Nadie entiende los sondeos que circulan en
determinados círculos sobre un hipotético resultado electoral en caso de
celebrarse elecciones generales. Según los “guerristas” el PSOE ganaría las
elecciones con una ventaja de más de nueve puntos sobre el PP y, según otra
encuesta, sería el PP quien vencería al PSOE por más de cuatro puntos, pasando
el efecto soberanista una cara factura al PNV en favor de Bildu y a CiU en
favor de ERC. Siendo esto último bastante probable (para fotocopias siempre es
mejor el original), la horquilla de trece puntos entre PP y PSOE según dichos
sondeos es demasiado grande como para ser fiable ni en una ni en otra
dirección. En todo caso, a todos y cada uno de los partidos, les queda
suficiente tiempo para encauzar el rumbo, las generales quedan lejos ya que,
salvo imprevisible catástrofe, la mayoría sólida del PP augura finalizar la
legislatura, aunque no vale dormirse, pues antes hay que afrontar las europeas
y las autonómicas, que, siendo distintas en objetivos e intereses, sí pueden
valer para saber por dónde van los tiros.
Y
como nadie lo entiende es por lo que cada partido intenta lavar su imagen como
puede, ofreciendo, especialmente el PP y el PSOE, un futuro más limpio y, a la
vez, intentando borrar un pasado tan sucio. En cuanto a lo primero el PP lo
confía a la evolución positiva de la economía, para contraponerla a la
desastrosa gestión de Zapatero, mientras el PSOE lo quiere hacer mediante un
proyecto nuevo que comienza a dibujar en su inminente conferencia política,
para hacer borrón y cuenta nueva sobre el nefasto pasado inmediato. En cuanto a
lo segundo, ambos andan pendientes de la evolución de los casos de corrupción o
malas prácticas del pasado, que ambos llevan en su zurrón. Sin ir más lejos,
raro es el día que no aparecen nuevos episodios al respecto de uno u otro. Hoy,
mientras Esperanza Aguirre es llamada a declarar como testigo sobre el “caso
Gürtel”, que lo hará por escrito, y Álvaro Lapuerta declina hacerlo sobre el
“caso Bárcenas” por razones de salud, aparece la noticia de que el PSOE dio un
pelotazo inmobiliario con el gobierno de ZP al adquirir nada menos que diez
inmuebles, negociando con el ICO, por debajo del valor de tasación y sin
concurso público, que como mínimo es “excepcional”. Nadie entiende que,
mientras van saliendo de un agujero, aparece otro nuevo. Es curioso que a UGT y
CCOO, al menos en Andalucía, les sucede algo por el estilo. Si estos días atrás
se desvelaban detalles de la sinvergonzonería de algunos ugetistas, hoy se
publica que CCOO pagó sueldos a sindicalistas con ayudas de la Junta a formación.
Entretanto Hacienda acredita que Bárcenas controló cuentas del PP hasta 2011,
dejando a Cospedal con el culo al aire, mientras Crespo dice que él mismo
repartió sobresueldos no declarados en el PP de Galicia…¿quién lo entiende?.
Quien, entendiéndolo o no, sigue a lo suyo es Rosa Díez,
que acaba de ser reelegida al frente de UPyD con más del 90% de apoyos,
mientras todos los sondeos le auguran una escalada importante de cara al
futuro. Si hace unos días metió en un brete a todos los grupos parlamentarios
para que apoyaran o no su moción de apoyo a que la soberanía reside en todo el pueblo
español (obviedad que algunos ponen en duda), mientras retiraba el apoyo al
gobierno socialista en Asturias al no cumplir éste su promesa de cambiar la Ley
Electoral, y, siendo consciente del incumplimiento de Rajoy a muchas ofertas
electorales, dice alto y claro: “Si no cumplimos lo que prometemos, no vuelvan
a votarnos”. Una invitación en toda regla, propia de quien, al no haber tenido
responsabilidades de gobierno, como es el caso de UPyD, nada se le puede
reprochar. El resto (PP, PSOE, PNV, CiU y, en menor medida, IU y ERC, por
razones obvias ya que gobernaron menos tiempo) no pueden decir lo propio ya que
cuentan con demasiados incumplimientos.
Por lo demás, ¿quién entiende que la Sanidad Vasca
pretenda incentivar a médicos y enfermeras económicamente por hablar euskera
con sus pacientes durante el ejercicio de su trabajo? Salvo los independentistas que pretenden poner los carros
delante de los caballos nadie lo puede entender, como tampoco se entienden que
sigan en su empeño con su quimera. Si estudios cada vez más serios demuestran
que Cataluña perdería casi dos tercios de su comercio con el resto de España en
caso de independizarse, amén de la fuga de muchas empresas, que supondría un
golpe para los catalanes de unos 25.000 millones, nadie entiende que sus
gobernantes sigan erre que erre con la locura. Bueno, sólo se entiende, si
tenemos en cuenta que es el único discurso en el que, por irrealizable, todavía
no fracasaron. Pero el precio que por ello hacen pagar al ciudadano es
demasiado alto.
Termino. Acabo de enterarme que la Ejecutiva de UGT de
Cádiz acaba de dimitir en bloque por el asunto de los EREs y los escándalos de
corrupción de algunos dirigentes sindicales. Se ve que Alaya no va muy
desencaminada. ¡Ojala que los demás jueces encaminen sus respectivos casos para
que pronto podamos percibir sus efectos, bien como reacción ante el avance de
la instrucción, bien, al final, con una sentencia ejemplar y justa! Por pura
higiene democrática seria lo deseable.
Jorge Cremades Sena
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