No estaría de más que
las autoridades competentes en cada caso decidieran poner freno a la respectiva
escalada de quienes trepan a ninguna parte. Es lo que el Secretario General de
la OTAN pide a Rusia respecto a su intervención en Ucrania por disimulada y
desmentida que sea. Mientras desde Kiev el gobierno de Ucrania lanza una
ofensiva militar contra los grupos rebeldes prorrusos, desde Moscú se emplaza a
Occidente a que frene a Kiev para evitar una guerra civil y desde la OTAN se
acusa al Kremlin de actuar “como un adversario”. Entretanto los choques
violentos en el este de Ucrania, que Kiev trata de no perder, se producen las
primeras víctimas. ¿Alguien entiende este guirigay? Ni la oferta de “autonomía”
a las regiones orientales por parte de las autoridades ucranianas, ni la ONU,
ni las potencias que, como Rusia, tienen intereses en la zona, ni, en
definitiva, nadie es capaz de poner freno a la escalada de violencia y
desestabilización que se viene produciendo en Ucrania, cuyo rumbo, se asemeja,
con las distancias que se quiera, a lo que viene sucediendo en Siria. Mientras
estén en juego los intereses foráneos en la zona y haya colaboradores ciegos en
el interior del país dispuestos a enfrentarse entre ellos para indirectamente
defender los intereses de uno u otros, el juego maldito de la guerra está
servido. Las verdaderas víctimas, el pueblo llano y sencillo.
Freno a la escalada secesionista es
lo que, al parecer, pretende Rajoy con un curioso plan. Ni se trata de
modificar la Constitución, ni de dar un trato preferencial a Cataluña, ni de
aplicar la norma constitucional a rajatabla, ni nada de eso. El plan de Rajoy
para neutralizar el secesionismo consiste, por lo visto, en que España ceda
soberanía a Bruselas, haciendo así innecesaria cualquier aventura
constitucional. Buena forma de quitarse el muerto de encima y pasárselo
directamente a las autoridades de la UE. No obstante, desde la Asamblea
Nacional Catalana, que desde hace tiempo marca el rumbo a Artur Mas, su
dirigente Forcadell profetiza que “Mas no aguantará hasta 2016 si no hay
referéndum”. Por tanto, con un poco de suerte, ni siquiera será necesario
transferir la soberanía española, incluidos los catalanes, a Bruselas para
encauzar tan peliagudo asunto. Y sobre todo ahora que los soberanistas se han
sacado de la manga no se sabe qué tipo de informes por los que, a pesar de lo
que ya han dicho casi todas las autoridades europeas, cabe la posibilidad legal
de una Cataluña independiente como nuevo estado miembro de la UE sin beber el
trago amargo de la soledad. Al fin y al cabo ¡qué más da! Si hemos inventado un
estado independiente catalán en el pasado, totalmente inexistente, por qué no
es posible seguir inventándolo en el futuro dentro de la UE.
Freno a la escalada de la corrupción
es lo que proponen los fiscales, especialmente los adscritos a Anticorrupción,
por la vía del endurecimiento de las leyes contra este tipo de delitos. Piden,
por ejemplo, que sea delito el enriquecimiento injustificado de los
funcionarios y de los políticos, así como que a los denunciantes se les aplique
un protocolo especial de protección para facilitar que salgan a la luz los
comportamientos ilícitos. No estaría de más que ampliaran el asunto sin
restringirlo a funcionarios o políticos, aunque estos sean los que mayor escándalo
social generan. Seguro que muchos ciudadanos se sorprenderían de la cantidad de
fortunas que han surgido por arte de magia. Un escándalo que contrasta con la
inmensa mayoría de ciudadanos cuyos ingresos, procedentes de su trabajo legal,
son controlados por Hacienda hasta el infinito, mientras otros, en muchos casos
sin oficio ni beneficio, llevan una vida de super lujo que no se corresponde
con los ingresos que perciben.
Freno a la escalada de deterioro del
medio ambiente que, de continuar así, pronto hará insostenible la vida en el
Planeta Tierra. No estaría de más atender el SOS que acaban de hacer los
científicos por el cambio climático, al extremo de que expertos de la ONU piden
políticas radicales para combatir el desastre que cada vez con más frecuencia
nos recuerda la Naturaleza con inesperados fenómenos naturales o efectos
desorbitados. Por cierto, un gigantesco incendio asola la bella ciudad chilena
de Valparaíso, convertida así en un verdadero infierno dantesco.
Y, finalmente, no estaría de más
poner freno a la escalada de críticas del viaje del Rey al Golfo Pérsico apoyando a empresas
españolas, cuando, al margen de que se sea monárquico o no, es un gesto del
Jefe del Estado digno del reconocimiento unánime; a las tardanzas de los
tribunales, incluido el TC, aplazando “sine die” la sentencia sobre la ley del
aborto para esperar la reforma del Gobierno que deroga la norma, cuando
seguramente sería más positivo contar con dicha sentencia previamente para que
tirios y troyanos centraran mejor su debate político a favor o en contra; al
retraso en el pago de las becas que está ahogando a miles de estudiantes para
finalizar con éxito sus estudios cuando la propia administración les ha
reconocido el derecho a las mismas; y, en definitiva, freno a la supuesta
ofensiva islamista internacional o no para expropiar la Mezquita de Córdoba a
la Iglesia o, en todo caso, a quienquiera que sea su propietario legal, pues,
por más que Al Jazeera sea el primer medio que se hace eco de la campaña, por
más argumentos de tipo histórico-religioso que se esgriman sobre su origen o de
cualquier otro tipo de argumentos anacrónicos por el estilo, no es la forma
adecuada de deslegitimar una determinada propiedad o uso actual de ningún
edificio…. por esa regla de tres podríamos incluso llegar a la conclusión de
expropiar todo tipo de propiedad privada remontándonos en la historia al
instante en que alguien, obviamente por la fuerza, decidió inventársela y darle
carta de legalidad, lo que nos conduciría al absurdo.
Jorge Cremades Sena
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