Por una vez, al menos, tengo que estar
totalmente de acuerdo con Artur Mas. Lleva toda la razón cuando dice “estamos a
medio camino hacia el infinito”, es decir, en ninguna parte o, para ser más
exacto, no sabe ni donde está ya que es imposible calcular la mitad del
infinito. La mitad del infinito, al no tener fin, es tan absurdo como su
proyecto soberanista con apariencia democrática mediante una consulta ilegal,
para colmo, sólo a los catalanes. Pero, en fin, de estas entelequias es de lo
que se alimenta el independentismo catalán.
Por cierto, en este ambiente de entelequias por doquier, una
suculenta “marcha silenciosa”, según algunos, pero todo lo contrario, según la
realidad, se ha desarrollado por las calles de Bilbao. Es la alternativa a la
vetada por la Audiencia Nacional al haber sido convocada por quienes son
herederos de organizaciones violentas proetarras y, claro, si esa es la razón
de la prohibición, basta con unos nuevos convocantes para, según algunos, hacer
un “desafío a la Justicia” en un país en que falta imaginación para resolver
los problemas pero sobra a raudales para crearlos. En esta ocasión y tras un
lema genérico, por “la paz”, como si estuviéramos en guerra, tanto Sortu como
PNV se erigen como adalides de tan noble causa. No se sabe bien si PNV,
imitando la estrategia de CDC en Cataluña, se echa en brazos de los radicales
o, si como dicen, lo hacen para dar una “respuesta al hecho excepcional” de la
anulación por el juez de la convocatoria “abertzale”. En fin, todo un alarde,
sorprendente por la participación del PNV, del mundo “abertzale” en favor de
los presos de ETA que aún no cumplieron las penas impuestas por sus asesinatos.
Un alarde junto a quienes como la abogada Arantza Zulueta no tiene reparos en
afirmar “Estoy aquí porque ETA me ha dicho que esté. El día que ETA me diga que
coja una pistola y mate, lo haré” o “primero echaremos a los españoles de
Euskadi. Luego a los tontos de Batasuna”. Al menos Zulueta no se anda con
tapujos lo cual, como ven, es digno de agradecer ya que a nadie engaña para que
se ponga codo con codo junto a ella en sus reivindicaciones. El PNV y sus
dirigentes, entre ellos quienes forman parte del gobierno vasco, sabrán lo que
hacen. Obviamente la “marcha silenciosa” de PNV y Sortu acaba en gritos como “presos
a casa”, “independencia” y cosas por el estilo.
El otro asunto que acapara el interés mediático es la
imputación de la Infanta Cristina y su decisión (o la de sus abogados) de no
recurrir la decisión del juez, con lo que, parece ser, su declaración no tendrá
que esperar a marzo y puede que se produzca durante el próximo mes. Esta
decisión, a pesar de su “firme discrepancia” con la decisión judicial de
imputación, es valorada “muy positivamente” por la Casa del Rey pues alargar
más el asunto sería más perjudicial que beneficioso, sobre todo si, como dicen
sus abogados, la Infanta “no tiene nada que ocultar” y por tanto se trata de
que cuanto antes se entreviste con el juez Castro para “demostrar su inocencia”
a cuya presunción, obviamente, tiene todo el derecho, como cualquier otro
ciudadano, aunque en este país dicho principio, por culpa de los propios
acusados, suele tener poca credibilidad, máxime si, como es el caso, al margen
de lo estrictamente jurídico, hay intereses de otro tipo como todo el mundo
sabe. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid….. En todo caso,
esperemos que su presunta inocencia no se defienda con argumentos como los de
alguno de sus abogados en el sentido de que actuó por “amor a su marido” y, por
tanto, en la ciega confianza en él, teniendo en cuenta que amar no exime de la
comisión de un delito ni desconocer la ley tampoco.
Por cierto, donde el amor ha generado un revuelo
magistral ha sido en Francia. El presidente Hollande anda indignado al
descubrirse, con fotos incluidas, sus amoríos con una actriz y la primera dama
de Francia, al descubrir su traición por una revista, ha tenido que ser
hospitalizada. Como ven el amor causa estragos. Y la querencia de los
presidentes franceses, al menos de los dos últimos, por actrices y mujeres del
mundo del espectáculo, también.
Finalmente, mientras la ley del aborto de Gallardón, al
parecer provoca un descalabro electoral para el PP ya que hasta sus propios
votantes la rechazan, según algún que otro medio, al extremo de que si hubiese
elecciones generales las ganaría el PSOE, en Siria la ONU inicia la destrucción
de su arsenal químico, mientras que China, a lo suyo, ya ha desbancado a EEUU
en el comercio mundial. ¡Ah! En Israel muere, tras ocho años en coma, Ariel
Sharon, el polémico militar y ex primer ministro israelí que, al margen de cualquier
controversia, no dejó indiferente a nadie y, odiado por unos y venerado por
otros, acaba de dejar este mundo para siempre.
Jorge Cremades Sena
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