El recuerdo en este día
de aquel maldito 11 de marzo de 2004 eclipsa cualquier otra noticia y
permanecerá impreso en nuestra memoria colectiva en todos aquellos que sentimos
tan horrible tragedia. Sea por tanto como asunto prioritario el apoyo
incondicional a las víctimas directas y sus familiares, aunque hay que añadir
que, en el fondo, todos fuimos víctimas de aquella inhumana y bestial masacre. “Para
nosotros, el reloj se paró. Todos los días son 11 de marzo” decía una de las
víctimas en este aniversario. Y lleva toda la razón. Por ello, sólo cabe gritar
¡nunca más! Tanta barbarie y tanta irracionalidad no puede ser repetible, pues
tanto dolor repetido sería definitivamente insoportable. Pone los pelos de
punta pensar que, como se ha publicado en estos días, España sigue siendo
objetivo del radicalismo “yihadista”, es decir, una “base durmiente” de
radicales según informes policiales. Esperemos que, a diferencia de aquel
fatídico 11-M, tanto el gobierno como la oposición, sean capaces de entender
que, ante semejante amenaza para todos, sólo el criterio unánime, sin fisuras,
en una lucha permanente contra la violencia organizada puede conseguir alejar
semejante espada de Damocles que pende sobre las sociedades pacíficas, libres y
democráticas. Nunca más, por tanto, a que unos u otros, como sucedió entonces,
utilicen tanto dolor como arma política. Hay asuntos que han de estar muy por
encima de cualquier legítimo interés político, social o económico. No
entenderlo así supone que, aún hoy, después de tanto tiempo, se añadan secuelas
innecesariamente a las ya causadas en el atentado en sí mismo.
Lamentablemente en este aniversario
del 11-M, no son pocas las noticias, fuera de nuestras fronteras, que tienen
relación directa con la violencia, terrorista o no, demostrando que nadie está
libre de semejante lacra. Nada menos que diez países andan buscando al avión
malasio, misteriosamente desaparecido, mientras se conoce que un iraquí compró
los pasajes de los dos viajeros con pasaportes robados que, al parecer, volaban
en el mismo. Para echarse a temblar.
Finalmente destacar en este día de
tantos recuerdos y tanta tristeza que, mientras muchos tertulianos televisivos
siguen apostando por sus discrepancias sobre aquellos acontecimientos y
hurgando más y más en las heridas, cabe destacar algunas otras noticias como el
desgraciado accidente de un barco en Asturias que ya ha dejado dos muertos y
seis desaparecidos, probablemente ahogados en el barco hundido; como que
determinados barones del PP critican a Rajoy por no designar ya de una vez al
candidato a las europeas; o destacar la suerte que tienen algunos, como el
presidente de Catalunya Caixa que forzó su despido pero el juez le concede nada
menos que 600.000 euros de indemnización.
En el ámbito internacional, mientras
tropas rusas penetran desde Crimea en Ucrania continental, Japón decide
reactivar las nucleares cerradas por Fucushima y en Colombia, al renovar Santos
su mayoría parlamentaria, se alberga la esperanza de que continúe el proceso de
paz.
Jorge Cremades Sena
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