Todos debiéramos
aprender de las razones por las que un juez pone en libertad a los energúmenos
que protagonizaron los actos violentos, sin precedentes por su magnitud e
intensidad, el 22-M. Resulta que, aunque todos vimos sus actos vandálicos en la
tele, en dichos sujetos “no hubo voluntad de ocasionar daños físicos”, según el
juez, y en alguno de los casos se trata de algún joven que sólo “tiene 19 años
y domicilio conocido”. Menos mal,
porque, en caso contrario, no se sabe lo que hubiera podido suceder. Así, al
menos, nos queda el consuelo de que las brechas en la cabeza de algún policía,
los dientes rotos, algún pinchazo que otro, los gritos de “dejadles morir” a
los sanitarios que curaban sus heridas o de “vamos a matarlos, que son pocos” a
los acorralados, así como los escaparates destrozados, los contenedores
quemados, el mobiliario urbano arrancado y otras tantas barbaridades por el
estilo, son meros accidentes involuntarios provocados por no se sabe bien qué
tipo de fenómeno desconocido. Un despropósito sin precedentes en cualquier otro
lugar civilizado del mundo que deteriora nuestra convivencia democrática (Ver
“Secuelas del 22-M” en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,),
ante el estupor de los ciudadanos pacíficos y el regocijo de quienes alientan
la violencia, por acción u omisión, con el propósito de obtener réditos
políticos. Si se trata de un despropósito del juez (parece que fiscalía ha
recurrido la decisión), que se abra la investigación pertinente. Si se trata de
lagunas o deficiencias de la legislación, que se cambie la ley. Así no se puede
continuar ni un segundo más. Todo el daño causado a quienes de buena fe
asistían pacíficamente a la movilización (a pesar de que algunos de sus
convocantes de una u otra forma avalan la violencia), así como a quienes sin
asistir apoyaban algunas de sus reivindicaciones (otras eran impresentables) y
al resto de ciudadanos demócratas, no se puede despachar con semejantes
frivolidades que, en definitiva, consciente o inconscientemente, favorecen a
los grupos radicales “antisistema” que sólo buscan acabar con el modelo
democrático representativo para sustituirlo por su peculiar modelo totalitario,
con el absurdo respaldo de quienes pretenden obtener algún rédito político de
la movida que, de momento, les sirve como tonto útil.
Jugar indecentemente con los
problemas de la gente, como sucede también con los inmigrantes, a base de
falacias calculadas, en vez de buscar soluciones a los mismos, aportando las
tuyas propias, es totalmente inadmisible. La imagen de un inmigrante encaramado
en una elevada farola tras saltar la verja en el último intento de asalto
masivo en Melilla, debiera hacernos reflexionar a todos de que, por encima de
la demagogia sobre la inmigración ilegal, hay que buscar soluciones razonables.
De momento, parece ser que Marruecos construye un foso para que los inmigrantes
no salten la valla, añadiendo una verja de dos metros de alta coronada con
concertinas. Un nuevo obstáculo infernal más en la frontera de mayor
desigualdad social y económica de toda la Tierra, sin reparar que ante esta
cruel realidad buena parte de la población africana, como el inmigrante de la
farola, preferirá jugarse la vida, al grito ilusionado de ¡Viva España!, que
nos desgarra el corazón, antes de seguir muriéndose de hambre en su país de
origen. Es paradójico que la sabiduría humana, capaz de poner los cimientos
para generar incluso vida artificial (tal como han conseguido científicos en
EEUU fabricando ADN e integrándolo en una célula de levadura) sea incapaz de
conseguir erradicar el hambre en el mundo. Obviamente la sabiduría no está al
servicio del bien común y, en el mejor de los casos, sólo le afecta de rebote.
En otro orden de noticias, bueno es
resaltar que España casi ha conseguido cuadrar el déficit impuesto por Bruselas
en 2013 al situarlo en el 6´62%, frente al objetivo del 6´5%. Sólo una décima
más que es un verdadero éxito al estar en la buena dirección, obteniendo así
que los españoles, a pesar de todas las movidas, nos hayamos situado en el
máximo de nuestra confianza desde 2007. Y ello, a pesar de que no se han hecho
todas las reformas esperadas, entre ellas la territorial e institucional,
eliminando duplicidades innecesarias. Italia, por cierto, acaba de eliminar sus
73 provincias, precisamente para ahorrar. Bien podríamos tomar ejemplo. En todo
caso, la prima de riesgo sigue bajando y nos permite ahorrar muchos millones en
concepto de intereses de la deuda (la que algunos dicen que debemos dejar de
pagar). Seguro que todos estos datos positivos, generan confianza en el
exterior, como la que las autoridades peruanas han tenido en dos grandes empresas
españolas, ACS y FCC, que acaban de ganar un megacontrato para construir el
metro de Lima por 3.900 millones de euros, mayor incluso que el del Canal de
Panamá que tantos quebraderos de cabeza está dando.
Y para quebraderos de cabeza los de
las eléctricas que tienen que devolver una media de unos 17 euros a los
usuarios antes de octubre, mientras que la nueva factura de la luz aprobada por
Industria no satisface ni a las compañías ni a los usuarios que la tachan de “compleja
e injusta”, mientras que la pobreza energética ya se extiende por los hogares
españoles, pues la tasa de familias que destinan más del 10% de su renta a
pagar la luz y el gas alcanza ya el 16´6%. Hay que resaltar además sobre España
que en el capítulo de corrupciones Bankia demanda al arzobispado y a Valencia
por no pagarle los hoteles de la Curia en la polémica visita del Papa que
Cavaltour, la agencia de viajes de la extinta Bancaja, gestionó a cambio de más
de un millón de euros. Por otro lado la UE investiga a la Junta andaluza por el
supuesto mal control de algunos fondos europeos gestionados por un consejero
implicado en los famosos ERE fraudulentos. Y, para terminar, mientras por fin
Artur Mas se ve forzado a permitir a un colegio un reparto equitativo de clases
en catalán y castellano, como debe ser, parece que Rajoy le ofrecerá durante el
debate parlamentario mejorar la financiación para Cataluña ya que, al parecer,
CiU no vería con malos ojos un sistema similar al vasco, aunque desde la Generalitat
algunos nieguen canjear dinero por soberanía. Esperemos que, al menos, el
resultado final, no sea para hacer un poco más desiguales a unos españoles de otros.
Quien parece que hace un amago de
entrar en razón es Putin que ha llamado a Obama para buscar una “solución
diplomática” en Ucrania, aunque, como no puede ser de otra forma, el presidente
americano le recuerde que cualquier salida pasa por la retirada de las tropas y
la ausencia de más incursiones en territorio ucraniano. Es decir, en el respeto
a la legalidad internacional. La OTAN, por si acaso, sale de su letargo tras la
anexión de Crimea y se reorienta hacia Europa para disuadir a Moscú. En Cuba,
curiosamente se apuesta ahora por la iniciativa privada pero sin signos de
apertura política. Una especie de comunismo capitalista que tanto les gusta a
algunos de los antisistema que incendian a Occidente con sus proclamas
incendiarias. Entretanto la comunidad internacional anda preocupada con la
expansión del Ébola que llega a ciudades africanas, mientras la OMS confirma
que varios casos han llegado ya incluso a Conakry, la capital de Guinea
(aeropuerto internacional), cuando el virus mortífero se ha cobrado ya la vida
de unas ochenta personas.
Jorge Cremades Sena
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