Es, sin
lugar a dudas, el objetivo inmediato y urgente de los partidos políticos
españoles a medida que se acercan las elecciones locales y autonómicas, que
andan enredados buscando el voto perdido. Los partidos tradicionales buscan el
voto que, según las encuestas, ellos mismos perdieron tras defraudar una y otra
vez a su electorado; los partidos nuevos buscan precisamente entre esos votos
perdidos intentando captarlos con nuevas propuestas más o menos ilusionantes y
más o menos creíbles. Si Pedro Sánchez, el líder del PSOE, anda proclamando que
tiene “la ambición de liderar la renovación del pacto del 78”, para atraer
votos a su indefinida reforma constitucional (sin contar los que puede perder a
causa de dicha indefinición), Pablo Iglesias, el líder de Podemos, anda
precisamente proclamando la liquidación de dicho pacto para que se enganchen
aquellos que optan por un proceso nuevo constituyente. Por su parte Rajoy,
líder del PP, impone al partido una reacción desesperada para recuperar nada
menos que tres millones de votos que, después de tres años de legislatura como
gobernante, ni la recuperación económica, ni los éxitos en política exterior le
avalan, según las encuestas, para ganar con solvencia las elecciones en estos
momentos. Y, entretanto, al margen de todo el lío montado con el asunto del
9-N, de la posible recuperación del liderazgo del independentismo por parte de
CiU frente a ERC, los alcaldes piden a Artur Mas elecciones en febrero o marzo
para frenar el auge de Podemos, mientras IU, empeñada durante toda su historia
en dar el sorpasso al PSOE, se resigna a sufrirlo en su propio pellejo a costa
del partido de Pablo Iglesias (no precisamente el del histórico fundador
socialista que siempre le superó). Por otra parte, en tanto que los líderes de
las principales compañías (los empresarios, en definitiva) viven con inquietud
el ascenso del populismo y le reclaman a la clase política una reacción para
recuperar la confianza, una multitud (al margen de las cifras dispares que,
como siempre, dan unos u otros) clama en una manifestación pacífica para que el
Gobierno retome la reforma de la Ley del Aborto y retire la vigente ley tal
como el PP prometió en campaña. Obviamente en este escenario se enmarca el
primer rejón, en este caso dado por Errejón, que hiere por primera vez la
inmaculada conducta que autoproclaman los fundadores de Podemos, entre ellos el
propio Errejón, quien, sin lugar a dudas incumple, como mínimo, el código ético
de Podemos que prohíbe cobrar más de 1.900 euros, aunque Iglesias y los demás
europarlamentarios cobren varios miles de euros (al menos éstos dicen donar la
diferencia, no se sabe bien a quién, mientras Errejón, al margen de los 1.825
de la beca, cobraba del partido); un asunto que Monedero y compañía achacan,
tras haber estado insultando a toda la clase política desde el inicio, a una
campaña orquestada de odio, afirmando que no lo van a tolerar (por lo visto
sólo son tolerables las acusaciones de ellos al resto de los mortales, pues es
obvio que no lo hacen con odio sino con cariño; en sus limpias mentes no puede
caber el odio, eso sólo se reserva a la “casta”). Como ven cada uno juega sus
bazas en esta lucha sin piedad por atraerse el voto perdido y, en el trasfondo,
la triste realidad.
Triste realidad adobada
por las ocurrencias del “pequeño Nicolás” que no repara en afirmar que celebró
su cumpleaños “en el ático de Ignacio González”, que no se coló “en la
proclamación de Felipe VI” sino que le “invitaron”, que participó “en las
negociaciones de Eurovegas” o que Aznar le insistió “en que le llamara Jose”.
Insisto: alguien, si puede, tiene que poner punto y final a este espectáculo. Y
eso se hace simplemente demostrando la verdad. Una verdad como la que Don Juan
Carlos de Borbón reconoce al afirmar “Mi hijo habla en público mejor que yo”;
hay realidades que no se pueden negar.
Y mientras Bruselas
centra las inversiones para España en el transporte, nuestro país tiene en
espera otros 127 proyectos para buscar gas y petróleo además de Canarias, donde
las prospecciones ya han comenzado, aunque si en los demás lugares reaccionan
como han hechos las autoridades canarias nos espera en el futuro la marimorena.
En cuanto a otros
países se refiere, mientras Alemania insiste en la austeridad como emblema
nacional y modelo para Europa, con el apoyo unánime de control del gasto por
parte de los partidos y sindicatos, Portugal está convulsionada y sacudida
políticamente ante la detención del ex primer ministro socialista José
Sócrates, al pasar del rescate ineludible a ser investigado por una fortuna de
20 millones de euros (sin comentarios, bastante tenemos ya con lo de España).
¡Ah!, tras 47 años oculto aparece Mario Terán Salazar, que se jubiló en el
Ejército de Bolivia como oficial mayor y, además de la correspondiente pensión,
cobre el Bono Dignidad de Evo Morales, y al mostrarle la única foto existente
de quien mató al Che Guevara, afirma lacónicamente “sí, soy yo” y añade “el Che
Guevara era un invasor”.
En cuanto al futbol se
refiere, Messi hace Historia en la Liga al sumar 253 goles tras el triplete
ante el Sevilla que pierde con el Barça, 5-1, mientras el Madrid golea al
Eibar, 0-4. ¡Ah! y una mención especial al Rayo que, al margen de derrotar al
Celta, 1-0, ha decidido pagar el alquiler a una octogenaria desahuciada de su
vivienda por no poder afrontar su deuda con un prestamista; con toda seguridad
es el gol más bonito del Rayo Vallecano.
Jorge Cremades Sena
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