Para empezar hoy mi comentario habitual de
las principales noticias, objetivo esencial de este blog, mi condolencia a los
familiares de los seis mineros muertos en León a causa de un escape de gas
grisú. Y mi más profundo deseo de recuperación para sus compañeros heridos en
el mismo.
Por lo demás, como principales noticias, sigue el
culebrón del espionaje masivo de EEUU, la marejada en el PP por la decisión de
Ignacio González de bajar los impuestos en Madrid, la esquizofrénica búsqueda
de una salida al problema catalán y, cómo no, el goteo interminable de la
corrupción, además de la ocurrencia del PSOE de exhumar a Franco, para que sus
restos no sigan en el Valle de los Caídos, y a José Antonio Primo de Rivera,
para, dejándolo allí, cambiarlo de sitio.
Resulta que del inicial silencio de Rajoy, cuando no
tenía constancia del espionaje, y la posterior advertencia de Margallo de que “se
puede romper la confianza” porque el espionaje masivo es “inaceptable”, ahora
resulta que EEUU atribuye a España y Francia el espionaje masivo y, según la
NSA, los datos sobre el espionaje a España son falsos. Entretanto, el embajador
norteamericano no aclara si se ha vigilado a líderes españoles, mientras que la
Fiscalía abre diligencias. Menos mal que en nota pactada con el embajador, de
lo que se trata es de mantener el “equilibrio entre seguridad y privacidad” y,
por si queda alguna duda, la comparecencia en el Congreso del director del CNI,
solicitada por IU, acabará aclarándolo todo. Al parecer, el CNI facilitó el
espionaje masivo de EEUU a España, según la NSA, en un clima de colaboración
para compartir “la información de Inteligencia, incluyendo los metadatos”. No
me extraña que la policía esté buscando micros en el Congreso ante la reunión
del Consejo de Ministros. En fin, un lío que nadie entiende. Como debe ser, al
igual que en las películas de espías, pues, en caso contrario, de qué espionaje
estamos hablando. Y, además, ¿no somos amigos?
Quien, espiado o no, ha dado la sorpresa ha sido Ignacio
González, heredero de Esperanza Aguirre en la presidencia de la Comunidad de
Madrid. En absoluta sintonía con la ideología liberal de su mentora ha decidido
aprobar la mayor bajada de impuestos de la historia de cualquier autonomía,
mostrando el camino a Rajoy para que haga lo propio, pues, como le dice
González “nuestro principio es creer que el dinero está mejor en el bolsillo de
los ciudadanos”. Y, tal como se lo suele gastar el Estado, no va desencaminado.
Mantiene González que Madrid se lo puede permitir ya que ha hecho bien los
deberes y por tanto no amenaza el ajuste del déficit, lo que ha soliviantado a
Mas y compañía, quienes, como no se lo pueden permitir, lo consideran, para no
variar, como un agravio más de España, en vez de la consecuencia lógica de su
pésima gestión económica a lo largo de estos años.
No sabemos si Rajoy hará lo propio en España, al menos
como objetivo prioritario y urgente, ya que su prioridad esta en Cataluña
intentando buscarle una salida airosa a Artur Mas. Tanto él como Soraya, su vicepresidenta,
andan buscando retomar el diálogo con Mas, mientras que, a iniciativa de UPyD,
el Congreso deja bien claro que el “derecho a decidir” es de todos los
españoles, como ya se sabía. No se entiende pues qué tipo de diálogo ha de
haber al respecto y, en todo caso, si es que ha cambiado de opinión, quien
debiera buscarlo sería el presidente catalán, para estudiar las vías de salida
a la profunda crisis económica que padece Cataluña sin síntoma alguno de
recuperación sino todo lo contrario. Es su deber prioritario, pero, ya ven,
asistimos al mundo al revés. Según algunos se trata de un argumentario del
Gobierno consistente en que hay que apoyar a Durán para hundir a Mas. Como si
Mas no se hundiera él solito.
Quien no sé si se hunde o no es la UGT de Andalucía que a
medida que aparecen nuevas informaciones sobre su presunta corrupción no sólo
se evidencia su reprobable conducta sino también su chabacana forma de actuar.
Si es malo todo lo que hasta la fecha se ha publicado, calificado como “irregularidades”,
y peor aún que sigan apareciendo más asuntos indecentes, como el cargo a la
Junta de más de cien almuerzos de una manifestación, lo pésimo es que, como se
publica hoy, diseñara un manual para enmascarar sus “mordidas”, más bien, visto
lo visto, dentelladas suculentas al extremo de que, según algún dirigente, ni
sabían qué hacer con tanto dinero.
No extraña que las encuestas vaticinen una hemorragia de
votos en el PP y en el PSOE, que no levanta cabeza. En el PP, a pesar de los
buenos datos económicos, las críticas de las víctimas por el asunto de la “doctrina
Parot” y el órdago de González, empañan su horizonte. Y en el PSOE hace lo
propio el asunto de UGT-A y la Junta, a pesar de las nuevas maneras y la
esperanza generada por la nueva presidenta autonómica. Además, en ambos
partidos, Cataluña es la asignatura pendiente: para el PP, que nunca tuvo
demasiado éxito, porque le ha salido un fuerte competidor, Albert Rivera, que
va a minar la representatividad popular, de momento en tierras catalanas y en el
resto de España ya veremos; para el PSOE, que sí tuvo éxito en el pasado, aún
peor, pues el PSC le deja definitivamente fuera de Cataluña, salvo que, por fin,
decida presentarse como federación socialista catalana, ya que con aliados y
amigos como el PSC, que, una vez más, deja tirado al PSOE en el Congreso
votando distinto, no se necesitan enemigos.
En fin, entre el argumentario gubernamental, que nadie
entiende, salvo Durán, al que le viene muy bien, y el manual ugetista andaluz,
que sólo entienden los chorizos, tanto el PP como el PSOE tienen sobrados motivos
para andar preocupados. Si Cataluña es la antesala del vértigo, la corrupción
es el impulso que lleva al precipicio.
Jorge Cremades Sena
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