De tal guisa califica el fiscal Horrach los
fundamentos en los que, para imputar a la Infanta Cristina, se basa el juez
Castro, a quien achaca “motivos bastardos” y “déficit interpretativo”,
recordándole que “las dudas no sirven como base” y pidiéndole que declaren
primero los inspectores de Hacienda que exculpan a la hija del Rey del delito
fiscal al considerar “absurdo” achacar a la Agencia Tributaria una manipulación.
Sin recurrir la imputación, desde que la Infanta lo desechara, el fiscal
presenta un escrito que, como en el anterior, deja en muy mal lugar al juez
instructor y pone en evidencia de nuevo el bochornoso espectáculo en que están
inmersos. Si en su día manifesté mi rechazo a este conflicto de fondo y de
forma entre quienes han de velar por hacer Justicia con mayúsculas (Ver “Castro
y Silva, ¿víctimas o verdugos?” colgado el 19-12-13 en mi otro Blog, Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,),
tras este nuevo vergonzoso episodio entre ambos no me queda más remedio que
reiterar mi rechazo absoluto a semejante forma de ejercer la alta
responsabilidad que tienen encomendada tanto el juez como el fiscal. Si de cara
a la opinión pública, una vez imputada la Infanta, parece que lo importante es
el morbo de si recorre o no a pie la cuesta del callejón que la lleva al
juzgado, en vez del esclarecimiento de los supuestos hechos delictivos que se
le imputan, sólo falta este circo montado por fiscal y juez que, a mi juicio,
debiera acabar en imputaciones de uno u otro ante acusaciones tan graves que, o
son ciertas y el juez debiera pagar, o son falsas y el “paganini” debiera ser
el fiscal. No extraña que el Consejo de Europa critique que el Gobierno designe
al Fiscal del Estado.
Y hablando de las teorías absurdas, denigrantes y
conspiratorias a las que alude el fiscal Horrach, no sabemos si debieran
encajar mejor para calificar lo acaecido a consecuencia del asunto municipal
del ya famoso bulevar del burgalés barrio del Gamonal, provocando una especie
de 15-M renovado injustificable e intolerable. ¿Qué hacen determinados
madrileños quemando contenedores para protestar ante la decisión del
Ayuntamiento de Burgos? ¿Alguien lo entiende? ¿Qué hacen en otros municipios
con la misma estrategia? Y, sobre todo, ¿qué hace el alcalde de Burgos
sometiéndose a semejantes energúmenos? Teniendo en cuenta que tanto PP como
PSOE llevaban en su programa electoral municipal la construcción del bulevar y
que ello puede rozar más del 80% de la representatividad política de la ciudad
¿qué mayoría representan los violentos manifestantes? ¿a qué consignas
obedecen? ¿qué es lo que pretenden? Alguien se extrañaba en las tertulias de
que estas cosas pasan sólo cuando gobierna la derecha. Lo dicho: absurdo,
denigrante y conspiratorio.
Tan absurdo como lo actuado hoy en el Parlament catalán.
Una resolución para que se le transfiera a la Generalitat la competencia de
convocar un referéndum en Cataluña para independizarse de España. Obviamente un
reconocimiento implícito de quién detenta dicha competencia. Y ahora qué. Si,
como es obvio, no se transfiere dicha competencia ¿cuál es el siguiente paso?
Supongo que no será una declaración de guerra de la independencia por parte de
la Generalitat, una guerra de secesión de verdad y no como en la que basan su
secesionismo que, simplemente, se trataba de un conflicto de sucesión al trono
español (y por tanto catalán) entre dos candidatos al quedar vacante tras la
muerte de Carlos II el Hechizado sin descendencia directa. Pero más absurdo aun
cuando para dicha resolución en el Parlament ni se ponen de acuerdo todos los
independentistas, ni todos los constitucionalistas, ya que algunos de los
primeros ni reconocen autoridad al Estado Español y se abstienen por ello,
mientras que algunos de los segundos, concretamente el PSC, una vez más
demuestra su incapacidad democrática, mientras su matriz, el PSOE, es incapaz
de imponer la exigencia de democracia interna en el mismo.
Tan denigrante como que la UE tenga que frenar las ayudas
a UGT por los casos de corrupción así como investigar el fraude en las
subvenciones, mientras que la Junta reclama al sindicato tímidamente casi dos
millones de euros y la nueva Secretaria General de UGT-A casi no diga ni esta
boca es mía, sino todo lo contrario. O como las triquiñuelas declaradas por
Angel de Cabo para liquidar Marsans y ocultar el patrimonio del ex presidente
de la patronal Díaz Ferran, encarcelado actualmente por corrupción.
Tan conspiratorio como las movidas que en torno al aborto
se están organizando en el PP, mientras en el Congreso se rechazan las peticiones
de la oposición con su mayoría, así como hace la mayoría de la Eurocámara,
mientras Monago en Extremadura hace justo lo contrario. O como la huida o
amenaza de huida de determinados líderes y figuras relevantes del PP al extremo
de la creación de nuevos partidos frente al PP y al PSOE, como Vox, que, de
entrada, cuenta con el apoyo de Ortega Lara, alegando a estas alturas el
rechazo a “la subida de impuestos”, la “partitocracia” y el “reparto del poder
Judicial”, mientras la imagen de los políticos en España se encuentra bajo
mínimos.
Y, mientras tanto, en nuestra vecina Francia, mientras
Hollande dice que “no es el momento de hablar de mi vida privada” ya que “los
temas personales deber tratarse en privado”, tras conocerse sus amoríos
secretos, lo que puede ser totalmente aceptable y asumible, aunque no aclare
quién es la primera dama oficial, casi nada se dice sobre su anuncio de
recortes por valor de varias decenas de millones de euros. Y nosotros aquí,
pensando que sólo la derecha era la que se dedicaba a recortar y, encima, que
lo hacía por mero capricho de jorobar a la gente.
¿No es absurdo, denigrante y conspiratorio casi todo? A
mí me lo parece. ¿Y a ustedes?
Jorge Cremades Sena
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