En pleno escándalo de presuntas corrupciones
por parte de los sindicatos, especialmente de UGT, nada menos que quien fue
presidente de la patronal CEOE, Díaz Ferrán, acaba de ser condenado por la
Audiencia Nacional a dos años y dos meses de cárcel por fraude fiscal de casi
cien millones de euros en la compra de Aerolíneas. Se ve que en esto de la
corrupción los dirigentes de los obreros y de los patronos se entienden a la
perfección. Ahora Díaz Ferrán deberá pagar a Hacienda los 99.049.520 euros
defraudados, más otro tanto en concepto de multa. Curiosamente el patrón de
patrones declaró durante el juicio que no había cometido “ningún delito fiscal”,
simplemente creía que no tenía que pagar “nada a Hacienda”; seguramente pensaba
que eso de cumplir con Hacienda es cuestión sólo para los trabajadores. En fin,
nada sorprendente, es lo que suelen hacer casi todos a los que cogen con el
carrito del helado. Lo importante es que dicho dinero sea devuelto a todos los
españoles, que son sus verdaderos propietarios, así como la citada multa, que
sirva como aviso a navegantes. Pero que las pague, amén de cumplir los años de
cárcel estipulados.
Por cierto, hablando de cárcel, el bueno de Artur Mas, con
toda solemnidad, manifiesta que no tiene miedo ni de ir a la cárcel, ni de “la
suspensión de la autonomía”. Un hombre valiente donde los haya. El problema es
que el asunto que lleva entre manos no es cuestión de valentía, sino de sentido
común y de legalidad. Tan valiente que incluso se me antoja temerario y, en
consecuencia, peligroso. Dice que el referéndum no se “podrá evitar” y que él
votará “sí” a la independencia “como persona”. Hombre yo supongo que no votará
como animal o cosa y lo haría, en el caso de que pudiera celebrarse la
consulta, como el resto de personas. Supongo que ha querido decir que no lo
hará como “president” y, si así fuera, le reconozco todo el derecho a que
votase lo que le viniere en gana e incluso hiciese proselitismo a su objetivo,
pero no lo puede hacer, siendo ilegal, desde la alta institución que gobierna.
Si ha sido eso lo que quería decir, bienvenido sea ese instante de lucidez
democrática. Todo ello ha sucedido en una larga entrevista en TV3, su
televisión, en que, entre más de sesenta preguntas, la más comprometida para el “president”
ha sido "si el caso Palau le hace
sufrir", lo que evidencia el objetivo propagandístico de la misma. Imagino que
con lo valiente que es el asunto sobre el Palau en vez de hacerle sufrir o
preocuparle más bien le causará risa. Menos mal que está dispuesto a pedir una
cita secreta con Rajoy para hablar de la consulta, es su aportación personal al
diálogo, aunque sea de besugos y la conclusión esté fijada de antemano. De
momento el PP estudia con Montoro impugnar los presupuestos que han de
aprobarse para Cataluña por los cinco millones de euros que prevén para el tema
secesionista ilegal mientras miles y miles de catalanes (como otros tantos
españoles de otras regiones) no llegan a final de mes. En fin, ¡todo por la
patria!
Y mientras la UE nos da un tirón de orejas por presuntas
ayudas ilegales a determinados clubes de futbol, entre ellos Madrid y Barça;
mientras Fiscalía pide al juez Ruz que requiera los contratos de Neymar, y,
mientras un turbio asunto de blanqueo de dinero afecta, al menos a nivel de
testimonio, a la familia del mismísimo Messi (quien, al igual que Díaz Ferrán,
ya tuvo graves problemas con el fisco anteriormente), otro personaje, el ex
presidente de Caja Madrid señor Blesa, que nada más dejar su “empleo” se compró
una mansión al contado por más de dos millones de euros, anda de pleitos con el
juez Silva, que llegó a encarcelarlo, al que acusa de perseguirle, ya que,
según el ex banquero, han cercenado su vida profesional. Veremos a ver cómo
queda todo este asunto y hasta donde salpica, pues este tipo de asuntos se sabe
cómo empiezan pero nunca cómo terminan. Al tiempo, pues.
Jorge
Cremades Sena
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