Sin
desdeñar el lío que se ha montado con el asunto del pederasta “español”
indultado por Mohamed VI, ni la decisión de EEUU de prorrogar el cierre de sus
embajadas y consulados en países del Norte de África y Oriente Próximo, la noticia
que, desde mi punto de vista, merece una especial atención, es el conflicto
diplomático entre España y Reino Unido por el asunto de Gibraltar.
En
efecto, sigue el lío del supuesto espía o profesor hispano-iraquí, pero, con
toda seguridad, pederasta, que parece ser que ahora está en paradero
desconocido. Al final, el monarca alauí ha revocado su indulto, mientras que
las autoridades española, mientras le buscan, esperan una orden de extradición
de Marruecos para devolverlo al lugar del que nunca debiera haber salido. Se va
enmendando el entuerto mientras se va aclarando lo mejor posible, pues ya
sabemos que, por lo visto, su indulto no fue decisión de las autoridades
españolas ni de las marroquíes, pues figuraba en una lista de 30 presos,
elaborada por la Embajada española, pero, para ser trasladados a cumplir su
condena en España y no para ser indultados, petición expresa que se hacía en
otra lista de 18 presos. La generosidad de las autoridades marroquíes, juntando
ambas listas y concediendo a todos el indulto, hizo el resto. En fin, los
asuntos de espías ya sabemos que tienen poco encaje en el entendimiento del
común de los mortales.
Por otra
parte, ha transcurrido el fin de semana y, afortunadamente, no se ha producido
ningún atentado terrorista, aunque, desgraciadamente, se sigan produciendo en
países atrapados en conflictos bélicos, donde, para deshonra y vergüenza de la
Comunidad Internacional, las masacres, los atentados y los golpes de estado son
moneda de cambio en libre circulación. Es la hipócrita visión que se tiene
desde el mundo desarrollado, por supuesto, siempre que afecte a sus
particulares intereses. Pero en fin, esperemos que, en todo caso, el temor de
EEUU no se materialice.
Sin
embargo, como si se tratase del curso del Guadiana, que aparece y desaparece,
el conflicto por Gibraltar entre España y Reino Unido, que también debiera
serlo de la Comunidad Internacional o, al menos, de la UE, de la que ambos
países son socios, resurge con cierta virulencia desde el instante en que las autoridades
españolas deciden, con buen criterio desde mi punto de vista, poner fin o, al
menos, dificultar la consolidación de la política de “hechos consumados” que
tanto les gusta y practican las autoridades gibraltareñas. Ha bastado que el
ministro español de AAEE haya respondido a la provocación de las autoridades británicas
y gibraltareñas, calificando de forma inaceptable el necesario y obligado
control aduanero que España debe hacer en la zona, para que el Gobierno
gibraltareño saque todos los fantasmas del pasado, menos los del Tratado de
Utrech, calificando las declaraciones de Margallo como “las más retrógradas y
amenazadoras” desde antes del cierre de la verja, que considera como
“amenazas”, comparando su actitud con la política que Franco practicaba al
respecto. Pero lo más lamentable, sin quitar importancia a estas declaraciones
del gobierno del ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, que valora al
partido que gobierna en España casi como dictatorial, afirmando que “está
intentando manipular los medios para respaldar su acercamiento de neardenthal”,
repito, lo más lamentable, es el respaldo que desde el gobierno independentista
de la Generalitat de Cataluña se da al señor Picardo. El, curiosamente nombrado
Secretario de Asuntos Exteriores de la Generalitat de Cataluña, señor Albinyana
i Salgí, cuando la política exterior en la Constitución está reservada, como es
lógico, al gobierno central, en estos días ha trasladado al señor Picardo el
interés del gobierno catalán por participar en los actos que Picardo ha
convocado para conmemorar en tricentenario del Tratado de Utrech, por el que
España, incluida Cataluña, perdió Gibraltar, que pasó, desde entonces, a
convertirse en una colonia británica en territorio español. Sin entrar en más
detalles, ni en las contradicciones que incluso para la reivindicación
independentista catalana supone dicha actitud –lo que requiere un análisis más
profundo- la conducta del gobierno de Artur Mas, una vez más, se sitúa al lado
de la manipulación, de la deslealtad y de la afrenta a todos los españoles,
incluidos, como no puede ser menos, a los auténticos catalanes. Si ante el
anuncio del gobierno de España de tomar medidas legítimas, según su soberanía,
un gobernante autonómico español, es capaz de ponerse de parte de quien con su
política de “hechos consumados” mantiene una actitud provocadora a España,
incluida Cataluña, poco se puede esperar del mismo en el hipotético caso de que
alguna vez gobernara una Cataluña independiente, como nada se espera ahora,
salvo sus actitudes desleales que incluso a veces, como es el caso, rozan la
traición.
Como si los españoles
no tuviéramos suficientes quebraderos de cabeza, el señor Mas se empeña en
incrementarlos hasta producirnos verdaderos dolores. Menos mal que no todo es
negativo, La natación española femenina ha obtenido un éxito mundial rotundo,
mereciendo todas nuestras felicitaciones, especialmente a Mireia Belmonte, que
se ha salido. Además, la mundialmente conocida empresa Bayer, acaba de decidir
que las aspirinas se seguirán fabricando en Asturias, pero al cien por cien, un
motivo más para quitarnos o, al menos, reducir nuestros dolores de cabeza.
Me acabo de enterar
por la tele que acaban de localizar y detener al pederasta “español”. Una buena
noticia. Semejantes personajes donde mejor están es en la cárcel. Veremos a ver
en qué queda todo este asunto, incluidos los otros 29 indultados que, como el
supuesto espía o profesor, lo han sido erróneamente. Supongo que su destino
será completar su condena en España, tal como, al parecer, solicitó la Embajada
de España en Marruecos.
Jorge Cremades Sena.
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