AL FINAL, QUERELLA CONTRA MAS

                        Al final Torres-Dulce, el Fiscal General del Estado, consigue el respaldo casi unánime de la Junta de Fiscales, la cúpula del Ministerio Fiscal, a la querella contra Artur Mas que se ordenará interponer en breve. Por tanto, como era de esperar (salvo fenómenos inexplicables), los fiscales catalanes, sorprendentemente contrarios a interponer la querella, quedan forzados a denunciar al presidente catalán Mas, a la vicepresidenta y a la consejera Rigau por los cuatro delitos, propuestos por Torres-Dulce, de desobediencia, prevaricación, malversación y usurpación de funciones, que podrían acarrear incluso prisión. De momento es el desenlace, a mi juicio afortunado, de un espectáculo bochornoso que jamás debiera haberse producido, pues una discrepancia tan abismal (y rozando las unanimidades) entre la Junta de Fiscales y sus compañeros del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que no veían indicios de ningún tipo de delito, sólo es explicable desde intereses políticos, que no jurídicos, salvo que la letra de la ley sea un garrafal error de bulto. Es inadmisible que verdaderos expertos de la ley, como es el caso, la vean de forma tan radicalmente distinta por mera circunstancia territorial dentro del mismo Estado. Por todo ello el asunto ha generado, genera y seguirá generando verdaderos desgarros, dificultando de forma inaceptable el resultado final del asunto que no ha hecho más que empezar, llegando a calificar desde el independentismo a la Junta de Fiscales hasta de “mamporreros” del Gobierno, mientras desde los anti-soberanistas acusan a los fiscales del TSJC de estar vendidos a la Generalitat. Por su parte, nada menos que el TC está indignado con los fiscales de Cataluña por los argumentos de su escrito, avalando su negativa a la querella, con veladas acusaciones al Constitucional de no dar una orden clara, por falta de “convicción”, para suspender el 9-N. Y, por si fuera poco, Ferraz cuestiona la decisión de Torres-Dulce y la Junta de Fiscales (Sánchez, insólitamente, es partidario de resolver el asunto desde la política), mientras Susana Díaz replica pidiendo respeto para los fiscales; es obvio que la sombra del PSC es alargada y arrastra al PSOE a seguir estrellándose (¿acaso si se han cometido delitos hay que seguir mirando hacia otro lado?). Y, mientras Sociedad Civil Catalana, premio del Parlamento Europeo, piensa entregar al Rey cincuenta propuestas antiindependentistas, en las tertulias televisivas se siguen rasgando las vestiduras quienes, ante la lógica de defender la legalidad (y por tanto, investigar posibles delitos), prefieren apostarlo todo a la política, incluso la ley, con el objetivo de no herir a la fiera totalitaria (¡cómo si ésta fuera saciable!).

En cuanto a corrupción y corruptelas se refiere, mientras Cospedal pide explicaciones a Esperanza Aguirre por no despedir al gerente de la tarjeta B (¡menudo está el patio!) y mientras el Ministro de Interior confirma la investigación al alcalde de Barcelona y remite a Fiscalía el informe de la UDEF (la que Pujol desconocía, ni sabía sus funciones), el juez da 72 horas a Isabel Pantoja para que ingrese en prisión, en tanto que muchos de sus fans piden su perdón por ser vos quien sois. Sin comentarios, sobre este tipo de actitudes.

Lo que no puede quedar sin comentarios es el ya famoso caso de la famosa beca de Errejón que, curiosamente, tenía permiso del supervisor del proyecto de investigación para hacer su trabajo en Madrid sobre Andalucía. Al parecer, aunque el trabajo exigía ocho horas presenciales, una cláusula en letra pequeña dejaba esta posibilidad excepcional al supervisor. Hasta aquí, todo medianamente normal. Pero las cosas comienzan a cambiar cuando, curiosamente, Alberto Montero, el director del proyecto de investigación para el que trabaja Errejón, su amigo y compañero en Podemos, le avisó de la convocatoria de la plaza en la Universidad de Málaga que él mismo propuso. En su descarga dice Montero que avisó “a Errejón y a otros amigos en el paro”, aunque, casualidades de la vida, resultó Errejón ser el único candidato al puesto. En todo caso qué suerte ser amigo de Montero para que te avisen y qué suerte que todo coincida con el aterrizaje de Errejón en España para dedicarse en cuerpo y alma a la consolidación de Podemos como partido político. Pero no se alarmen, de haberse tratado de cualquier otro político del PP, PSOE, UPyD, IU, C´s…. o del resto de partidos de la “casta” el asunto sería un ejemplo más de conducta perversa, criticable y merecedora de dimisiones inmediatas, sin embargo, al tratarse de un dirigente de Podemos, que no pertenece a la “casta” por decisión propia, la conducta de los implicados ni siquiera puede ser sospechosa de la más mínima irregularidad, pues sus inmaculados comportamientos no lo permitirían. Por tanto, aunque lo parezca, este asunto de la beca de Errejón, no puede ser lo que parece ya que eso sólo se da en la “casta”.

En cuanto a otros asuntos, se conoce que los curas pederastas de Granada actuaban como una secta (me imagino que diabólica); que los padres acosan y amenazan a los profesores más que sus hijos (¡cómo para mejorar la educación!); que la CEIM y las otras grandes patronales darán su apoyo a Rosell para presidir la CEOE y plantean que Garamendi deje CEPYME si pierde; y que ha sido imputado el “carnicero de Mondragón” por incitación al odio, gracias a la denuncia presentada contra José María Zabarte por el hijo de una de sus víctimas. Y, con la familia reunida en torno a Cayetana de Alba en la Casa de las Dueñas, lamentando que “su vida se apague”, se acaba de producir el fallecimiento de la Duquesa a los 88 años de edad; descanse en paz.

Y fuera de nuestras fronteras, mientras no se ha hecho esperar la respuesta de Israel al atentado palestino en Jerusalén derribando casas de los terroristas un día después de la matanza, en Marruecos aumentan la violencia de género y los matrimonios forzosos de menores. Por su parte Obama libra la batalla decisiva para conservar el voto hispano, anunciando una regulación masiva de inmigrantes a pesar de la oposición republicana y su mayoría parlamentaria.

                                               Jorge Cremades Sena