Si en su momento la estrella del programa
electoral del PP era la bajada de impuestos, ya es hora de que, después de
subirlos estrepitosamente, y pasado el ecuador de la legislatura, se bajen de
forma sustancial. Y así lo acaba de anunciar Montoro. El IRPF bajará de media
un 12´5%, beneficiando especialmente a quienes ganen menos de 24.000 euros
anuales; no está nada mal. También bajará el Impuesto de Sociedades, aunque la
rebaja más importante no será antes de las próximas elecciones generales, que
producirá una rebaja de cinco puntos menos respecto a lo que pagan ahora. Otras
medidas consisten en un cheque de 1.200 euros anuales a familias numerosas y
una bajada en la tributación del ahorro de seis puntos, además de otra serie de
medidas, cuyos detalles minuciosos tendrán que esperar a la próxima semana. Por
lo demás, dos cuestiones importantes: el IVA no subirá a pesar de las
recomendaciones de Bruselas, que anda enfadada por el asunto, y, de otro lado,
se hará pública la lista de morosos en España. En fin, en términos generales
bienvenida sea la noticia que permitirá una mayor liquidez en los bolsillos de
los españoles. Queda ahora para los expertos desmenuzar los pormenores que, a la
postre, desencadenarán debates públicos sobre algunos asuntos, entre ellos, de
dónde va a sacar el gobierno el dinero no recaudado tras esta reforma para
conseguir el compromiso de déficit público. De entrada, la oposición, como era
de esperar, ya se muestra crítica ante esta reforma fiscal, preguntándose si al
final de la legislatura los españoles pagaremos más o menos impuestos que al
inicio de la misma. Algunos economistas, por su parte, mantienen que, en todo
caso, las rentas altas y medias pagarán más que lo que pagaban con el PSOE… En
fin, lo de siempre. En lo que parece haber más unanimidad es en que subir el
IVA sería un disparate ya que supondría un mazazo directo al consumo. En lo que
supongo que estarán todos de acuerdo es en la publicación de la lista de defraudadores
fiscales, pues, ya que son tantos y se hace bastante poco por erradicarlos, al
menos que sepamos quienes nos roban aunque sólo sea para que se les caiga la
cara de vergüenza, si es que la tienen.
Y la cara de vergüenza se le debiera caer a José
Montilla, ex President de la Generalitat y ex Primer Secretario del PSC por
decir ahora que “Zapatero debió ser más valiente y defender el Estatuto” ya que
“La caída electoral tiene mucho que ver con el independentismo y la crisis
económica”. No le falta razón, pero debiera recordar que fue su empeño personal
en ser President, con el nefasto Tripartito, el que inició este calvario
independentista; que es precisamente Zapatero quien, sin tener la competencia,
manifestó que aceptaría todo lo que llegase del Parlament, teniendo que recular
obviamente en el momento que aceptarlo era una ilegalidad; que para
contrarrestar el empuje de ERC, el PSC optó por jugar a lo mismo y, claro, a
base de animar el soberanismo, obviamente, muchos catalanes prefieren el
original a la fotocopia (como le está sucediendo ahora a CiU); que una cosa es
defender el Estatut y otra defender la ilegalidad constitucional….y tantos
otros qués por el estilo que el insigne cordobés Montilla debiera tener en
cuenta a la hora de hacer los reproches citados. Él es uno de los grandes
responsables del fracaso del PSC y, por añadidura, del PSOE, así como del
atasco en que ahora anda metido.
Por su parte el Gobierno del PP anda enfrascado en
acelerar lo antes posible el aforamiento de Juan Carlos I que traerá cola
mediática en estos días. De entrada hay que decir que es impresentable que
después de tantos años ya de democracia semejante asunto no esté aun resuelto
en un sentido u otro. Parece que ahora ha de hacerse de forma precipitada que,
en todo caso, si se ajusta a los procedimientos adecuados, nada que objetar. El
debate está en aforamiento sí, aforamiento no. Como otros tantos asuntos, no
existe un modelo único sobre el trato judicial de los ex Jefes de Estado ya que
los hay para todos los gustos. Países que mantienen el aforamiento y países que
no. También distintos grados de aforamiento. Es más, igual sucede con los Jefes
de Estado mientras están en activo. Y no pasa nada. Pero dicho lo anterior, lo
que resulta chocante es que en España, el país con más aforados de toda Europa
(unos 10.000), frente a otros en los que nadie está aforado, algunos, incluso
siendo aforados ellos mismos, se rasguen las vestiduras por incluir al ex Jefe
de Estado entre ellos. Me parece de un cinismo impresentable. Más aún si el
argumento es que todos hemos de ser iguales ante la ley, ya que, incluso
aforados, todos somos iguales ante la ley y en lo que nos diferenciamos es en
el modelo procedimental de su aplicación, reservando al aforamiento las
instancias superiores de forma directa sin tener que cursar todo el recorrido
judicial desde las instancias inferiores como cualquier hijo de vecino. Pues no
hay que olvidar que la desigualdad real radica de la riqueza: todo el mundo
sabe el valor de una buena defensa en un procedimiento. ¿O no? Por tanto, que
el debate sobre el aforamiento que se avecina sea honesto y no torticero. Todos
somos iguales ante la ley, el aforamiento sólo altera la instancia
procedimental y donde está la mayor desigualdad es en la capacidad económica de
cada individuo a la hora de conseguir una defensa excelente. Y a partir de estas
consideraciones, cualquier debate serio sobre aforamiento, tiene razón de ser,
siempre que no consista en que los aforados se dedique a negar el aforamiento
de otros apelando a la igualdad, pues sería una burla a los no aforados.
Entretanto, la noticia de que más de 50 millones de
refugiados en el mundo, desplazamientos por la violencia que superan a los de
la II Guerra Mundial, es como para poner los pelos de punta sobre esta
Humanidad salvaje y cruel que hemos creado. Y eso que desde dicha Guerra, se da
en términos generales el tiempo transcurrido como tiempo de paz. Ya que estos
días nos preocupa la situación de Irak, donde el líder espiritual Chií pide un
Gobierno de Unidad, recordar que la aldea kurda de Al Qosh ya acoge a cientos
de personas que están huyendo del ISIS, con lo que, como ven, el número de
refugiados sigue in crescendo a causa de la intolerancia y el integrismo
político-religioso.
En cuanto a Brasil-2014, devaluado para los españoles
desde la eliminación de La Roja, siguen las sorpresas, pues Costa Rica pasa a
octavos tras ganarle a Italia por 1-0, con lo que Inglaterra, como España, se
va a casa, mientras que Francia golea a Suiza por 5-2 para mayor gloria de
Benzemá.
Jorge Cremades Sena
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