A
pocos días del inicio de la campaña electoral, y justo cuando comienzan a
aparecer las primeras propuestas por parte de los partidos políticos, las
encuestas vaticinan unos resultados poco tranquilizadores de cara al futuro.
Tanto Metroscopia, como Sigma-Dos, así como otras encargadas por los propios
partidos, vienen a coincidir en que el PP sería el partido más votado y que
Unidos Podemos conseguiría dar el “sorpasso” al PSOE, que quedaría como tercera
fuerza política, lo que, al ser insuficiente la victoria del PP, es poco halagüeño para la democracia y la
estabilidad social, política y económica, ya que no es lo mismo un liderazgo de
la izquierda socialdemócrata constitucionalista, moderada y defensora del
sistema democrático occidental, que un liderazgo de la izquierda comunista
anticonstitucional, radical y antisistema del citado modelo que impera en Europa.
En fin, salvo que las propuestas que se vayan conociendo hagan cambiar de
opinión a los electores, hoy por hoy, la intención de voto es la que es por
inquietante que sea. En efecto, según Metroscopia, el PP conseguiría el 28´5%
de los votos, Unidos Podemos el 25´6%, el PSOE el 20´2% y Ciudadanos el 16´6%;
y según Sigma-Dos el PP obtendría el 31% y 130 escaños, Unidos Podemos el 23´7%
y 80, el PSOE el 20´3% y 77, y Ciudadanos el 14% y 37 escaños. Si recordamos
que el 20-D los resultados fueron PP 28´7% y 123 escaños, PSOE 22% y 90,
Podemos 20´7% y 69, y Ciudadanos 13´9% y 40 escaños, observamos que pocas son
las diferencias sustanciales con los resultados que se pueden dar el 26-J,
salvo el declive del PSOE, único partido que perdería votos, lo que
posibilitaría el “sorpasso” (ya confirmado en votos y probablemente en escaños)
por parte de Unidos Podemos, quienes, sin necesidad de escalar en porcentaje de
voto (IU, por separado consiguió el 3´7%, que ahora habría que añadirle a
Unidos Podemos, con lo que su resultado en diciembre hubiera sido del 24´4%),
hasta puede hacerlo en número de escaños al aprovechar determinados restos en
las diversas circunscripciones. Por lo demás, una ligera, mejoría del PP pero
insuficiente para la gobernabilidad y prácticamente el mantenimiento en
porcentaje de voto de Ciudadanos, lo que dibujaría un panorama político, a
efectos de gobernabilidad, muy parecido al diseñado tras las fracasadas
elecciones del 20-D, salvo que ahora las actitudes de los candidatos y grupos
parlamentarios sean capaces de aprender del fracaso anterior y cambien
radicalmente su errado comportamiento, ya que, de haberlo querido, la inmensa
mayoría constitucionalista elegida por los españoles (suma de PP, PSOE,
Ciudadanos y algún que otro partido minoritario), que ahora se va a repetir,
hubiera posibilitado una gobernabilidad suficiente para afrontar las urgentes
reformas, incluso constitucionales y en el ámbito electoral, que España
necesita. La culpa no es pues del pueblo, sino de los líderes políticos y sus
inclinaciones a aventuras inciertas y poco deseables.
En
cuanto a propuestas se refiere, Rajoy matiza su bajada de IRPF “a todos”
añadiendo que quedarían incluso exentos de dicho impuesto los mayores de 65
años que sigan trabajando, los jóvenes que consigan su primer empleo y los
parados de larga duración que monten un negocio. Por su parte Iglesias asume 17
medidas del programa de Tsipras que, como es sabido, quebró Grecia llevando al
país a un “corralito” y a su partido a incumplir radicalmente sus promesas que
chocaban de lleno con las propuestas económicas y sociales de la UE, al extremo
de tener que claudicar de todas y cada una de las inviables ofertas electorales
que Syriza hizo a los griegos al no obtener la imprescindible financiación que
evitase la quiebra y la ruina absoluta de Grecia; es la triste realidad que ha
llevado a los griegos a un nuevo rescate y a sacrificios peores aun que los que
inicialmente estaba dispuesta a admitir Bruselas. ¿Es lo que queremos para
España? Esa es la cuestión. Aquí se añade incluso cuestiones indeseables como
puede ser el independentismo y, para aviso a ingenuos navegantes que piensan
contentarlos con proyectos federalistas e ingeniosos juegos de bolillos, el
propio Puigdemont, Presidente de la Generalitat, dice bien claro, en nombre de
todos ellos, que “escucharemos las propuestas pero la consulta es irrenunciable”,
es decir, que las propuestas que se hagan le entran por un oído y le salen por
la otra oreja, con lo que, una vez más, se demuestra el nivel totalitario y
antidemocrático de estos trasnochados personajes del siglo XIX que,
traicionando sus responsabilidades institucionales democráticas, lideran la
quiebra del Estado al que representan en vez de defenderlo. ¿No es este asunto
la prioridad de los partidos constitucionalistas y democráticos a la hora de
ponerse de acuerdo para conformar un gobierno? ¿Acaso la desorbitada mayoría
absoluta que entre todos ellos cosecharon el 20-D y cosecharán sin duda el 26-J
no es la que democráticamente ha de imponerse? Ya ven, no son los votantes
españoles quienes se equivocan, son sus representantes políticos, incapaces de
entender cuáles son las prioridades en un proyecto de gobierno.
En
cuanto a otros asuntos cabe destacar que ha muerto a los 74 años de edad
Muhammad Alí, el mejor boxeador de todos los tiempos y uno de los grandes
iconos del siglo XX, después de tres décadas de pelea contra el párkinson;
descanse en paz; que el Papa apartará a los obispos que no actúen en casos de
abusos; y que el ser humano ha acorralado a cinco especies animales (el león,
el elefante, el gorila, el rinoceronte y la tortuga marina) al extremo de
convertirlas en las más amenazadas de África… a este paso, sólo cabe
preguntarse por cuándo se autodestruirá él mismo.
Y
en los deportes, mientras, en fútbol, el Leganés hace historia y se convierte,
junto al Alavés, en equipo de Primera, en tenis, Garbiñe Muguruza arrolla en
París a la número uno del mundo, Serena Williams, y gana el Roland Garros,
consiguiendo así su primer “grande” por todo lo alto.
Jorge Cremades Sena
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