Por más
que nuestros líderes políticos intenten vendernos la burra, obviamente cada uno
la suya, la realidad es que, incluso intentando ser optimista, el panorama en
España (y en Europa) sigue empeorando a pasos agigantados y, lo más grave aún,
sin perspectivas de que la tendencia cambie a corto y medio plazo. Ninguno de
los partidos políticos, salvo Podemos, genera ilusión a los electores de cara
al futuro, mientras Podemos lo consigue precisamente porque no tiene pasado.
Así lo reflejan las últimas encuestas, incluidas al parecer las del CIS que
están a punto de salir, en las que entre los dos partidos, PP y PSOE, que nos
han gobernado en democracia, son incapaces de sumar el 50% de los votos en unas
hipotéticas elecciones generales, mientras el resto de partidos, eufóricos
porque se finiquite el bipartidismo, ven como las encuestas les relegan casi a
una presencia política testimonial ante el tsunami político de Podemos que,
como primer sorprendido por su meteórico ascenso, intenta bajar el pistón de
sus iniciales soflamas populistas de ultraizquierda y se autodefine como ni de
izquierdas ni de derechas (sino todo lo contrario) para seguir aglutinando el
voto de los descontentos y desencantados de la política democrática tradicional
al margen de su ideología. Por tanto no se trata de apostar por un proyecto
ilusionante (todo el mundo sabe que es irrealizable) sino de reaccionar frente
al proyecto desilusionante, tanto por parte de la derecha como de la izquierda
tradicionales, que, habiéndonos sumido en la crisis (no sólo en España, sino
también en la UE) es incapaz ahora de sacarnos de ella o, al menos, de hacerlo
con la celeridad prometida. Y, obviamente, el recambio de una frustración por
una entelequia sólo puede, en el mejor de los casos, empeorar el panorama.
De entrada, el
panorama económico no es nada halagüeño. La economía española (cuya mejora es
el objetivo al que Rajoy ha apostado como principal reclamo electoral de cara
al futuro y frente al caos que supuso el gobierno de ZP) está de nuevo
amenazada por el frenazo en Europa, al extremo de que Bruselas rebaja las
previsiones de crecimiento y, por tanto, de creación de empleo en la Eurozona.
Y sin negar los éxitos en determinadas variables macroeconómicas, que son
indiscutibles, lo cierto es que el paro no acaba de bajar de forma
significativa y, menos aún, con los vaivenes como el del pasado octubre en que
ha crecido en 80.000 personas. No es suficiente que el aumento del desempleo
sea menor que el de otros octubres; los parados no pueden seguir esperando y,
muy especialmente, quienes ya han agotado cualquier prestación por desempleo
que son ya casi la mitad de ellos. Y no es suficiente que España crezca más que
Alemania, Francia e Italia, según previsiones para los dos próximos años, ni
que la UE descarte la recesión (¡eso faltaba!) ya que es desesperanzador que la
Comisión prevea que en ese tiempo la tasa de desempleo se mantendrá todavía por
encima del 22%.
Tampoco es halagüeño el
panorama político cada día más deteriorado por los casos de corrupción y por el
tratamiento que se hace de los mismos. Mientras la Fiscalía va a pedir al
Supremo que investigue a Chaves y Griñán por los ERE, la policía entrega al
juez correos que confirman pagos ilegales en la obra de la sede del PP. Y
entretanto se conoce que la empresa de eventos de la trama de Granados y
Marjaliza inflaba los contratos más de un 50%, con lo que entre Waiter Music y
los “compañeros del Ayuntamiento” hacían el agosto. Además, por si fuera poco,
después de tres meses en prisión (de una condena de nueve) se le concede el
tercer grado a Matas, cuya imagen, saliendo de la cárcel chirría por todas
partes tal como está el patio; no me cabe duda de que el asunto se ajustará a
la legalidad, pero, a estas alturas ¿no se da nadie cuenta de que dicha
legalidad hay que cambiarla?
Y qué decir del
panorama territorial. De nuevo el TC se pronuncia y, de nuevo, por unanimidad
suspende también el sucedáneo del referéndum del 9-N al admitir a trámite el
recurso presentado por el Gobierno. Y de nuevo Mas desobedece al TC y además
llama a desobedecer a los catalanes, amenaza con demandar a Rajoy ante el
Supremo y, como Correos se niega, la Generalitat encarga a Antón Raventós el
buzoneo de papeletas que al final hará su empresa de mensajería y servicios
postales Unipost. Al margen de la anunciada demanda contra Rajoy (Mas tiene
todo el derecho a demandar a quien le venga en gana), su reiterada rebelión
contra el TC, movilizando a los mossos para el 9-N, y su sistemática burla a la
legalidad de forma reiterada se asemeja más a las conductas de determinados
políticos y jefes de repúblicas bananeras que a un gobernante democrático de un
país civilizado. Veremos a ver si el Gobierno de Rajoy es capaz al menos de impedir
el uso de recursos y edificios públicos para votar, aunque ANC y Omnium ya
disponen de unos 100 millones de euros y de 30.000 “liberados” para garantizar
el “proceso”. ¡Cómo para decirles a éstos personajes que la deuda de Cataluña
podría subir del 32% al 105% del PIB en caso de independencia! Si ya han
amenazado con no pagarla, qué más les da.
Pero, a pesar de que
en España el panorama político, económico y territorial sigue empeorando,
algunos miran el futuro con bastante optimismo. Mientras Sánchez está convencido
de que ganará las generales y gobernará en solitario, así se deduce de su
respuesta sobre posibles acuerdos con Pablo Iglesias, que le sigue tratando de
“casta”, Rajoy ya insinúa que será candidato a las generales al afirmar que si
las gana bajará los impuestos. Cuestión distinta es que les crean o que ellos
mismos se lo crean. En fin algunos otros también lo tienen bastante mal, como
Obama que tendrá que afrontar lo que le queda de mandato entre el caos
legislativo al quedar en manos de los republicanos tanto en el Congreso como en
el Senado. Menos mal que allí las frustraciones no se sustituyen por
entelequias. Y, obviamente, otros lo tienen incluso mucho peor, como Méjico,
donde ya ha sido detenido el alcalde de la ciudad en que desaparecieron los 43
estudiantes y el problema está en saber quién es el valiente que asume ahora la
alcaldía. Y es que el precio a pagar por la corrupción política puede llegar a
ser muy alto para cualquier sociedad.
En temas deportivos,
el Real Madrid, a falta de dos partidos, pasa a octavos de Champions al
derrotar al Liverpool, 1-0, con gol de Benzema, mientras el Atlético de Madrid
se queda a un punto de hacerlo tras derrotar 0-2 al Malmoe.
Jorge Cremades Sena
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