Justo
cuando España ya paga los intereses de deuda más bajos de toda su Historia,
cayendo el bono español por debajo del 2% por primera vez, dando por hecho los
mercados que el BCE comprará deuda pública, que ya debiera haber hecho hace
tiempo, Pedro Sánchez, el líder socialista, anuncia su decisión de “reparar” el
“error de Zapatero”, corrigiendo el artículo sobre austeridad que, con el apoyo
de Rajoy, entonces en la oposición, avaló ZP dando lugar a una modificación de la
Constitución que rechazó prácticamente el resto de la oposición. La reforma
sobre el déficit cero, que en su día votó el propio Sánchez como diputado
socialista y salió adelante gracias al apoyo del PP en 2011, puede, guste o no
guste, que fuese la única salida posible para evitar el rescate en un contexto
económico que situaba a España al borde de la ruina total y sin apenas
capacidad para financiarse. Era la exigencia lógica de una situación caótica,
con una prima de riesgo que superaba los 600 puntos (hoy es de 125) y nadie,
absolutamente nadie, fue capaz de poner sobre la mesa, ni “a priori” ni “a
posteriori”, ninguna alternativa a negarse a un lógico control del gasto que
exigía ponerle un techo que hiciera creíble el objetivo de finiquitar un derroche
de gasto público, para algunos sin límite, que los mercados se negaban
definitivamente a financiar. Cierto que con el pacto PSOE-PP de alguna manera
se priorizaba el pago de la deuda, lo que acarrearía los conocidos recortes,
pero no es menos cierto que Zapatero tenía muy poco margen de maniobra, pues el
mayor recorte de todos hubiese sido declararse en quiebra financiera. Por
tanto, calificar hoy de “error” la decisión de ZP en su momento (y eso que no
fueron pocos los errores que cometió) me parece excesivo, como mínimo, y lo que
habrá que esperar es que el error no sea pretender de nuevo la barra libre del
gasto que tantos quebraderos de cabeza nos está causando. Si parece razonable
no gastar mucho más de lo que tenemos, entre otras cuestiones porque hay que
pedirlo prestado y luego hay que pagarlo con creces, el acento, a mi juicio, no
hay que ponerlo en gastar más, sino en gastar mejor. Menos mal que el propio
Zapatero, responde a Sánchez con una sonrisa.
Error o no, ya se
verá, es la respuesta de Pablo Iglesias a la pregunta por su opinión acerca de
la conducta de su pareja Tania Sánchez, militante cualificada de IU, quien, al
parecer, recibió un piso de protección oficial que vendió al portavoz de IU en
Rivas, donde una veintena de cargos del partido y familiares viven en la misma
urbanización, y, además, cuando era edil de IU (ahora es diputada madrileña) en
el pueblo adjudicó un contrato de 137.000 euros a su propio hermano. Pues bien,
la respuesta de Iglesias, al margen de decir que es machista preguntarle por
Tania, que no pertenece a Podemos, simplemente porque es su compañera, añade
que no le cabe duda alguna de su honorabilidad en la más genuina línea de los
políticos de la “casta”. Por lo visto, al tratarse de uno de los suyos (aunque
en este caso sea en el plano sentimental y no político) queda exento de que la
ciudadanía conozca la opinión del líder de Podemos, tan pródigo, como debe ser,
en la crítica más dura a otros políticos ajenos. Entretanto Podemos, con sus
círculos, se expande de forma etérea y emocional por toda España, sin
estructura ni líderes, salvo este pequeño grupo que representa Iglesias. Y la
ciudadanía ansiosa por conocerlos no sólo a ellos sino también a todos los
demás.
Y, mientras que, según
Sigma-Dos, el 60% de los catalanes pide una reforma de la Constitución como
mejor forma de resolver la relación con España (como si no fueran españoles) y
el 54% considera que el 9-N careció de garantías democráticas, el voto
secesionista sólo ha crecido 1´5 puntos desde 2012. Entretanto Mas abogará por
una “candidatura de país” con nombres de la sociedad civil y el PSC pide
trasladar el Senado a Barcelona.
En cuanto a los abusos
a menores por parte de sacerdotes, la detención de tres curas y un laico ayuda
a buscar más víctimas en Granada. Entre los detenidos, junto a otros dos curas
y un profesor de religión, está el padre Román, supuesto jefe de la trama,
sobre quien un presunto acosado dice que intentó tocarle cuando salió de la
ducha y el denunciante (al parecer ya hay otra denuncia más) relata al Papa que
jamás tuvo “cama propia” y que “tenía que dormir con él”, en tanto que la
Policía apunta a que mantenían las relaciones en la vivienda de los curas.
Por lo demás, prosigue
el asunto del “pequeño Nicolás” sobre quien un empresario cuenta que Nicolás le
“exigió 200.000 euros por una gestión con Botella” y cómo le llevó al despacho
del Secretario de Estado Jaime García-Legaz para que éste intercediera ante
ella. También prosigue el asunto del anuncio de la dimisión de Cándido Méndez
que ha generado malestar en UGT calificándola como “una dimisión en diferido” y
asegurando que “no pueden afrontar un relevo de tal envergadura” que no estaba
previsto, mientras el propio Méndez afirma tajante que tiene “más presente que
futuro y más pasado que presente”. Y, finalmente, la enhorabuena a Juan
Goytisolo, el escritor que “sospecha” de los premios, ya que acaba de ganar el
Premio Cervantes.
Entretanto Obama,
envuelto en no pocas dificultades, persigue un cambio estratégico sustituyendo
al Jefe del Pentágono; en el trasfondo, la fracasada política en Irak y Siria,
donde la guerra contra la yihad se cobra esta factura y fuerza la dimisión del
Secretario de Defensa.
Jorge Cremades Sena
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