Con esta moda de pelearse por todo y por nada
que han impuesto nuestros insignes políticos, no hay día que no salga a relucir
un debate, real o ficticio, para demostrarnos sus dotes a la hora de montar las
grescas. Entre los ecos del combate sobre el machismo, se escuchan nuevos sones
de guerra. En esta ocasión sobre quién es el culpable de las agresiones a
Montoro y Alicia en Barcelona. Mientras desde el Gobierno ligan la agresión con
el independentismo y se pone en cuestión la actuación de los mossos para
resolver rápida y eficazmente el asunto, desde el Ejecutivo catalán y los
propios mossos se culpabiliza al equipo de seguridad del ministro. Al final, como
suele suceder la culpa será del cha cha cha. Dice Fernández Díaz que “hay una
agresividad política que no es ajena a la situación que se vive en Cataluña”
mientras Sánchez Camacho recuerda que “ya avisé de que el proceso secesionista
traería violencia”. Dos obviedades parciales sin paliativos. Evidentemente que
la situación de Cataluña genera violencia, pero no sólo por la apuesta
independentista, que es simplemente, hoy por hoy, un plus a añadir al resto de
causas de la violencia que hay en el resto de España. Y evidentemente que los
procesos independentistas generan violencia, jamás son procesos beatíficos, que
le pregunten a Ucrania por ejemplo, pero su desarrollo obedece a otras causas
como, en el caso español, a la progresiva dejación de aplicar la legalidad
desde sus inicios desde las instituciones del Estado, cada vez más
cuestionadas. A todo ello se debe la violencia en Cataluña y fuera de Cataluña.
Un descrédito ganado a pulso, día a día, por parte de quienes tienen la
responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la legalidad en todo momento, sobre
cualquier asunto y a quien proceda, sea quien sea.
¡Quién se extraña hoy de que los independentistas
pretendan colocar urnas el día de las elecciones europeas para votar sobre el
referéndum! ¡Quién de que la CUP desoiga al respecto a la Junta Electoral
Central! Nadie, lo vienen haciendo cuando y donde les viene en gana. ¡Quién se
sorprende de que PP y PSOE pidan la dimisión del alcalde de Sestao por sus
manifestaciones despectivas, siendo yo benévolo, contra los inmigrantes, y el
PNV le ampare! Nadie, todos están acostumbrados a defender o atacar las
conductas indecentes, no según las vean, sino según quien las cometa, no para
erradicarlas, sino para matar al contrario y encubrir al propio. Lo malo es que
el resto de ciudadanos ya casi vemos esta indecente conducta política de hoy
por ti, mañana por mí, como casi normal. Como otros muchos casos que podríamos
citar, lo del alcalde de Sestao, al margen de que sea o no del PNV, es
intolerable, los inmigrantes no son “mierda”, ni siquiera los que roban que, en
todo caso, serían ladrones, y no se les puede sacar del pueblo a “hostias”,
simplemente se les debe aplicar la ley como al resto de personas.
En fin, que ya estamos prestos a votar, aunque tras la
campaña que finaliza hoy, no tengo claro si somos conscientes de todo lo que
nos jugamos. Mañana, día de reflexión, intentaremos averiguarlo. Aunque, tal
como han querido nuestros políticos, hoy por hoy somos expertos en machismo y
poco más. Se olvidaron de hablarnos de las demás cuestiones que están en juego,
no sólo en España sino en toda la UE, como el empleo, el paro, la unión fiscal,
la unión bancaria, el populismo totalitario, la crisis demográfica, la
inmigración, la innovación tecnológica, la energía, la defensa común, el
estancamiento económico, el futuro del euro, el euroescepticismo, las tensiones
independentistas… y tantas y tantas otras cuestiones que afectan directamente a
todos los europeos, incluidos los españoles. Seguramente no fueron olvidos adrede.
Nadie es perfecto. Luego, pasa lo que pasa, que la culpa fue del cha cha cha.
Y
en otros asuntos, la Audiencia anda en contra de la reforma de la Ley de
Justicia Universal que rechazan cinco de sus seis magistrados; la Caixa se
convierte en una fundación; la gran empresa deberá publicar cuánto tarda en
pagar a sus proveedores; Empleo quitará a sindicatos y patronal el monopolio de
los cursos de formación; y el forense no vio “signo de lesión” en el agente que
denunció a Aquirre. Entretanto, los traficantes y demás delincuentes
internacionales liberados, los banqueros añorando los viejos tiempos, los
proveedores esperando cobrar, los sindicalistas y los patronos cabreados y
Esperanza tan contenta. Es lo que hay.
Y
en el exterior, mientras el Ejército da un golpe de Estado en Tailandia, con
sus correspondientes toques de queda y secuestro de la libertad, rebrota la
violencia en Ucrania en vísperas de sus comicios; por su parte, los sondeos a
pie de urna en los comicios municipales celebrados en Reino Unido confirman que
el populista UKIP obtiene un espectacular resultado, augurando un triunfo en
las europeas sin precedentes, ya que los laboristas no avanzan suficiente como
para confirmar sus aspiraciones de volver al poder y reemplazar a los
conservadores que pierden bastantes apoyos. En fin, el preludio de un
complicado futuro de la UE.
En
todo caso y de momento, quienes están eufóricos son los 70.000 madrileños que
han partido para Lisboa para presenciar en directo la final de la Champions,
con entradas que en la reventa llegan a costar casi 9.000 euros. El mundo del
futbol es otro mundo. Suerte a los dos equipos y que gane el mejor.
Jorge Cremades Sena
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