Según la
última encuesta de Sigma-Dos, si en estos momentos se celebrasen elecciones
generales las ganaría Podemos con el 28´3% de los votos (cuadruplicando el
resultado de las europeas), seguido de PP con el 26´3% y PSOE con el 20% (el
resto de partidos: UPyD, 4´5%; IU, 4´2%; CiU, 3%; ERC, 2´8%; C´s, 2´5%; PNV,
1´1% y Amaiur, 1%). Si lo comparamos con el barómetro del CIS de octubre, sigue
subiendo Podemos (5´8 puntos) y bajando PP (1´2 puntos) y PSOE (3´9 puntos),
mientras que UPyD sube 4 décimas e IU baja 6 décimas. Por tanto, si nos
atenemos a estos datos y tendencias, confirmados por otros sondeos del mes
pasado, Podemos sí puede ganar las próximas elecciones generales, hundiendo a
IU definitivamente y poniendo al PSOE en una situación postelectoral muy
complicada. Cierto que los supuestos fraudes e irregularidades de algunos
dirigentes de Podemos que se están aireando en estos días, no se han tenido en
cuenta en el sondeo de Sigma-dos, pero con la que cae al respecto a los
partidos mayoritarios (hasta ahora) me temo que su repercusión electoral sea
mínima. En cuanto a las múltiples falacias del supuesto programa (que aún
desconocemos) con que Podemos se presentará a las generales, me temo que la
aglutinación del voto del cabreo (y son muchos y muchos los cabreados) y el
poco peso que para mucha gente tienen los programas a la hora de emitir el voto
(el % de quienes los suelen leer es mínimo) tampoco repercutirá de forma
sustancial, salvo que se les haga frente (no con tópicos, sino con argumentos
serios y concretos) en los medios de comunicación, poniendo en evidencia sus
demagógicas propuestas e irregulares conductas (por más que ellos lo llamen “campaña
orquestada”, cuando ellos utilizan incluso la difamación contra los demás de
forma magistral). Para algunos, como Alberto Garzón, candidato a primarias por
IU, la estrategia de perdedores recalcitrantes es evidente y, ante la
imposibilidad de hacerles frente con argumentos serios y diferenciados, sólo
les queda reconocer “somos partidarios de la unidad popular”, que es tanto como
decir, someterse a sus antiguos compañeros de IU como son muchos de los líderes
y fundadores de Podemos. Si además, surge “Somos” la nueva marca sindical de
Podemos, para laminar a CCOO y UGT, con la lamentable historia que estos sindicatos
arrastran desde hace tiempo, salvo que reaccionen firmemente les puede suceder
como a los partidos políticos tradicionales. De momento, Cándido Méndez
adelanta el Congreso de UGT y, tras veinte años de liderazgo, anunciará que se
retira en el Consejo Confederal del sindicato, por lo tanto no agotará su
mandato y convocará elecciones en 2016, mientras que a nadie se le oculta que
en la decisión de Méndez no es ajeno ni los asuntos de corrupción ni la
progresiva pérdida de militancia sindical. Por tanto, Podemos sí puede ganar y la
cuestión es ¿podrá gobernar? Dependerá en primer lugar del conjunto de los
ciudadanos y, después, de la voluntad de los líderes de los diferentes grupos
políticos, pues lo que parece ya irreversible es una mayoría absoluta o muy
cualificada paa la próxima legislatura.
Entretanto, mientras
la emigración vuelve a ser la principal opción de tener trabajo para los
españoles (el 60% de jóvenes así lo planean según una encuesta europea),
empresas como Volkswagen ralentizan su apuesta por Cataluña a causa del
independentismo, con lo que la planta de Martorell no contará con nuevos
modelos. Mal asunto si nosotros mismos ahuyentamos las inversiones en España
con asuntos que para nada son prioritarios para el bienestar de los españoles,
incluidos los catalanes.
En cuanto al terrorismo
se refiere, mientras informes de Inteligencia dan por desmantelada a ETA, ya
que, al parecer apenas una quincena de sus dirigentes “políticos” se encuentran
en situación de operatividad y antiguos cabecillas han declinado participar en
un hipotético rearme de la banda, el Jefe de explosivos de ETA, detenido en
octubre, llevaba mandos para activar coches-bomba.
Y en otros asuntos,
mientras se publica que la Diputación de Valencia dio un contrato de 30
millones a un amigo de su presidente, sigue el esperpéntico caso del “pequeño
Nicolás” que, al parecer, envió al CNI su álbum fotográfico para intentar que
le ficharan, en tanto que sus abogados se plantean dejar su defensa tras la
entrevista en televisión de Gómez Iglesias, que así se llama el “pequeño Nicolás”.
Por otra parte, en el
intolerable caso de abusos a menores en Granada por parte de algunos
sacerdotes, mientras una de las víctimas pide por carta al Papa Francisco que
no permanezca impasible ante los abusos de un grupo de curas, tras saludarle de
esta guisa “Querido Santo Padre: tengo 24 años y soy miembro del Opus Dei”, el
arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínes, pidió ayer perdón por estos
abusos en su diócesis postrándose en el suelo, junto a sus presbíteros y
diáconos, durante cinco minutos. Esperemos que, concedido el perdón divino, no
se escatime en la correspondiente pena terrenal que la Justicia habrá de
imponer a estos infames maltratadores de menores si así se comprueba en la
pertinente investigación judicial.
Y en asuntos
extranjeros, el escándalo de Petrobras cerca al Gobierno de Brasil, mientras
Netanyahu agita el radicalismo al declarar Israel Estado del pueblo judío. Y en
EEUU se desata de nuevo la tensión racial después de que la Policía matase a un
niño de doce años que llevaba una pistola de plástico. A veces, realmente se
tiene la sensación de no saber muy bien qué mundo habitamos.
Finalizo felicitando a
Hamilton que se corona en Abu Dabi como campeón del mundo en F-1 por segunda
vez, y al tenista suizo Federer que por fin se alza con la Copa Davis. Y, por
supuesto, desear suerte a Fernando Alonso como piloto de McLaren, primicia que,
justo el día en que Hamilton se proclama bicampeón, su gran amigo don Juan
Carlos de Borbón da a los medios.
Jorge Cremades Sena
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