La avalancha de críticas hacia UGT,
especialmente hacia UGT-A, por parte de la mayoría de dirigentes de los
partidos políticos pone en evidencia que el sindicato socialista está en el ojo
del huracán. Demasiadas noticias negativas sobre presuntos “choriceos” del sindicato
que, negadas en principio por sus dirigentes, calificadas después como “irregularidades”
y finalmente asumidas, con los matices que se quiera, no se pueden despachar,
como acaba de hacer Cándido Méndez, como una especie de campaña infame del PP
para eclipsar el asunto de Bárcenas. Ni aunque así fuera, puede servir como
argumento para salir al paso de las decenas de noticias que inundan los
diarios, así como los documentos probatorios. Una vergüenza, al margen de la
carga delictiva que pudieran tener, indigna de un sindicato de trabajadores a
cuyo servicio debiera estar y no al servicio de los intereses de sus cúpulas
dirigentes. Por más incoherencias en que incurra Cospedal, como suele suceder
en estos casos, urgiendo a que se investigue a UGT y criticando que “algunos
tengan tan poco interés en que se sepa la verdad” está cargada de razón. ¡Lástima
que no exija lo propio en otros asuntos que apestan y que el resto de
dirigentes de todos los partidos hagan lo propio!
Y si UGT está en el ojo del huracán, tanto el PP como el
PSOE le van a la zaga. Para bien o para mal, una especie de viento huracanado,
que no brisa apacible, zarandea su presente. En el PSOE, mientras “la Susana”,
como suelen llamar a su nueva Secretaria General de Andalucía, propone una “ola
de cambios” y manifiesta que
el partido lo va a dirigir ella, Rubalcaba y su ejecutiva federal no se da por
aludido y, olvidando la espada de Damocles que el PSOE-A tiene en el feo asunto
de los EREs fraudulentos, prefiere, de forma incoherente como Cospedal, incidir
en que “el PP tenía una contabilidad b y también un programa electoral en b”,
ingenioso pero poco adecuado para lo que puede sobrevenir cuando Alaya acabe la
instrucción correspondiente. En el PP, mientras unos, como Abascal, abandonan
el partido, acusando a Rajoy de “traicionar sus ideas” y otros lo hacen, como
Fabra, tras ser condenado sólo por delito fiscal (lo que celebra ya que según
él eso no es corrupción), Rajoy, que en
su día lo tenía como honesto y ejemplar, se limita a dar luz verde a una
renovación del PP andaluz para que un Congreso urgente decida qué candidato se
enfrentará a Susana Díaz. Si tanto PSOE como PP son capaces de quitarse lastre
pesado desde el sur, aportando savia nueva, pero de verdad, bienvenido sea.
Pero me temo que para ello, sus nuevas cabezas visibles, tendrán que hacer una
titánica labor de limpieza. El chalaneo sobre el nombramiento de los miembros
del CGPJ, que está levantando ampollas, no sólo entre los fiscales (a los que
dejan fuera), sino incluso en los propios partidos (Gómez amenaza con dejar su
puesto de senador si se mantiene lo pactado con el PP), es un buen ejemplo de
que ni unos ni otros están por la labor de resucitar a Montesquieu. Menos mal
que Wert lo tiene claro “no voy a dimitir, cuento con la confianza del
presidente del gobierno”. ¡Cómo debe ser! Al fin y al cabo ser ministro es lo
más fácil, sólo se necesita tener la confianza del presidente. Y nada más.
Entretanto, Irán congela su amenaza nuclear al someter su
programa atómico al control de la ONU tras el acuerdo con las potencias
mundiales, especialmente de EEUU, que no ha sentado nada bien en Israel ni en
los republicanos estadounidenses. A cambio, suavizar las sanciones contra el
régimen de los ayatolás. Por otra parte Argentina y España alcanzan un
preacuerdo sobre YPF, con una indemnización importante por parte de Argentina a
Repsol por la expropiación, siempre que éste la acepte. Menos mal que el
ministro Soria y Fainé no han tenido problemas para negociar el asunto gracias
a un viaje relámpago. El Príncipe ha tenido más mala suerte ya que su avión, de
segunda mano, no ha podido trasladarle a Brasil en un viaje oficial previsto,
cuando ya estaba a bordo del mismo; simplemente se había averiado. No sé si el
envío por su parte de un video a Brasil habrá servido para paliar parcialmente
el ridículo bochornoso que a nivel internacional supone este asunto. El
contraste del avión real averiado, con el aeropuerto de Castellón sin aviones,
ejemplo de despilfarro, en este caso por el delincuente Fabra, que no considera
delito su comportamiento a pesar de ser condenado, es el mejor ejemplo del
pintoresquismo pinturero que hay en este país.
Y mientras los ucranianos se movilizan por el sueño de
integrarse en la UE y Bruselas advierte a Escocia que, en caso de
independizarse, quedaría obviamente fuera de la Unión, en la Cataluña de Artur
Mas, la CUP (organización política de antisistemas, abertzales e
independentistas) está alrededor del 5% de apoyos electorales. Poco les importa
que el Gobernador del Banco de España alerte de que, en caso de independizarse,
quebraría la banca catalana; pero lo grave es que, por lo visto, tampoco
importa ni a ERC, ni a CíU.
Jorge Cremades Sena
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