No lo digo yo, aunque lo suscribo, sino nada
más y nada menos que el mismísimo Juncker, primer ministro de Luxemburgo
durante dieciocho años, presidente del Eurogrupo durante ocho, y, ahora, candidato
del Partido Popular Europeo a presidir la Comisión Europea. Con su enorme
experiencia europea, conocedor indiscutible de casi todos los entresijos de la
UE, afirma rotundo en este arranque de las elecciones al Parlamento Europeo que
“la garantía de la independencia es estar en la UE, no fuera” y remata con que
“la Ley de la UE es clara, una Cataluña independiente dejaría de ser parte de
la UE”. Más claro, el agua. Contundente, claro y trasparente, sin medias
tintas, expone simplemente la cruda realidad tal como es. Entretanto, Artur Mas
El Ausente, se estrena en este inicio de campaña reclamando el voto para
apuntalar la consulta ilegal que, en caso de producirse y, sobre todo, de
materializar su objetivo independentista, sacaría a Cataluña de la UE,
asumiendo luego el desorbitado coste que ello supone. Mas y sus colegas, tienen
todo el derecho (siempre que lo haga en y desde la legalidad, que, además, no
es el caso) de plantear su proyecto independentista a los votantes catalanes,
pero éstos tienen el derecho asimismo de conocer el coste que esa apuesta
acarrearía pare poder elegir con verdadero conocimiento de causa. Lo contrario
sería un fraude democrático de primera magnitud.
Asimismo
alerta Juncker del riesgo de optar por opciones políticas extremistas, cada vez
más frecuentes en Europa (y, por supuesto, en España), muchas de ellas con
claros objetivos eurófobos que perjudican el europeísmo imprescindible en este
mundo globalizado, afirmando que “un voto para un partido extremista es un voto
vacío en el Parlamento”. En España, mientras el CIS prevé el mejor resultado de
los partidos pequeños en 25 años y una exagerada abstención, los grandes
partidos, PP y PSOE, inician la campaña a la gresca entre ellos sin reparar en
lo que ambos tienen alrededor. Más preocupados en dejar tuerto al contrario,
aunque te quedes ciego, son incapaces de ver y hacer ver a los españoles lo que
realmente nos estamos jugando el próximo día 25 si nos quedamos en casa o
apostamos por la demagogia de quienes sólo ofrecen humo que se difumina en el
horizonte nada más atravesar los Pirineos. Y esto no ha hecho más que empezar.
En
todo caso hay que valorar los momentos de lucidez que puedan tener los
candidatos y sus respectivos partidos. Cuando se olvidan del otro y se centran
en lo que pueden ofrecer ellos mismos hasta incluso aciertan. En este sentido
cabe destacar el acierto del PSOE solicitando a TVE que medie para que haya
debate entre Cañete y Valenciano (yo añadiría al resto de candidatos o, al
menos, a la mayoría de ellos). Y cabe destacar que Cañete, conseguida la foto
de unidad con Aznar, quien aclaró que “Miguel es mi amigo, pero si fuese
candidato de otro partido yo no estaría aquí” (sólo faltaría que estuviera),
enfatice sobre la importancia de las elecciones europeas y avise del riesgo de
las formaciones eurófobas. Siempre esto es mejor que el insulto, la descalificación
o la exageración de antagonismos ideológicos inexistentes entre ambos en
asuntos europeos y económicos. Si además mejoraran el debate público con
propuestas claras y concretas en las diversas políticas europeas ya sería casi
perfecto, aunque me temo que esto va a ser difícil.
Dejando a un lado las elecciones europeas, mientras el
Ayuntamiento de Madrid prepara un drástico plan de tráfico en el centro de la
ciudad para favorecer el transporte público y en Valencia son imputados tres
directivos por el accidente de metro que hubo, siendo tan cuestionado, un
gravísimo accidente de tráfico conmociona a Extremadura y a toda España. En un
desgraciado adelantamiento de un microbús a una excavadora, una extraña
maniobra de ésta, conducida, al parecer, por una persona bajo los efectos de
las drogas, provoca el trágico accidente, muriendo cinco chicos entre trece y
quince años, miembros del equipo alevín de futbol de Monterrubio de la Sierra.
Como buena noticia, nos quedaremos con que tecnología y
coches elevan en España la producción industrial a niveles de récord. No está
nada mal.
Y,
fuera de aquí, mientras la policía de Maduro reprime las protestas de los
venezolanos, el líder de Boko Haram aterroriza a Nigeria manifestando que
disfruta matando y, entretanto, retiene a las niñas secuestradas días atrás,
mientras que, al final, una campaña internacional, liderada entre otros, por la
esposa de Obama, exige la puesta en libertad de las mismas. Por cierto, causa
repugnancia que desde algunos sectores se tomen a pitorreo y critiquen de forma
indecente a Cospedal, entre otros políticos de la derecha, considerándola
hipócritas por sumarse activamente a dicha campaña, dándose la paradoja de que
callan ante el sospechoso silencio de quienes por su radicalismo feminista,
entre otros radicalismos, nos tienen acostumbrados a sonoras movilizaciones por
actos mucho menos malévolos. ¿Por qué ahora no se movilizan y encima
descalifican a quién lo hace? Misterios sin resolver. Descalificar a alguien
que se pone activamente en contra de semejantes barbaridades, simplemente
porque tenga una determinada ideología política, es una majadería intolerable
que pone en evidencia la verdadera calaña de quien lo haga. Hay asuntos que
están o debieran estar muy por encima de las ideologías y que jamás debieran
usarse con fines proselitistas partidarios.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias