Mientras todos los europeos, en menos de un
mes, van a decidir en las urnas cómo gestionar la crisis que atraviesa la UE,
que afronta las elecciones más decisivas de toda su historia, en España,
particularmente, los sondeos dan un empate o una mínima victoria del PP,
dependiendo de la participación que, como en el resto de países de la UE, se
presume bastante baja. Si la alta abstención, que beneficia a las opciones
euroescépticas y xenófobas, preocupan en toda la UE, en España, el desapego a
los partidos que han tenido el mayor peso gubernamental en estos años, PP y
PSOE, beneficia a opciones más minoritarias, como IU o UPyD, aunque sus planteamientos
programáticos queden bastante lejos de ser viables; no obstante, su coyuntural
éxito dependerá de opciones antisistema que, ovacionadas por algunos
erróneamente en sus irreales planteamientos, proliferan ahora intentando recoger
votos en el turbulento mar del desencanto. Es la evidencia de que las opciones
demagógicas al final se vuelven contra quienes coyunturalmente las practican y a
quienes presumían como aliados, ahora los encuentran enfrente como
contrincantes. Lo más grave es que, tratándose de elecciones muy importantes,
entre unas cosas y otras (Bruselas se presume lejana aunque buena parte de lo
que sucede aquí obedece a decisiones tomadas allí), no se les de la importancia
que realmente tienen y, utilizándolas como expresión de castigo o indignación,
mediante la abstención o el voto inútil a proyectos inviables, configuremos un
resultado totalmente distorsionado de lo que realmente quiere la mayoría amplia
de europeos para afrontar el futuro inmediato de la UE. Es el peligro real que
entraña estos comicios si hacemos caso a quienes piensan que cuanto peor,
mejor.
Y, mientras los partidos se disponen a encarar las
europeas, los asuntos de corrupción, del tipo que sea, afloran una y otra vez,
protagonizando las portadas de los periódicos. Hacienda reclama 242 millones al
gigante del aluminio, Alcoa, por fraude fiscal, al deducirse intereses de forma
inapropiada; Fiscalía pide 250 años para los acusados del “caso Guateque”, el
monumental escándalo de corrupción del Ayuntamiento de Madrid, preñado de
sobornos, licencias falsificadas, informes robados y otras fechorías entre empresarios
y funcionarios municipales; cuatro donantes de la caja b de Génova basaban sus
negocios en el Gobierno del PP; la trama de formación ayudó a empresarios
afines al PSOE, al extremo de que, según la Udef, empresas administradas por un
cargo socialista de Almería y otro próximo a la Junta facturaban casi dos
millones de euros sin contratar a ningún trabajador…..En fin, son algunas de
las perlas sobre corrupción que nos regalan hoy los medios. Todo un elenco de
sinvergonzonerías, de todo tipo y de todos los colores, que, en si mismas,
justifican que la gente esté hasta las narices de tanto sinvergüenza. Menos mal
que, al menos, Justicia se opone a los indultos de Garzón, Matas y Ortega Cano,
entre otros, pues sólo faltaba, como ya ha sucedido con demasiada frecuencia,
que estos delincuentes, cada uno a su estilo, al final se burlasen
definitivamente de todos los españoles. Y todo, mientras se detecta una campaña
de acoso contra el Ministerio Público, una especie de juego sucio de un grupo
policial contra fiscales del “caso Gao Ping”. Por el bien de la policía en su
conjunto, de los fiscales en general y de todos los españoles, esperemos que
todos estos presuntos delincuentes paguen de forma severa por sus inaceptables fechorías.
En otro orden de cosas, mientras el Estado se sigue
olvidando de los vecinos de Lorca, ya que sólo el 4% de las familias afectadas
han sido realojadas tras tres años del terremoto, y, mientras el Gobierno
anuncia a Bruselas que creará 650.000 empleos netos y que la tasa de paro
bajará en 2015 del 25%, los socialistas (cuyos votantes, uno de cada tres
considera que habrá una inminente recuperación del empleo), acaban de denunciar
una escalad de tensión tras una agresión física a Pere Navarro. Sobre el olvido
de Lorca, la más enérgica repulsa a quienes tengan la responsabilidad del
realojo. En cuanto al empleo, que ojalá el gobierno acierte, ningún tipo de
euforia sobrevenida, la altísima tasa de paro es el mayor desastre de todos los
que padecemos e incluso, los cientos de miles de empleos citados, son
insuficientes para tener una cierta dosis de satisfacción, aunque siempre sea
mejor esta presumible consolidación del cambio de tendencia; por encima de los
intereses partidarios, de uno u otros, la generación de empleo está muy por
encima de cualquier otro legítimo interés y debiera alegrar a todos los
ciudadanos por igual. En cuanto a la agresión a Pere Navarro, quienes
rechazamos en todo momento cualquier tipo de agresión violenta, de palabra u
obra, sólo manifestar la más enérgica repulsa, como en el resto de casos
conocidos. En todo caso, debieran reflexionar quienes, dependiendo de la coyuntura
y de los protagonistas de la violencia en el origen o el destino, utilizan
distintas varas de medir a la hora de repudiar semejantes actuaciones,
olvidando que siempre, en todo momento y lugar, por la razón que sea, con la
violencia hay que tener tolerancia cero. Al final siempre se vuelve contra
quienes prefieren mirar hacia otro lado cuando no son ellos los destinatarios
de la misma.
En cuanto a la banca se refiere, mientras la
reestructuración del sector bancario recorta las ayudas de las antiguas cajas a
obra social (ya sean bibliotecas, universidades y hasta centros para mayores),
reduciendo más del 50% su presupuesto al respecto, la Caixa, en sus nuevos
estatutos, decide blindar su vínculo con España y, por primera vez en 110 años,
establece que su “territorio principal” es “todo el Estado”, suprimiendo que
Cataluña oriente “todas sus actuaciones”. En fin, lo normal y lógico en
cualquier persona razonable, más aún si, como es el caso, conoce las
repercusiones negativas en caso contrario. No obstante, mientras una decena de
juristas redactan por encargo una Constitución para Cataluña, Artur Mas El
Ausente valora no ser el candidato en las elecciones autonómicas si no hay
consulta. La realidad es tozuda y, aunque sea a golpe de fracasos, al final, se
impone. ¿Diría lo mismo si la consulta de la que habla fuese legal? Seguro que
no.
En lo que respecta a temas internacionales, mientras
Brasil autoriza la suelta de millones de insectos estériles transgénicos para
combatir el dengue, en Ucrania la situación no mejora. Los prorrusos desafían a
la comunidad internacional manifestando que “sólo liberaremos a los
observadores cuando suelten a los nuestros” al considerarlos como prisioneros
de guerra, mientras toman el control de la televisión de Donetsk. Y la
comunidad internacional, prácticamente, cruzada de brazos. EEUU protege a los
bálticos e insta a la UE a que adopte posturas más enérgicas frente a la
insostenible y peligrosa situación. Merkel no tiene claro que esa sea la
solución, en tanto que los países vecinos, viven con estupor la escalada de
violencia sin que se tomen contundentes medidas al respecto. Es obvio que cada
uno juega en tableros diferentes, con diferentes intereses.
Para finalizar, destacar la ceremonia de canonización de
Juan Pablo II y Juan XXIII, presidida ante 800.000 personas por el Papa
Francisco, que define a los dos nuevos miembros del santoral eclesiástico como “dos
hombres valerosos que restauraron y actualizaron la Iglesia”, tarea en la que,
visto lo visto, el actual Papa sigue empeñado. Para creyentes o no, en todo
caso, un acontecimiento histórico de primera magnitud y un acto de primerísimo
orden social, no sólo por el mensaje implícito del sentido de la santidad, sino
por la repercusión social para tantos y tantos millones de creyentes que en
todo el mundo acuden a la convocatoria.
Jorge Cremades Sena
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