Mientras Bárcenas aporta al juez Ruz más
pruebas de que Lapuerta pagaba en B con dinero negro, Rajoy, por fin, decide
conceder una entrevista televisiva a pecho descubierto, sometiéndose a todo
tipo de preguntas. Una novedad sin duda teniendo en cuenta las críticas que
viene recibiendo precisamente por no ser pródigo en declaraciones públicas,
aunque, como todo el mundo sabe, puestos a criticar, ahora se haga no por sus
silencios sino por las declaraciones que acaba de hacer. En síntesis, las
frases más llamativas y contundentes, han sido las relativas al reto
soberanista (“Mientras sea presidente no habrá consulta ni independencia”, “Tenemos
un acuerdo con el PSOE contra el intento de liquidar la soberanía nacional”), a
la imputación de la Infanta (“Estoy convencido de su inocencia y no creo que
tenga que renunciar a sus derechos dinásticos”), al problema del desempleo (“Acabaremos
la legislatura con menos parados de los que dejó Zapatero”), a los etarras (“Mi
obligación es ir a por ETA y no cambiaré la legislación penitenciaria ni
admitiré chantaje”), a la economía en general (“Lo peor ya ha pasado, lo que
hemos hecho producirá resultados") y a los recortes o los impuestos en
particular (“No tengo previsto más recortes”, “Aprobaré una bajada del IRPF
este año que entrará en vigor en 2015”). Si además ha ratificado la confianza y
el respaldo a su gobierno, defendiendo muy concretamente el “coraje” de sus “ministros
valientes”, con alusiones concretas a Gallardón, Wert, Montoro y Soria (léase
reformas de la ley del aborto, educativa, fiscal y energética) la entrevista no
debiera haber dejado a nadie indiferente. Otra cuestión es que tirios y
troyanos lamenten ahora, una vez que habla, no haber escuchado lo que quieren
oír, abonando así las posteriores tertulias maniqueas televisivas entre
quienes, pase lo que pase, mantendrán su discurso de piñón fijo a favor o en
contra del gobierno. El resto de los mortales no esperaba algo distinto de lo
sucedido: legalidad frente al independentismo y el terrorismo, presunción de
inocencia también para la Infanta, esperanza ante las mejoras económicas de los
últimos tiempos y confianza en los ministros que conforman su gobierno.
Tampoco esperaba el resto de los mortales que día a día
sigan apareciendo nuevos datos sobre el irregular comportamiento de UGT, por
cierto, subvencionada de nuevo por la Junta de Andalucía con 3´6 millones de
euros a un Plan en el que durante tres años anteriores el sindicato ya presentó
a la Junta facturas falsas. Esperemos que la Junta sea más diligente ahora en
el control de dichos fondos, la UE, como saben, ya cayó del burro y suspendió,
hasta que se aclare la presunta malversación, las pertinentes subvenciones. Nuevas
noticias, no desmentidas ni denunciadas por el sindicato, mantienen que el
sindicato se dedica a plagiar informes de CCOO, que le había encargado el
Ayuntamiento de Parla (nada que ver con la Junta) por el que UGT se embolsa
nada menos que 50.000 euros; además UGT compraba 10 cuadernos y cobraba (esta
vez sí a la Junta) muchos más, al extremo que un gasto de 421 euros se
convierte en 91.102 euros cargados a programas contra el paro….noticias que,
por el bien de todos los trabajadores, o son denunciadas en caso de ser falsas
o las cúpulas sindicales pertinentes deben dimitir en bloque convocando un
congreso extraordinario que acabe con tanta desvergüenza. En Alemania, haber
plagiado una tesis doctoral en la juventud, acaba con la carrera política de un
ministro con grandes proyecciones de futuro; en España un informe “copia/pega”
es un negocio rentable. Entretanto, Garzón, pidiendo explicaciones a Gallardón
de por qué se perdió su indulto, mientras otros personajes, sobradamente
conocidos, están a la espera de si el Gobierno propone al rey que por vía
indulto se les perdone sus fechorías. ¡Menudo país!
En otro orden de cosas, en Burgos, a pesar de rendir al
alcalde y hacerle retroceder por la fuerza en su empeño de ejecutar su programa
electoral, siguen las protestas y manifestaciones; ahora, para que no se
sancione a los detenidos durante las trifulcas, yendo en masa a las entidades
perjudicadas por el vandalismo para exigirles que retiren las denuncias. No
está claro si la repercusión de lo acontecido en el barrio burgalés de Gamonal
ha trascendido más allá de las decenas de ciudades españolas que se movilizaron
por tan graves agravios, pero lo cierto es que, viendo lo que acontece en
Ucrania, con miles de ciudadanos a leñazo limpio con la policía y a punto de
desencadenar una guerra civil se te ponen los pelos de punta. ¿Habrán tomado
como ejemplo el éxito de la violencia en Burgos para radicalizar cada vez más
sus manifestaciones de protesta? ¿Hará dejación de autoridad el presidente de
Ucrania como ha hecho el alcalde de Burgos? En fin, habrá que estar atentos.
También habrá que estar atentos a la evolución del
conflicto interno del PSC que, de momento, se resuelve a medias. Los diputados
díscolos son privados de sus cargos de dirección pero conservan sus escaños y
siguen perteneciendo al partido y al grupo parlamentario y, por supuesto,
disfrutando de los pertinentes emolumentos. Un ejemplo más de que en este
sistema democrático quien al final sale ganando es el que hace lo que le viene
en gana.
Y a nivel internacional, mientras EEUU solicita a España
ampliar su fuerza militar en Morón y, junto a la UE, levanta las primeras
sanciones a Teherán por su gesto de reducir su armamento nuclear, miles de
franceses salen a la calle gritando ¡Viva España! en apoyo de la reforma de la
ley del aborto de Gallardón, al tiempo que el fiscal alemán se dispone a abrir
una causa penal por las escuchas a Merkel, aunque Obama haya asegurado por
activa y pasiva que jamás volverá a cometer semejante deslealtad con la
alemana.
Menos mal que, por fin, habló Rajoy.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias