No queda mal la frase de Rajoy, en plena
campaña de desenmascarar las mentiras de los independentistas catalanes, para
advertir de forma contundente a Artur Mas que hay asuntos que no se pueden
tomar a la ligera. “España es un bien indiviso” porque así lo han querido
democráticamente los españoles, que, entre todos ellos, han ido conformando
dicho bien a lo largo de los siglos y, al pertenecer a todos por igual, “ningún
español es propietario de la provincia que ocupa”. Es reconfortante, después de
tanto tiempo de acoso y derribo, oir a un presidente de gobierno español,
democráticamente elegido, decir “mientras yo sea presidente no habrá referéndum
ni se fragmentará España”. Parece que, al final, quienes tenían la obligación
de afrontar el intolerable reto soberanista se lo toman en serio, al menos,
para que todo el mundo, dentro y fuera de Cataluña, tenga claro a lo que
estamos jugando. No importa que Mas lo interprete como que “de facto” la
movilización del PP y del Gobierno a favor del “no” supone aceptar la consulta,
lo que, en todo caso, si así fuera, sólo significaría que, en caso de
celebrarse, obviamente en toda España, la respuesta sería un “no” rotundo a la
independencia. Por tanto, una treta más del President quien “de facto” y “de
iure” al final ya ha reconocido que no
le ampara ningún derecho para convocar el referéndum, ilegal por tanto, desde
el momento en que solicita al Parlamento español que graciosamente se lo
conceda. Tampoco importa que, mientras una inmensa mayoría de españoles, de
todos los rincones de España, estén preocupados por la loca deriva soberanista,
ERC se disponga a ayudar a Gibraltar para dañar a España, preparando con
independentistas vascos y con el gobierno del Peñón protestas conjuntas en
Bruselas. Nada novedoso si tenemos en cuenta que algunos de sus dirigentes en
su día hasta pretendieron pactar con ETA, cuando estaba en plena acción
terrorista, para que sus atentados no se efectuaran en tierras catalanas,
importándoles poco el resto de territorios españoles. Al final, el tiempo pone
a cada uno en su sitio, sobre todo cuando a la inmensa mayoría de españoles,
dentro y fuera de Cataluña, sí les importa dichos territorios como los del
resto de España.
También importa que el juez y el fiscal del caso Noos
sigan enzarzados en una gresca sin sentido por la imputación de la Infanta,
sobre la que los peritos de Hacienda reiteran al juez Castro que no cometió
delito alguno y que no han sido presionados al efecto, desmontando, al parecer,
los argumentos del juez que recrimina a Hacienda y a la Abogacía por favorecer
a Cristina, lo que, a todas luces, es totalmente inadmisible. Si hay pruebas de
ello, interpóngase una demanda; si no, absténganse de elucubraciones
infundadas. Una vez más reitero que, en este asunto, alguien debe pagar por
tamañas irresponsabilidades. O el juez, o el fiscal, o Hacienda…..están
cometiendo irregularidades inadmisibles a tenor de las acusaciones que unos y
otros se hacen, cuando lo importante es despejar, de una vez por todas, si la
hija del Rey es culpable o inocente, para lo cual este tipo de espectáculos
gratuitos son innecesarios.
Y para espectáculos el fichaje de Neymar. Ya el Barça
admite que le costó 86 millones, por lo que el club desembolsará 29 millones
más de lo que hizo público. Y menos mal que el brasileño era culé desde su
nacimiento. A la espera de que el socio culé denunciante decida ampliar o
retirar la denuncia, el sucesor de Rosell, dice que, imputado o no, no piensa
dimitir.
Hablando de dimisiones no sabemos si lo hará la
presidenta argentina, cuyo populismo ha abocado a un descomunal desplome del
peso argentino que ha sacudido los mercados de forma alarmante, situando la
economía argentina contra las cuerdas. En España el IBEX35 ha tenido la mayor
caída en un año, liderando el desplome a nivel internacional. Como se ve, no
ganamos para sobresaltos. Es lo que ha debido pensar Blesa cuando a la salida
del juzgado, con toda la razón del mundo, ha sido agredido e increpado por los
afectados por la estafa de Bankia. Es lo menos que pueden esperar quienes se
forran a costa de la ruina de los demás, aunque, como dice Ruiz-Mateos al final
también se queden en la miseria. “No tenemos ni para pagar la calefacción”,
dice el jerezano. Habrá que verlo para creerlo, aunque no está nada mal que “a
cada cerdo le llegue su San Martín”. Entretanto el juez Ruz, investigando por
aquí y por allá, descubre nuevos indicios de delito fiscal del PP en su sede de
La Rioja. Y es que eso de pagar lo llevamos bastante mal en este país.
Y, mientras Draghi, aconseja que “la periferia europea
debe bajar impuestos y recortar gastos corrientes”, parece que el PSOE, según
las encuestas, enfoca las próximas europeas con una cierta ventaja, aunque
leve, sobre el PP, aunque el que gane lo hará por muy poco (28%, frente a 26´4%
delos votos) y ambas formaciones muy por debajo de los resultados obtenidos en
las últimas generales, mientras que IU cuadruplicaría su voto, UPyD triplicaría
el suyo y C´s, si se presentara, obtendría un escaño en el Parlamento Europeo.
En fin, son encuestas que, en todo caso, están por confirmarse en la realidad.
La misma cautela hay que tener sobre la que dice que sobre el soberanismo se está produciendo un frenazo, ya que ERC
se estanca, CiU sigue su desplome y los constitucionalista repuntan
tímidamente, mejorando los resultados del último sondeo de diciembre.
Donde no mejoran las cosas es en Siria, a pesar de las
negociaciones de paz iniciadas en Ginebra; ni en Ucrania, a pesar del ofrecimiento
del Presidente al líder opositor para que se haga cargo del gobierno; ni en
Egipto que cierra la celebración de su tercer aniversario de la revolución con
otro baño de sangre.
Jorge Cremades Sena
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