Determinadas encuestas en pleno ecuador de la
legislatura corroboran que tanto el PP como el PSOE son las principales
víctimas del descontento ciudadano hacia la forma de hacer política, de
gobernar y, en definitiva, de administrar lo público en sus distintas facetas.
Como en anteriores encuestas los populares vencerían con un 30´6% de los votos
(tras perder catorce puntos), mientras los socialistas obtendrían un 27% (sin
remontar la caída del PP), seguidos de IU con un 13´4% y UPyD con el 10%,
quienes, como tercero y cuarto en apoyos electorales, tendrían un papel
decisivo para la gobernabilidad de España ya que ni se plantearía la
posibilidad de un gran pacto PP-PSOE para salir de una vez por todas del negro
agujero en que estamos inmersos. Todo lo contrario, cada uno de ellos parece no
ir en sintonía con los deseos mayoritarios de los ciudadanos. Si más del 85%
considera que Rajoy debería hacer cambios en el Gobierno, éste hace oídos sordos,
al igual que Rubalcaba frente al 80% de votantes que prefieren primarias antes
de las europeas. Por cierto, hablando de primarias, curiosamente los favoritos
para liderar el PSOE en estos momentos serían, por este orden, Carme Chacón o
Susana Díez, frente a los que, como el que no quiere la cosa, andan jugando a
candidatos, como el propio Rubalcaba, que ha tomado algo de oxígeno tras la
Conferencia, así como Madina o López que quedan bastante detrás de las citadas
compañeras.
Si este es el panorama actual, según las encuestas, todo
puede cambiar de aquí a las autonómicas y las generales, aunque me temo que de
cara a las europeas, las más cercanas, será difícil dar un giro sustancial al
previsible desplome tanto del PP como del PSOE que vaticinan las encuestas. En
todo caso, hay noticias que, a mi juicio, pueden ser el origen de un cambio de
tendencia. Mientras Rajoy, en la clausura del Congreso de NNGG, manifiesta
tajantemente que “Nadie jugará con la soberanía nacional” y que el PP ha venido
“a decidir y gobernar”, que no está nada mal, Navarro consigue una sustancial
victoria frente a los críticos en el PSC desmarcándose de la “hoja de ruta” de
Junqueras y Mas, descolgando al partido tajantemente del suicida plan
soberanista al rechazar rotundamente una consulta sin pacto. Aunque ni a uno ni
a otro se le debieran considerar como méritos lo obvio, no está mal que, tal
como está el patio, ambos digan públicamente que harán lo que están obligados a
hacer, decidir y gobernar que es para lo que se eligió a Rajoy, y cumplir y
hacer cumplir la legalidad constitucional. Sólo cabe esperar que a ninguno de
los dos les tiemble el pulso a la hora de afrontar las embestidas de los
energúmenos que sólo acatan la legalidad para dar legitimidad a sus cargos y al
ejercicio de los derechos que le ampara, pero no para cumplir los deberes a que
les obliga. Por tanto, lo de Rajoy y Navarro, bienvenido sea, aun siendo obvio.
Tampoco está nada mal que, mientras siguen apareciendo
noticias sobre la mala utilización de los fondos de formación por parte de UGT
(ahora resulta que incluso realizaba cursos en El Caribe), Toxo, aunque se
resista a publicar su sueldo y la de los líderes sindicales, manifieste que no
le importa “que CCOO renuncie a la formación”. Siempre sería preferible que
simplemente renunciara, al igual que debiera hacer Cándido Méndez con UGT, para
que, de una vez por todas, se despejase el misterio de la financiación de los
sindicatos. Sería un precedente magnífico para que otras organizaciones,
incluidos los partidos políticos, tomasen ejemplo de cara a finiquitar el
oscurantismo financiero que tanto daño está causando a la credibilidad en los
mismos.
También sería saludable que todos entendiéramos que en
democracia cada cual tiene derecho a expresar públicamente sus reivindicaciones
o sus quejas, siempre que lo haga de forma legal y pacífica, sin ningún tipo de
agresión a las personas o las cosas. Se esté o no de acuerdo, la plataforma
Derecho a Vivir, bajo el eslogan “Dejadme Vivir”, impactante todo lo que se
quiera, pero sin agredir a nadie, ha realizado una marcha en Madrid para que el
Gobierno cumpla su promesa de derogar la “ley Aído” sobre el aborto.
Lamentablemente, y seguramente a falta de argumentos (el de que “un feto es un
ser vivo, pero no humano”, utilizado en su día para justificar el aborto, no
parece muy razonable), cinco activista del movimiento feminista Femen, con su
peculiar forma de exhibir sus pechos desnudos, han irrumpido en la marcha,
violentando su desenlace normal con la actitud provocadora que lo caracteriza.
Es una pena que, ya puestos, no lo hagan para manifestar su rechazo a la
excarcelación de violadores que, cumpliendo una deficiente legalidad en su día,
gozan de total libertad incluso sin estar reinsertados o arrepentidos. Al menos
tendría más sentido, desde el feminismo, el rechazo activo de esta violenta y
repugnante actitud de violencia de género que mantienen los violadores, así
como un mayor reparo social. Seguramente que, al no ser este asunto cuestión de
izquierdas o de derechas, a quienes funcionan a “piñón fijo” se les pasa
desapercibido.
En fin, menos mal que la recogida de basuras domésticas
en Madrid ya se ha solucionado. Lo que menos importa es si, como dice Botella,
el acuerdo ha sido posible gracias a la flexibilidad de la nueva legislación
laboral que lo permite. En todo caso, bienvenido sea, pues el cierre de las
empresas o el despido generalizado hubiesen sido nefastos. Pero ¿no hubiese
sido más sensato arreglarlo al tercer día de iniciarse el conflicto? Menos mal
que Botella dice que ningún madrileño pagará los daños causados… Ahora, sólo
falta creer a la alcaldesa, pero, a estas alturas, ya no creemos en casi nada y en casi nadie.
Jorge Cremades Sena
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