convivencia.
Insólito, ¿verdad? Tan insólito como el empate bochornoso para seguir
burlándose de la democracia.
En cuanto a otros
asuntos se refiere cabe citar que la debilidad del euro impide que la caída del
crudo se refleje en las gasolinas (siempre hay algo que lo impide); que en 2015
se han vendido un millón de coches, cifra no alcanzada desde 2008 (sólo falta
que enredemos ahora para enturbiar dichos éxitos económicos); que el ex socio
de Urdangarín trata de implicar a la Casa Real con nuevos “mails” (al margen de
las pretendidas implicaciones lo urgente es que los presuntos chorizos paguen
por ello cuanto antes); y que el norte de la Península Ibérica arde de forma
alarmante ya que hay más de 100 fuegos, muchos de ellos provocados, que arrasan
desde el día 20 los bosques de varias CCAA, especialmente de Cantabria con 83
incendios (ya es hora de afrontar con todo rigor y desde todos las perspectivas
posibles semejante barbarie).
Y en el exterior dos
noticias importantes. La primera que, por fin, Japón hace justicia con las
esclavas sexuales de Corea, pues, después de setenta años, pide perdón y pagará
siete millones a las 46 supervivientes, entre las 200.000 mujeres esclavizadas
por el Imperio nipón durante su colonización en el continente asiático que
acabó con la segunda guerra mundial (aunque insuficiente, a todas luces, mejor
que obcecarse ignorando y no asumiendo las atrocidades cometidas en el pasado).
La segunda que la Venezuela de Maduro consigue el intolerable récord de
convertirse en el país más violento del mundo a pesar de no estar en guerra,
que se sepa, con unos 74 asesinatos al día, sufriendo su peor año de violencia
con casi 28.000 asesinatos, la mayoría de ellos sin resolver… y Maduro a lo
suyo (como para tomarlo como ejemplo de algo).
Jorge Cremades Sena
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