domingo, 31 de diciembre de 2017

PRESIDENT POR INTERNET



                        Mientras los separatistas se unen para volver a controlar la Mesa del Parlament y Ciudadanos se postula para presidir la Cámara, aunque es obvio que no conseguirá los apoyos suficientes, Mariano Rajoy convoca la sesión para constituir el Parlament el 17 de enero para que cuanto antes las instituciones catalanas comiencen a funcionar con normalidad, mientras hace balance económico positivo del año que agoniza y asegura que “la única sombra que se cierne sobre nuestra economía es el separatismo”, avisando al activar la legislatura con la tajante frase de “no admitiré chantajes” y diciéndole a los separatistas que “no nos vuelvan a poner a prueba” ya que “los españoles no aceptarán ningún chantaje ni Europa le concederá legitimidad”, vaticinando un crecimiento record hasta 2020 si Cataluña no lo impide, pues “la única sombra sobre la economía es la incertidumbre en Cataluña”. Y lleva razón el Presidente, pues España, que, entre otras cosas, bate record de turismo un mes antes de acabar 2017, asegura su salida del control fiscal de Bruselas tras nueve años de tutela al caer el déficit en noviembre al 1´5%, lo que anticipa que el Gobierno cumplirá ampliamente el objetivo que tanto daño nos ha causado en años precedentes. Rajoy por tanto se centra en la Economía y no hará cambios en su equipo, pues, salvo el relevo de Albiol no prevé renovación en el PP o en el Gobierno, desea además que Cataluña no monopolice la agenda, se verá con todos los líderes y pide calma a su partido porque a nivel nacional sigue siendo el “voto útil” frente a Ciudadanos, mientras abre en Moncloa con Rivera las negociaciones sobre pactos, además de hablar de la situación en Cataluña, con los distintos partidos de cara al próximo curso como Gobierno en minoría (Rajoy y Rivera están obligados a entenderse y ambos aparcan las tensiones y cierran filas con el 155, la financiación autonómica y los Presupuestos). Pero con el golpismo totalitario independentista en el Govern y controlando el Parlament de Cataluña se puede esperar cualquier cosa, por lo que no es descabellado que sea investido el fugado Puigdemont a distancia, aunque Rajoy vea imposible que sea el Presidente (el golpista ya dice que no ha dejado de serlo) y aunque hasta Urkullu asegure que “no se puede dirigir un país vía Internet”; de momento, Junts per Catalunya niega que el Parlament pueda elegir a otro candidato distinto. Y mientras los promotores del “territorio” que concentra gran parte de la Cataluña más rica y españolista afirman que “si siguen así, fijaremos un referéndum en Tabarnia para 2019”, poniendo en ridículo los absurdos argumentos independentistas, hasta cabe esperar que la virtual república catalana independiente se rija por un virtual President por Internet…..; en las falacias cabe todo, hasta lo más absurdo, mientras haya quien se las crea…..
            Pero además de la esperpéntica situación de Cataluña que se ha desarrollado en este 2017, que nos deja, asistimos en España a otra tragedia intolerable como es la violencia de género. El año se despide (salvo que en las horas que le quedan no surja otra tragedia) con otra víctima más en el pueblo de Azuqueca de Henares, donde una mujer de 37 años muere degollada por su pareja (que ya había sido denunciado) ante sus tres hijos menores (uno de catorce meses, hijo de ambos, y dos de nueve y doce años, hijos de ella), con lo que se eleva a 48 las víctimas por tan repugnante lacra; tras el crimen, los dos hijos mayores corrieron despavoridos a casa de una vecina gritando “¡ayúdennos, han matado a mi mamá!” (la violencia de género ha dejado a 189 niños sin madre en el último lustro). Escenas, protagonizadas por verdaderos monstruos, que ponen los pelos de punta a cualquier ser humano. Entretanto se produce un vuelvo absoluto en el caso de Diana Quer al ser detenido un individuo, apodado “El Chicle”, tras intentar raptar a otra joven en Boiro y después de que unos testigos identificaran el vehículo, que una cámara situaba en el lugar de la desaparición, desmontando la coartada que dio su mujer en su día al manifestar que la noche de la desaparición él estaba en casa; se trata de un individuo de 41 años cuyo vehículo estaba en el puente a la hora en que se tiró el móvil de Diana y que ahora, detenido, tiene incluso la desvergüenza de jactarse ante la Guardia Civil con frases como "qué buena está esa de la sala de espera, ¿no?”, “y ahora, botellón” o “yo, demostrando mi poderío”, pero que, ante el desmontaje de la coartada de aquel fatídico día por parte de su mujer, ha declarado finalmente el lugar donde se encuentra el cuerpo de Diana; otro monstruo más que intentaba volver a practicar sus perversidades con otra joven que, en este caso, pudo esquivarlo y con ello proporcionar pruebas de su culpabilidad en la desaparición de Diana Quer a quien sólo cabe ya desear que descanse en paz. Es obvio, o se ponen más medios materiales, humanos y profesionales al servicio de la lucha contra la violencia de género, siempre difícil y complicada, legislando además de forma más severa contra semejantes monstruos, o éstos seguirán regando de sangre, dolor y lágrimas numerosos hogares, destrozándolos para siempre; una lucha que es de toda la sociedad, cómplice muchas veces por omisión de que semejantes monstruos sigan campando a sus anchas. Tolerancia cero pues contra la violencia machista y lucha sin cuartel contra la violencia de género, el más repugnante terrorismo que amenaza a nuestra sociedad libre e igualitaria. ¡Ojala que en el año que comienza se cambie la tendencia para siempre! De todos nosotros depende.
            En lo que se refiere a otros asuntos políticos cabe citar que Moragas, hombre de confianza de Rajoy, deja la política para ser embajador de España en la ONU y manifiesta que “irse del poder es doloroso y difícil; Moncloa es una droga”; que la participación interna en Podemos se desploma, al extremo de que sólo una media del 25% de los inscritos ha participado en la docena de procesos internos celebrados en los últimos diez meses; y que Ciudadanos se suma a los partidos señalados por irregularidad contable, pues, según el último informe del Tribunal de Cuentas, es el partido peor parado de entre las grandes formaciones. Además, señalar que pensiones y salarios pierden poder adquisitivo con el IPC; que el Gobierno extrema el control sobre Uber y Cabify; y que el clan Pujol blanqueó dos millones con helicópteros del Govern, el juez sostiene que la familia usó su “influencia” con “las autoridades” catalanas para conseguir contratos, varios de ellos con Artur Mas como “president”. 
            Y en asuntos del exterior, mientras Italia convoca elecciones el 4 de marzo para elegir presidente y en California ya es legal la marihuana para uso recreativo, permitiéndose a partir de mañana la venta en comercios autorizados, se desata la indignación en los barrios de Venezuela por la escasez de comida, en tanto que Maduro echa la culpa del desabastecimiento a Portugal y a EEUU (los totalitarios, ya ven, nunca se sienten culpables ni responsables de nada), lo cierto es que Venezuela, bajo el régimen chavista, pasa estas Navidades sin agua, ni alimentos, ni juguetes, gravísimo problema que Maduro achaca a una “guerra económica” ante las lógicas protestas ciudadanas masivas incluso en feudos chavistas….. y es que los regímenes totalitarios, cuando llegan, vienen para quedarse, sea como sea y a costa de lo que sea y, si cuentan con un colchón de votantes adiestrados, tanto mejor.
Jorge Cremades Sena

jueves, 28 de diciembre de 2017

APELAR A LA REPRESIÓN



                        Mientras PP, PSOE y Ciudadanos ven en el mensaje navideño de Felipe VI una llamada a la modernización y el cambio, invitando a una serie de reformas, y entienden que “el Rey volvió a ponerse al frente de los españoles”, haciendo suya la apelación del Monarca a los independentistas para recuperar la concordia en Cataluña, al extremo de que Ciudadanos y PSOE incluso piden a Rajoy que escuche al Jefe del Estado y salga del “inmovilismo”, entendiendo que su apelación a la necesidad de “actualizar” España supone impulsar dichas reformas, incluida la de la Constitución, el bloque soberanista acusa al Rey de “apelar a la represión”, cuando el Monarca pidió con toda razón que el nuevo Parlament respete la “pluralidad”, en tanto que Podemos se une a los secesionistas en la crítica al discurso real en el que se llama en todo momento a la convivencia (por lo visto llamar a la convivencia es reprimir) y Pablo Iglesias añade que “España no necesita Reyes”.  Al final va a llevar razón la Guardia Civil cuando afirma que en las Diadas “se inculcó un germen de odio”.  Por su parte Interior teme que los soberanistas, que planearon incluso obligar a los Mossos a desobedecer (la investigación del 1-O revela que querían sancionar a los agentes que se mantuvieran leales al Estado), vuelvan a agitar la calle tras el 21-D, mientras todo apunta a que Junqueras acatará la Ley en el Supremo para ser President y reiterará ante la Sala el día cuatro su compromiso con la legalidad (como hizo Forcadell, ya ven con qué convicción) ya que ERC quiere imponer a su líder en la investidura si Puigdemont, como parece, se queda en Bruselas y no tiene las agallas necesarias para comparecer ante la Justicia. Y mientras Forcadell no da un paso al frente y evita aceptar repetir como Presidenta del Parlament al ser preguntada al respecto durante el homenaje a Maciá, tanto los Comunes de Colau como los soberanistas exploran que Doménech presida el Parlament, una jugada que permitiría a los independentistas no depender de la CUP y solventar la previsible ausencia de Puigdemont y los fugados. Entretanto sube la presión a Arrimadas (que de momento no intentará la investidura para evitar el desgaste ante el PP) para que trate de formar gobierno, ya que la patronal le pide “valentía para formar gobierno” y el presidente de los empresarios catalanes reclama a Ciudadanos que sea “motor y líder” e intente la investidura, en tanto que PSOE se suma a PP y afirma que “a la fuerza más votada le corresponde tomar la iniciativa”. Al final, baste recordar la frustrada investidura de Sánchez y la posterior investidura de Rajoy para constatar las incoherencias argumentales tanto de PP y PSOE como de Ciudadanos en aquel caso y en este. Como entonces, el afán de rebañar votos, criticando al contrario, prevalece sobre cualquier otra consideración.
            Y aunque el Círculo de Empresarios alerta de otra fuga masiva de Cataluña (3.139 compañías han trasladado ya su sede) y el Banco de España advierte del peligro de un rebrote del procés, siendo obvio que el procés soberanista frena el crecimiento económico en Cataluña (que ha sufrido ya efectos negativos en turismo, comercio y vivienda; y si hay más tensión “podría afectar a las decisiones de consumo e inversión”), a pesar de todo ello España crece por tercer año consecutivo por encima del 3%, ya que, aunque el procés ya lastra la economía catalana, el conjunto del PIB español resiste de momento la embestida y cierra 2017 con un avance del 3´1%, según cálculos del Banco de España. El problema ahora es saber cuánto más puede resistir la economía del resto de España si los independentistas catalanes prosiguen con su quimera machacando la economía en Cataluña. Y, ante tamaña gravedad, bien vale que con cierto aire de humor se ponga en evidencia la fragilidad argumental de los independentistas catalanes, tal como ha hecho un colectivo al reivindicar la “república independiente” de Tabarnia, provocando al nacionalismo y usando sus mismos argumentos para separar parte de Barcelona y Tarragona del resto de Cataluña, sosteniendo en una página web que Cataluña roba a Tabarnia y que los ciudadanos de Tabarnia tienen derecho a decidir su futuro, por lo que prefieren independizarse de la Cataluña soberanista; es el otro procés, este más de cachondeo, pero, salvando las distancias, no exento de similitudes con el procés soberanista catalán (sus argumentos son idénticos y Tabarnia cuenta con buena parte de población no soberanista y con un mayor índice de riqueza que el resto de la Cataluña profunda de Lleida y Girona), ingenio, sin duda, que ha hecho muy poca gracia en el mundo independentista.
            Precisamente gracias al crecimiento del PIB (a pesar de todos los obstáculos que se han puesto para mantenerlo con la crisis catalana) el Gobierno y los agentes sociales acaban de firmar el primer pacto de Legislatura para subir el salario mínimo un 20% en tres años, aunque, obviamente, condicionando las alzas al crecimiento del PIB y del empleo, con lo que, de momento, sólo se asegura la subida prevista para 2018, ya que la de los siguientes años queda condicionada a crecer más del 2´5%....razones pues para que todos nos pongamos las pilas, las hay más que suficientes. Y en el capítulo de buenas noticias cabe añadir además que se presupuestan 200 millones para luchar contra la violencia de género (una lacra intolerable que debe erradicarse urgentemente), que a partir de 2018 se equiparan gradualmente los sueldos de los policías y guardias civiles con los de los mossos y la ertzaintza comprometiéndose Interior a presentar el 16 de enero el plan económico al efecto, y que se ha llegado a un acuerdo para acabar con el “vacío legal” que aprovechó el imán de Ripoll, proponiendo el Gobierno en el Pacto Antiyihadista (al que los soberanistas se han negado a ir) endurecer la Ley de Extranjería, en línea con la normativa de la UE, por lo que habrá, entre otros, un mayor control de vuelos y del alquiler de vehículos y de pisos.
            En cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que la borrasca Bruno ha dejado en España dos víctimas mortales por fuertes vientos; que el precio de la luz volverá a dispararse este invierno ya que la falta de lluvia y de viento reducirá la producción de las fuentes más baratas; que el cine español recauda menos de 100 millones por primera vez en cinco años; que España asegura a la OTAN que su gasto militar crecerá un 80%, asumiendo el Gobierno el compromiso de la Alianza de aumentar hasta 2024 el presupuesto de Defensa; que la Jefa de Delito Fiscal alega ante el juez que Ronaldo debe ir a la cárcel y Cristiano acusa a Hacienda de tratarlo peor que a Messi; y que Jordi Pujol Ferrusola sale de la cárcel tras pagar 500.000 euros de fianza para quedar en libertad tras ocho meses en prisión preventiva.
            Y del exterior cabe destacar que Guatemala llevará su embajada a Jerusalén; que el Papa pide “paz y diálogo” en Jerusalén y reza por una solución “con dos estados” durante la Misa del Gallo, instando a una negociación entre palestinos e israelíes que permita una “coexistencia pacífica”; y que Kuczynski concede el indulto a Fujimori, generando indignación y división en Perú ya que muchos lo consideran un indulto “político”, en tanto que el ex mandatario pide perdón a los peruanos “defraudados”. Mientras tanto Macron se desata sin pelos en la lengua declarando: “si España tiene dificultades, la solidaridad será inmediata”; “seguiré respaldando la legalidad y la unidad constitucional de España: tengo plena confianza en Rajoy”; “Europa se muere, no por los debates, que son sanos, sino por su silencio y timidez; yo no me avergüenzo de Europa”; “la UE no se cambia en solitario, es una obra colectiva; deseo una Europa soberana, unida y democrática”; y “el fenómeno de la inmigración es el gran reto del año que viene; Francia y España tienen un especial compromiso” …..ya ven, el mandatario francés lo tiene bien claro.
Jorge Cremades Sena

lunes, 25 de diciembre de 2017

CATALUÑA, INESTABILIDAD PROLONGADA



                        Los resultados electorales de los comicios autonómicos catalanes, que alejan la posibilidad de reconstruir un PDeCat moderado y centrista, auguran, si nadie lo remedia, una prolongación de la inestabilidad social, política y económica en Cataluña, que puede traer perversas consecuencias para la ciudadanía. Mientras Puigdemont, fugado de la Justicia, pide un absurdo diálogo para instaurar su idílica república, que nadie reconoce, el vencedor electoral, Ciudadanos, ante el más que seguro boicot de los independentistas, renuncia a formar Gobierno, pese a ser la primera fuerza política catalana, por lo que Arrimadas, consciente de que la matemática parlamentaria no le favorece, anuncia que “a ver qué hacen los secesionistas” y ERC, ante el irresponsable proceder de Puigdemont, no renuncia a que pueda ser investido Junqueras. Entretanto el Supremo suma a la causa por presunta rebelión, entre otros, a Artur Mas, Marta Rovira, Marta Pascal y Anna Gabriel, la ex portavoz de las CUP en el Parlament, donde nada menos que dieciocho de los setenta nuevos diputados separatistas, quedarían imputados y con un incierto porvenir si, finalmente, los tribunales demuestran sus más que probables graves delitos cometidos. En definitiva, una Cataluña partida en dos y representada en un Parlament polarizado por el procés en el que quedan relegadas las soluciones a los problemas reales de los catalanes y las propuestas ideológicas de los diferentes partidos, especialmente de los soberanistas, previéndose una reedición del “movimiento nacional” anterior en el que cabe desde la extrema izquierda antisistema de las CUP hasta la rancia derecha de la antigua Convergencia, pasando por la clásica Esquerra catalana y por cualquiera que se sume para hacer piña común antiespañola y antidemocrática que beneficie únicamente la ilegal declaración unilateral de independencia… Los proyectos sociales y económicos de dichos partidos, ideológicamente opuestos, pueden esperar pues lo prioritario y esencial es convertir Cataluña en un Estado independiente por el mecanismo que sea. Y para ello un mesiánico y visionario Puigdemont, tiene la desfachatez y la irresponsabilidad de proponer al Presidente del Gobierno una reunión para negociar “sin condiciones” pero fuera de España, a lo que Rajoy responde con sensatez que, como siempre, ofrece diálogo pero dentro de la Ley y que hablará en todo caso y en su momento con quien sea investido como President y, por supuesto, dentro del territorio español, incluido el de Cataluña, advirtiendo a los golpistas: “no aceptaré que nadie se salte la Constitución”, como es no sólo su derecho sino además su obligación. “¿Qué hará Puigdemont?” es una de las claves para conocer el grado de inestabilidad prolongada que amenaza a Cataluña y se convierte en la primera incógnita a resolver, mientras hasta su propia madre lo tiene claro: “si viene va a prisión”, en tanto que los partidos constitucionalistas coinciden en que “el procés está en vía muerta” y “no tiene futuro” y en que el golpe contra España no podrá repetirse; pero los dirigentes golpistas del secesionismo unilateral, que cuentan con un importante respaldo electoral, aunque no mayoritario (si lo fuera no dejaría de ser un golpismo antidemocrático puro y duro), no están dispuestos a que la Democracia doblegue sus visionarias aspiraciones totalitarias y trunque sus ilusorias visiones de grandeza.
            Ante este preocupante y peligroso panorama de incertidumbres, dice Arrimadas, la vencedora de los comicios por más que le pese a Puigdemont, que “treinta años de nacionalismo no se solucionan en unas elecciones”, que “el artículo 155 y las elecciones no eran la solución mágica pero no había alternativa”, que “esperaba que PP y PSOE tuvieran un par de escaños más”, lo que la ha “sorprendido”, y que “no hay problema entre Cataluña y España; es un problema de catalanes”. En efecto, el panorama hubiese sido bien distinto si PP y PSOE hubieran obtenido un par de escaños más cada uno y la matemática parlamentaria sumara lo suficiente para conformar un Govern constitucionalista, pero los catalanes no lo han querido así de momento, ya que Ciudadanos, que por cierto, tras el recuento del voto por correo, acaba de perder un escaño por Tarragona en favor del PP, arrebató nada menos que 304.000 votos de los populares y los socialistas. Por su parte el popular Maroto sostiene que los independentistas “ya saben que la vía unilateral no cabe en el nuevo Parlament”, el socialista Salvador Illa destaca que “queda claro que el secesionismo no tiene mayoría social”, y el naranja Villegas añade que “han aprendido que sobrepasar los límites tiene consecuencias”, lo que al menos garantiza que PP, PSC y C´s apoyarían a Rajoy si hubiera que reactivar de nuevo el artículo 155, advirtiendo de que, si el nuevo Govern, siguiendo la estela del anterior, recupera el “procés”, la aplicación del constitucional y democrático artículo sería más contundente, lo que, según el PSC, garantiza que “la vigencia de las leyes fundamentales está fuera de duda”. Y, mientras las empresas advierten del daño económico si sigue el “procés” (Moody´s alerta de que el 21-D es negativo para Cataluña y para España en su conjunto; CaixaBank y Banco Sabadell experimentan caídas superiores al 3´4% en Bolsa, que cae un 1%, y sostienen que “las posibilidades de volver ahora a Cataluña son nulas”), Rajoy asume la debacle electoral del PP, aunque evita hacer la autocrítica que le reclaman varios barones, y considera que los malos resultados en Cataluña no tendrán repercusiones nacionales, por lo que se prepara a resistir y anuncia que no adelantará las generales, en tanto que algunos dirigentes del partido señalan a Santamaría por el fracaso de la estrategia del Gobierno.
            Por su parte el Rey Felipe, instado por el jerarca Puigdemont a que medie en el conflicto catalán (si Felipe llegara a hacerlo pero no en favor sí o sí de los espurios intereses del ex President, éste lo convertiría en el peor de los enemigos de Cataluña, tal como pretende hacer con el Gobierno Español), se dirige a los españoles, incluidos los catalanes, en el  tradicional mensaje de Navidad televisado (aunque TV3 no lo emitió alegando que “da poca audiencia”, lo que evidencia el error de que el 155 no haya entrado en la tendenciosa televisión catalana, que sigue arrimando el ascua informativa al totalitarismo separatista), diciendo, entre otras cosas, que “nadie desea una España paralizada o conformista”, que “Cataluña debe ir hacia la convivencia, la estabilidad, la serenidad y el respeto mutuo”, que no puede retomar “el camino del enfrentamiento y la exclusión” pues “sólo genera empobrecimiento moral, cívico y económico”, que el nuevo Parlament respete la pluralidad, lo que exige abandonar la exclusión y gobernar para todos los catalanes, pues España es una democracia madura en la que “cualquier ciudadano puede defender sus ideas, pero no imponerlas frente a los derechos de los demás”, que “la violencia contra las mujeres es una lacra que nos avergüenza e indigna”, que “debemos recuperar nuestro protagonismo en el proyecto europeo” y, recordando a las víctimas del atentado de Barcelona, reclama “unidad y firmeza del Estado para derrotar al  terrorismo yihadista”. Acertadas palabras que todos debiéramos tener presentes en todas y cada una de nuestras actuaciones personales y colectivas.
            En cuanto se refiere a otros asuntos cabe citar que el Gordo de la Navidad se reparte desde Galicia a Cádiz por doce provincias españolas; que la recaudación por el ladrillo crece al mayor ritmo desde la crisis; que Kuezynski evita su destitución por ocho votos por lo que seguirá al frente de Perú tras evitar la destitución promovida por la oposición; que Macron aspira a consolidar su modelo político en Europa, pretendiendo transformar el sistema de partidos; y que la UE dedica más fondos a la lucha contra la desinformación, por lo que Bruselas persigue las injerencias en la vida política de los europeos.
            Y en el mundo del fútbol, mientras el Tribunal del Deporte destituye a Villar y convoca elecciones, Zidane entrega la Liga al Barça en el Bernabeu ya que sus decisiones en el segundo tiempo del partido condicionaron empeorando el juego madridista del primer tiempo, cuando pudo adelantarse en el marcador, al extremo de perder finalmente el clásico, 0.3, y quedar así a 14 puntos de los barcelonistas.
Jorge Cremades Sena

viernes, 22 de diciembre de 2017

GANA ARRIMADAS, PERO…



                        Ya no son encuestas, sino resultados; ya no valen especulaciones, sino realidades; ya no valen mentiras, sino verdades. Las elecciones autonómicas, que no otra cosa, en Cataluña, con una masiva participación ciudadana del 81´9% de votantes, no como en el paripé del 1-O, ha dado los siguientes resultados: las gana Ciudadanos con el 25´4% de los votos y 37 escaños, seguido de JxC con el 21´7% y 34, ERC con el 21´4% y 32, PSC con el 13´9% y 17, CATCP con el 7´4% y 8, CUP con el 4´4% y 4, y el PP con el 4´2% y 3. Por tanto, en términos objetivos Arrimadas ha ganado las elecciones catalanas, tanto en porcentaje de voto como en escaños, pero el independentismo, aun retrocediendo en votos y en escaños respecto a 2015, ha conseguido mantener una mayoría ajustada en el Parlament. Otro dato concreto y objetivo, incuestionable por tanto, es que el 52´5% de votantes catalanes (exactamente 2.190.461 catalanes) han optado por opciones no independentistas (C´s, PSC, CATCP y PP), logrando 65 escaños, frente al 47´5% (exactamente 2.046.710 catalanes) que han optado por fuerzas independentistas (JxC, ERC y CUP), logrando 70 escaños en el Parlament (misterios de la ley electoral), lo que supone que el independentismo es minoritario en términos ciudadanos y mayoritario en términos parlamentarios. Es lo que, para bien o para mal, han querido libremente los catalanes y ahora toca apechugar con las consecuencias. La agridulce victoria histórica de Arrimadas (por primera vez un partido no nacionalista vence en las autonómicas catalanas), que aumenta 12 escaños, es insuficiente para dar un giro copernicano a la gobernabilidad de Cataluña debido al descalabro del PP, que pierde 8 escaños, a los malos resultados del PSC, que sólo gana un escaño, y a los de CATPC , que pierde tres. Por su parte, Puigdemont, que supera a Junqueras en votos y escaños, logrando entre ambos 66 diputados, cuatro más que los logrados juntos en la coalición Junts pel Sí, sostiene el separatismo pese al descalabro de la CUP, que pierde 6 escaños. Y mientras queda constancia de una sociedad catalana muy polarizada, por más que los independentistas quieran hablar de un pueblo único que opta por el independentismo, que no gana en votos, ahora cabe preguntarse si la CUP va a mantener la apuesta por la ilegal unilateralidad independentista como condición para conformar un Govern presidido por Puigdemont; si JxC y ERC, que ya no necesitan tanto a la CUP, abandonarán la unilateralidad, siendo conocedores de las consecuencias jurídicas que ello comporta; y si Puigdemont está dispuesto a venir a España, sabiendo que puede ser encarcelado, para ser investido como President con el apoyo de ERC. De momento, el ex President, parece seguir enrocado en la mentira y empecinado en sus ensoñaciones independentistas, afirmando desde Bruselas que “la República catalana ha ganado a la Monarquia del 155”, lo que es totalmente incierto, mientras desde ERC, que se comprometió a apoyar a la lista independentista más votaba cuando pensaban que le ganarían a JxC, manifiestan estar dispuestos a cumplir su palabra y, por tanto, a apoyar a JxC, diciendo sibilinamente que esperan a que Puigdemont venga a España para investirlo. Toca pues esperar acontecimientos en estos días para despejar las incógnitas, que no son pocas, sobre el futuro inmediato de Cataluña.
            Atrás quedan las especulaciones demoscópicas sobre la lucha entre Ciudadanos y ERC  por hacerse con el triunfo (es obvio que ganó Ciudadanos); atrás las palabras de Sánchez afirmando que el bloque constitucionalista tenía la obligación de entenderse (es obvio que no se entendieron y que Iceta llegó a proponer un indulto para los presos independentistas); y atrás las veladas rivalidades entre Puigdemont y Junqueras (el vicepresidente llegó a insinuar que por coherencia estaba en prisión y que apechugaba con las consecuencias), que ahora son manifiestas. La turbulenta campaña electoral ha terminado. Era cierto, como decía Arrimadas, que los constitucionalistas “tenemos la oportunidad histórica de ganar al separatismo” rechazando que Iceta fuera el voto útil y advirtiendo de que pactar con Esquerra significaría eternizar el “procés”; su claridad anti-independentista ha fagocitado al PP en Cataluña y las absurdas ambigüedades calculadas del PSC y de Podem han quedado en aguas de borraja. Existía la oportunidad histórica de derrotar al independentismo y en número de votos se ha conseguido, aunque no en escaños, lo que permite a los soberanistas conformar un Govern, pero no les legitima para sostener que el independentismo unilateral es lo que quiere el pueblo de Cataluña. Pero con toda seguridad los golpistas totalitarios del independentismo unilateral seguirán mintiendo y ensuciando la democracia en España, incluida Cataluña, tal como hicieron durante la campaña sembrando sombras de duda sobre la limpieza del escrutinio, tal como se desprende de las instrucciones de ERC a sus apoderados para la jornada electoral (“si la mesa no se aclara con el recuento, haremos que cuadre”, “si en una papeleta pone -Arrimadas guapa- es un voto nulo; si en otra se ha escrito -libertad presos políticos- hay que defender su validez; “legalmente no podemos participar en el escrutinio pero el presidente de la mesa puede ser tu vecino o el frutero, si os ofrecéis…”), incitando a todo tipo de marrullerías y chanchullos para sacar ventajas que es a lo que están acostumbrados. Y atrás quedan, entre otros, los insultos y coacciones por parte de los golpistas soberanistas a Arrimadas llamándola “fascista” en la jornada de reflexión mientras paseaba con su marido, así como una presión separatista insoportable contra los demócratas hasta en las puertas de los colegios, algunas llenas de lazos amarillos como símbolo de petición de libertad para los políticos presos, que no “presos políticos”, por haber cometido presuntos graves delitos contra el Estado de Derecho democrático, quienes, candidatos o no, diputados electos o no, tendrán que responder ante los Tribunales de Justicia por sus presuntas fechorías, al igual que responde de las suyas cualquier otro hijo de vecino. Y es que los matones totalitarios suelen proceder de esta forma de cara a unas elecciones legales, libres y con garantías, totalmente diferentes a la esperpéntica jornada del 1-O, que espero no volverán a repetir, en la que sin censo, sin mesas electorales legalmente constituidas, sin Junta Electoral y sin garantía democrática alguna se podía votar varias veces y donde cada uno quisiera. Y todo ello en una jornada electoral en la que 15.000 policías fueron movilizados para vigilar y evitar altercados, que afortunadamente no se produjeron, en tanto que el CNI establecía un plan para blindarla ante los presuntos ciberataques, cuya principal amenaza era que trataran de alterar los datos provisionales para deslegitimar el resultado definitivo, mientras la injerencia rusa en Cataluña llegaba incluso al Parlamento británico, que investiga si hubo un patrón común en la crisis catalana y en el brexit. Entretanto, la inversión extranjera en Cataluña cae un 75% en 2017 por culpa del ilegal procés, en tanto que Madrid supera el PIB catalán y atrae un 400% más de capital exterior. Son datos concretos, como los resultados electorales, y no meras especulaciones, por más que algunos, los de siempre, pretendan seguir vendiendo la burra a los ciudadanos, entendiendo que semejante estrategia les da resultado positivo, mientras desde el sentido común y democrático de lo que se trata es de saber si en estas elecciones autonómicas tan controvertidas tratarán unos y otros de superar la etapa del ilegal procés que tanto daño está causando especialmente a todos los catalanes y por tanto al resto de españoles.
            Por lo que se refiere a otros asuntos, que también los hay, cabe citar que Europa decide que Uber es una empresa de transporte y no de Internet, decisión que amenaza el futuro de todas las plataformas digitales, y por tanto debe operar como los taxis; que los alcaldes de Podemos afrontan la contestación interna mientras las ciudades más importantes sufren una inestabilidad crónica; que el TC rechaza que las CCAA puedan dar sanidad a los “sin papeles”; que Carmena tiene difícil aprobar los Presupuestos y tiene diez días para gastar los 275 millones liberados tras el pacto con Montoro; que Cebrián da el relevo a Polanco como nuevo presidente de Prisa; que se piden 119 años al líder de Ausbanc por chantajes como el de la Infanta; que los testigos corroboran que el “okupa” Lanza mató a su víctima por llevar tirantes con la bandera de España; que el Gobierno consigue un acuerdo con los agentes sociales pactando subir el salario mínimo a 850 euros en tres años en 2020, es decir un 20% que comenzará con un 4% inmediatamente; que España no quiere que el brexit lleve a cambios en Gibraltar; que un juzgado suspende la huelga de vigilantes para “evitar el caos” en Barajas; y que la Real Acadeia Española admite una nueva lista de palabras polémicas como “cliqueo” o “buenismo”, por ejemplo, que ya forman parte del vocabulario español de forma imparable. Y todo ello mientras la UE castiga a Polonia por violar el Estado de derecho y activa sanciones  por controlar la Justicia, entre ellas el protocolo para retirar el voto a Polonia a causa de la deriva autoritaria del gobierno polaco, que obliga a la UE a poner en marcha el art. 7 del Tratado.  
Jorge Cremades Sena