martes, 31 de marzo de 2020

SIN DESPIDOS Y EN CASA


                        De un lado Sánchez interviene el mercado laboral y prohíbe los despidos durante lo que dure la crisis del coronavirus; de otro lado, endurece el confinamiento con una “hibernación” económica para evitar el colapso sanitario paralizando toda actividad económica no esencial hasta el día 9 de abril. Dos medidas muy duras y controvertidas, aunque seguramente necesarias, que, sin duda, traerán consecuencias económicas nefastas y que han sentado muy mal en ámbitos empresariales, especialmente por las formas, más que por el fondo. En efecto, el Gobierno prohíbe los despidos durante la pandemia, protegiendo así a los empleados temporales en los ERTEs, con lo que, según algunos, Iglesias se impone a Calviño e hipoteca la recuperación, mientras las empresas y autónomos avisan de que provocará al final más paro; y es que el Ejecutivo veta incluso las rescisiones de contratos temporales vinculadas al virus para que las empresas no puedan “aprovecharse” de la crisis y revisará los ERTEs para perseguir “fraudes”, congela la rescisión de contratos por coronavirus con 20 días de indemnización y revisará todos los ERTEs de las empresas que se hagan durante la pandemia; no obstante Ábalos, Calviño y la portavoz Montero han conseguido frenar de momento el plan de alquiler de Podemos, que hubiese generado mayor malestar, mientras Sánchez-Llibre, Presidente de Foment, sostiene que “prohibir el despido es cruzar una línea roja” y los empresarios advierten de que la medida lastrará la recuperación económica y aumentará el paro. Y, en efecto, por otra parte, el Gobierno “hiberna” la economía, mediante un cerrojazo total desde el 30 de marzo al 9 de abril en que sólo se trabajará en actividades esenciales, quedando el resto de actividades en paro y sus trabajadores con una especie de obligado “permiso retribuido recuperable”, que tendrán que pactar luego con las empresas como se recuperan esas horas, mientras los empresarios alertan del “impacto sin precedentes” de la medida, por la que España perdería unos 60.000 millones; Sánchez rectifica así para limitar al máximo la movilidad e impone este “permiso retribuido recuperable” sin pactar con los empresarios, quienes quedan estupefactos, al extremo de que el Presidente ha tenido que volver a rectificar e improvisar una moratoria de 24 horas ya que muchas empresas no podían echar el cerrojo en un santiamén, con lo que el cerrojazo se exigirá desde hoy, día 31 de marzo, y no desde el anunciado día 30, mientras el sector de la construcción alerta de que puede quebrar y las CCAA lamentan la unilateralidad de La Moncloa por no informarles previamente del cerrojazo. Y es que los bandazos de Sánchez, ya típicos en circunstancias normales, en estas circunstancias de crisis dejan muchas más dudas y preocupaciones por el camino, al extremo de que presidentes de CCAA tan distintos como Urkullu, Feijóo, Moreno o Puig afean los continuos volantazos que se están dando en la gestión de la crisis, en tanto que aflora una fuerte división en el seno del Ejecutivo donde se imponen las tesis de Iglesias, mientras desde el IBEX y la CEOE se comenta “no tiene ni idea, se va a cargar el país” y Lorenzo Amor, presidente de ATA, sostiene que “el Gobierno ha perdido el rumbo en materia económica” y advierte que “muchos autónomos se van a quedar en el camino”. Y por su parte el campo avisando de que no hay mano de obra para recoger las cosechas, pues el cierre de fronteras deja la campaña de verano, que empieza en dos semanas, sin apenas personal. Un panorama complejo que requiere una respuesta conjunta, pactada y consensuada entre todos en vez de experimentos unilaterales con gaseosa según el viento que sople en cada instante.
            Así las cosas, el líder de la oposición, Pablo Casado, declara que lealtad sí, pero pleitesía no, y exige a Sánchez que dialogue con partidos, autonomías y agentes sociales antes de imponer la agenda radical de Podemos, dándole un plazo de quine días para modificar los “decretos ideológicos”, pues en caso contrario votará en contra de su aprobación por “ocultar información” y mentir. Asimismo los empresarios exigen una rectificación ya que el decreto que para la economía genera mucha confusión y malestar, mientras el Gobierno se dispone a preparar microcréditos a inquilinos y moratorias de cuotas sociales, en medio de un equilibrio interno difícil de conseguir, lo que provoca rectificaciones constantes en las medidas sanitarias y económicas para combatir la pandemia, con un Iglesias que se impone e impone sus medidas populistas ahondando en la soledad de Calviño. Y mientras las empresas sufren para acatar el cierre, el Gobierno “hiberna” el Presupuesto de reconstrucción sin plan B alguno ante el desplome de la economía, por lo que los ministerios trabajan con datos económicos más que desfasados, con la agravante de que, en caso de elaborar unas nuevas cuentas de “emergencia” no contará con sus socios. Ya hasta el PSOE lamenta la situación: “debimos crear una mesa de acción nacional”, es el rumor; pues la realidad es que Sánchez se ha quedado solo con los sindicatos, mientras la oposición y los empresarios no apoyan este cierre total y menos aún cómo se ha decretado.
            Entretanto, las UCIs por encima de su capacidad en ocho CCAA (Madrid y Cataluña, a la cabeza, seguidas de Rioja, Castilla-La Mancha, Navarra, Euskadi, Castilla-León y Aragón), que han tenido que ganar espacios para estos cuidados; un colapso que justifica el estado de alarma hasta el 26 de abril, asumido por Sánchez ante la situación crítica de estas semanas, que, desde que comenzó la pandemia, ya nos deja 85.195 contagiados, 7.340 muertos y 16.780 recuperados dados de alta; mientras ya son más de 12.000 los sanitarios infectados, con lo que ello supone para la atención ya complicada de los pacientes. Madrid denuncia que no llega material pues “nos dan 230.000 mascarillas y necesitamos un millón”, en tanto que se desencadena un aluvión de críticas a la gestión de Torra, al extremo de que el alcalde de Igualada, Marc Castells, del PDeCat estalla: “que se ponga las pilas” y resuena un SOS en los hospitales con las UCIs desbordadas: “se nos acumulan los cadáveres”, con lamentables records diarios de muertes. Y, según NCReport, el 80% de los españoles considera que las medidas se han tomado tarde y casi el 70% conoce a alguien con coronavirus. La realidad es que, mientas Sanidad estudia facilitar traslados ante las trabas burocráticas, las sanidades autonómicas no se ayudan para aliviar las UCIs, en algunos lugares más que saturadas; que el hospital de Ifema, según sanitarios y sindicatos, es un caos y con poca seguridad; que Cataluña aconseja no ingresar pacientes con “mal pronóstico” y ya es la Comunidad con más enfermos hospitalizados en las UCIs; que hay alarma en Soria y Ávila ya que superan en casos por habitante a Madrid; que enfermos de otras patologías están sin consultas ni cirugías; y que, mientras la OMS observa una “estabilización” de los casos en España e Italia (aunque los expertos creen que todavía es pronto para saber si se ha alcanzado el pico de la epidemia), en España durante el fin de semana se han impuesto 3.700 sanciones por intentar irse a la segunda vivienda y no respetar la orden de confinamiento.
            Y para colmo, cuando esta crisis requiere el concurso de toda la UE, se produce un verdadero fiasco en Europa con el fracaso de una Cumbre en la que España e Italia se plantaron definitivamente, frente a Alemania y Holanda que querían forzar a españoles e italianos a utilizar el fondo de rescate en vez de los eurobonos, que Merkel y Rutte dicen que jamás aceptarán. Sánchez, cargado de razón, sostiene que “esto es un barco; si se hunde, da igual el billete que tengas”, mientras pide a la UE que aprenda las “lecciones del pasado” y no vuelva a “fallar a la ciudadanía”. Por su parte Giuseppe Conte, el primer ministro italiano, manifiesta que “el problema no es salir de la crisis, sino hacerlo cuanto antes”, que “Europa debe reaccionar y evitar errores trágicos…..el riesgo es evidente”, que “hay que intervenir, como en guerra, para que nadie tenga dificultad en alimentarse” y que “habría sido un error introducir el cierre del país desde el inicio”.
            Además cabe citar que Boris Johnson da positivo en el test de coronavirus, tras haber evitado las medidas drásticas en Reino Unido; que Guaidó propone un gobierno de emergencia en Venezuela con el chavismo pero sin Maduro; que Orban aprovecha la crisis para gobernar Hungría por decreto indefinidamente ante la alarma en la UE; que Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, afirma que “tras esta crisis se escribirá un nuevo mundo con otras reglas”; y que el Papa bendice al mundo ante una Plaza de San Pedro vacía, en una histórica bendición Urbi et Orbi para todas las ciudades y para todo el mundo….confinado.
Jorge Cremades Sena

viernes, 27 de marzo de 2020

LA PESTE DEL SIGLO XXI


                        Salvando las distancias bien podríamos concluir que la epidemia del coronavirus para Europa (y para el resto del mundo desarrollado) es lo más parecido a la terrible peste negra (epidemia que asoló el suelo europeo en el siglo XIV, tan solo comparable con la que en los siglos VI-VII asoló el continente en tiempos del Emperador Justiniano), por lo que bien se le podría denominar la peste negra del siglo XXI, aunque esperemos que las actuales mejores condiciones higiénicas, sanitarias, alimentarias y los avances científicos y técnicos no lleguen a los devastadores efectos de aquella maldición que se llevó a una tercera parte de la población europea y, desde entonces, se convirtió en una nefasta acompañante de los europeos hasta que en el siglo XVIII nos flageló con su último brote, aunque jamás con la virulencia de los años 1346-1353 cuando marcó incluso las conciencias y las conductas de las gentes, apuntando a una nueva mentalidad y visión de la existencia humana que, en definitiva, finiquitó la Edad Media para dar paso al Humanismo Renacentista. Por aquellas fechas, al igual que ahora, el hombre convivía con otras enfermedades endémicas que, de vez en cuando, azotaban a la población, como la gripe, la disentería, el sarampión o la lepra, la más temida de todas, pero la virulencia de la peste negra, al igual que la del coronavirus actual, rebasó todas las previsiones del momento. Inesperadamente la pandemia del Covid-19 ha llegado y, como la peste, ha llegado para quedarse durante bastante tiempo con nosotros. Nadie imaginaba que en este idílico mundo desarrollado, dotado de los mejores servicios sanitarios y los mayores avances técnicos, la enfermedad y la muerte saturara la capacidad de curación al extremo de ver hospitales con los enfermos hacinados por los suelos, residencias de ancianos sobrepasadas por la especial virulencia del virus en la población más vulnerable e incluso cadáveres a la espera de ser enterrados o incinerados ante la saturación de los tanatorios. En nuestro “idílico” mundo de progreso pensábamos ingenuamente que tales mortandades y miserias estaban reservadas a los países del “tercer mundo subdesarrollado”, que nosotros estábamos a salvo en este mundo tan desigual e insolidario y que, en todo caso, estábamos dotados, para afrontar fácilmente cualquier contingencia que pudiera modificar el devenir frenético de nuestras cómodas formas de vida. Error inmenso. La pandemia del coronavirus ya ha confinado a un tercio de la humanidad (2.600 millones de personas) pertenecientes en su mayoría a ese idílico mundo desarrollado (ahora nos tocó a nosotros), en el que va dejando millares y millares de enfermos y muertos, sembrando una preocupación generalizada al poner de relieve la vulnerabilidad de la especie humana en su conjunto. Sin lugar a dudas, cuando pase este infierno, en nuestro paraíso deberemos zarandear nuestras conciencias sobre todo aquello que estamos haciendo mal en este injusto y desigual mundo globalizado en el que algunos nos enorgullecemos y presumimos de tenerlo todo (aunque otros no tengan nada) cuando buena parte de ese todo nos sobra y ni siquiera nos sirve para afrontar individualmente (ya sean comarcas, países o continentes) las amenazas a nuestras formas de vivir, ni a nuestras propias vidas, pues la Humanidad o se salva en su conjunto o, definitivamente, no se salva. Que al menos esta peste del siglo XXI nos sirva para intentar conformar unas relaciones humanas más solidarias, tal como se están dando en momentos tan preocupantes, no sólo con nuestros vecinos, sino también con todos los pueblos del mundo, con el objetivo de lograr un mundo más justo y mejor.
            Por lo que se refiere al monotema mediático de la pandemia en España, mientras sigue “in crescendo” el número de contagiados (64.000) y de muertes (4.860), pero también de altas (9.357), el Gobierno consigue la aprobación del Congreso de los Diputados para prolongar el estado de alerta hasta el 11 de abril, con los votos de todos los grupos excepto de los secesionistas, aunque Casado, que le apoya, le advierte de que “esto no va bien”. En efecto, ya han comenzado las primeras críticas serias a la gestión: las Fuerzas de Seguridad piden al Gobierno “menos ruedas de prensa y más material”, que es uno de los problemas urgentes, mientras guardias civiles y policías se unen al clamor del personal sanitario por la falta de mascarillas y de test de detección rápida; las CCAA se quejan por el ineficaz reparto del material, mientras, tanto las del PP como las del PSOE le reprochan esa falta de material y la descoordinación; y, para colmo, ante la espera de los test anunciada por el Gobierno, resulta que 9.000 de ellos llegan defectuosos (Sanidad lo justifica en que los adquirió a través de un proveedor español y que están homologados), generando toda una polémica añadida y un retraso en el diagnóstico, mientras el Gobierno ya los ha devuelto a China, aunque, por fin, ya llegó el resto de los 640.000 test rápidos, pues si no se detecta con rapidez la dimensión del contagio, tal como ha hecho Corea del Sur, la expansión es más difícil de controlar y atajar; por su parte las CCAA compran 52 millones de mascarillas por el descontrol de Sanidad y sus presidentes lamentan la ineficacia del ministerio, mientras el Gobierno anuncia una inversión de 432 millones en material once días después de decretar el estado de alarma.
            A todo ello se suma la crítica por la temeridad de haber permitido las manifestaciones del 8-M, que Irene Montero no asume como error ya que “se hizo caso a los expertos”, cuando desde la propia OMS ya se había desaconsejado las aglomeraciones y el Gobierno ya lo sabía, pues ahora admite que tenía datos de que la última semana de febrero fue clave en el aumento de contagios en zonas como Madrid y aun así espoleó eventos multitudinarios como el 8-M, con presencia de muchas ministras (algunas de ellas contagiadas); curiosamente hasta un juzgado investiga ahora si pudo ser delito permitir las marchas y exige averiguar si el Gobierno puso en peligro a los manifestantes, pues días antes alertó a los médicos del riesgo del virus (el uno de marzo lanzó una circular para pedirles que se suspendieran los congresos) mientras jaleaba las concentraciones del Día de la Mujer, dándose la circunstancia de que Fernando Simón, portavoz técnico del Gobierno en esta crisis, asesora a la Agencia Europea que pidió evitar la manifestación, pues junto a la Directora General de Salud forma parte del Centro Europeo de Enfermedades que el 2 de marzo desaconsejó actos masivos.
            Por lo demás cabe citar que el Hospital de campaña de Ifema, levantado en tiempo record por los militares y ya visitado por el Rey Felipe, se convierte en el “Wuhan español” y ya está funcionando, siendo el mayor de España; que Calviño prepara nuevas medidas de apoyo a la población más vulnerable con un plan que protegerá a inquilinos y a quienes agotan el paro; que el Palacio de Hielo de Madrid se convirtió en morgue por saturación de crematorios; que Carmen Calvo, tras ser infectada por coronavirus, es dada de alta y confinada en su casa; que el Ejército haya cadáveres de ancianos en residencias de mayores atascadas de trabajo; que Hacienda auxilia a las CCAA ante el caos logístico de Sanidad; que Inditex repartirá por sus propios medios el material hospitalario que recogerá en tres aviones; que empresas, asociaciones y particulares de toda España se lanzan a una carrera frenética por fabricar mascarillas, incluidas las monjas del convento de carmelitas de Fuente de Cantos en Badajoz; y que el Gobierno ya tiene sobre la mesa la petición de indultos de los presos del 1-O, presentada por un abogado catalán….¡por fin una noticia ajena al monotema de la crisis sanitaria!
            Y del exterior, destacar que China sufre la primera caída del PIB en casi medio siglo; que Merkel se pone en cuarentena tras ser atendida por un doctor contagiado y quitará competencias a los Estados federados; que Trump da un forzoso giro keynesiano y, como Bush hijo en 2008, lanza una titánica inversión de gasto público y activa el mayor rescate de empresas y ciudadanos desde el crack de 1929; que el Covid-19 pone en evidencia la fragilidad de los Estados en América Latina; que Boris Johnson ordena ahora a los británicos que se queden en sus casas; que EEUU acusa a Maduro de narcotráfico y ofrece recompensa; y que el COI cede al clamor de los atletas y aplaza los JJOO de Tokio, por lo que ya busca nuevas fechas, dándose un plazo de cuatro semanas para decidir si serán en 2021 o 2022. Mientras tanto la UE negocia el uso del gran fondo de recate para lanzar los “coronabonos” y 400 economistas firman una petición en favor de los eurobonos; España se alía con Macron y Conte para lograr un plan de choque, en una UE que llega dividida al Consejo que debe acordar una estrategia común anticrisis, pues España y otros siete países presionan para mutualizar la deuda, y junto a Italia fuerza a la UE a concretar un plan anticrisis en 15 días, tras enfrentarse Sánchez y Conte a la negativa de Alemania y Holanda en una cumbre muy bronca, plantándose ante la falta de conclusiones del Consejo Europeo y el plan de mínimos que propone la UE…..por su parte el BCE resta presión a la prima de riesgo y logra que la de España baje 20 puntos; es obvio de que la futura credibilidad de la UE está en juego, todo dependerá de cómo afronte la tremenda crisis que se avecina.
Jorge Cremades Sena

domingo, 22 de marzo de 2020

LOS MOMENTOS MÁS DUROS


                        Dice el ministro de Sanidad sobre la pandemia de coronavirus que “llegan los momentos más duros, nos acercamos al pico” alertando del aumento de casos de contagio, mientras las CCAA pugnan con el Gobierno por la escasez de material y el colapso en muchos hospitales es cada vez más evidente, especialmente en la Comunidad de Madrid, que, según previsiones, necesitará 1.500 camas de UCI a mitad de la próxima semana, o en Cataluña; los médicos describen que “ya están saturadas en Madrid y en Cataluña van camino de estarlo”. El ministro Illa, que admite la situación y augura esos momentos “más duros” que se avecinan, se compromete a dar protección sanitaria “en los próximos días”, pero nunca llegan, pues lleva tiempo anunciando que, por ejemplo, los test rápidos se distribuirán, cuando Galicia, por ejemplo, ya hace los test que el Gobierno no consigue. La cruda realidad es que el Gobierno de Sánchez anda desbordado por los acontecimientos, sin material suficiente ni test exprés, mientras tres hospitales madrileños ya no admiten nuevos infectados por saturación y enfermos terminales y críticos dejan de ser prioritarios por la avalancha en las UCIs que no cesa (priorizarán a los enfermos por su esperanza de vida para evitar que el primero que llegue sea el primero en ingresar en la UCI), en tanto que la falta de mascarillas pone contra las cuerdas al personal del sistema sanitario complicando doblemente la situación de asistencia. A ello hay que añadir la tragedia que se está viviendo en las residencias de ancianos, donde decenas de nuestros mayores mueren en soledad, mientras la falta de protección y de test de diagnóstico dispara los riesgos para los internos, siendo el clamor del personal “necesitamos ayuda, estamos desbordados”. Así las cosas, en sólo unos días hemos pasado de tener 13.716 infestados a  llegar casi a los 25.000 y de 598 fallecidos a más de 1.350, siendo el único dato positivo que de 1.081 altas por haberse curado hemos pasado a 2.125. Y mientas Sánchez, que elude la autocrítica pero anuncia una comisión para analizar los fallos que se hayan cometido, ocupa más de 70 minutos en TVE para  anunciar que viene "la ola más dañina", Ayuso denuncia desabastecimiento sanitario y pide al Gobierno mascarillas y respiradores”, cuando algunos hoteles, como el Gran Colón, se convierten coyunturalmente en hospitales para internar a los casos menos graves e intentar descongestionar la hospitalización actual; además el Ejército abre hospitales de campaña para soportar la avalancha que se avecina, y es que algunos hospitales, como el de Leganés, es el primero en desbordarse, con enfermos en sillas durante más de 30 horas. Por su parte Sanidad moviliza al personal sanitario jubilado, a estudiantes y licenciados, lanzando un plan para contratar a 50.000 profesionales. Entretanto, la nota más negativa la pone Torra acusando al Gobierno de no estar confinando a la población y el Ejecutivo le pide “un mínimo de lealtad” ante esta crisis sanitaria; no obstante, el Ejército llega a Barcelona, a pesar de Torra, y Colau pide ahora que la UME instale un campamento para los sin techo. Y es que España, con el triple de fallecimientos que Francia y 20 veces más que Alemania (ambas con mayor número de habitantes), puede llegar a un significativo aumento de infectados en 20 días con un pico el 8 de abril si no se respeta el confinamiento, que en general se está haciendo aunque también hay demasiados insensatos que se lo intentan saltar a la torera. Y mientras Iglesias, tras su pulso con Sánchez y haciendo gala de su desmesurado afán de protagonismo, se cuela en el Comité de Crisis de Moncloa, al que no pertenece, y comparece en televisión junto al Ministro de Sanidad, la mitad de los españoles, según 40dB, teme perder el empleo por la crisis, el 92% de encuestados se declara bastante o muy preocupado por la pandemia, un 40% vive con nervios el confinamiento, un 30% ve probable un contagio y el 37% de la población asegura estar “todo el rato pendiente” de las noticias.
Por lo demás cabe citar sobre el asunto que las Pymes ejecutarán tres millones de despidos temporales en un solo mes, mientras Inditex pagará la nómina a su plantilla hasta el 15 de abril y sólo se planteará un ERTE si el cierre se prolonga más allá de esa fecha. Y mientras Sánchez nos dice, en sintonía con su Ministro de Sanidad, que “hay que ser fuertes; los fallecidos van a aumentar”, los médicos se dejan la piel en las UCIs, atendiendo junto al resto de profesionales sanitarios en dependencias desbordadas a los 1.600 enfermos graves que precisan cuidados especiales, en tanto que los expertos piden al Gobierno medidas de confinamiento más severas y Sánchez dice que las medidas que el Ejecutivo ha tomado son las más duras de todos los países europeos. Y en este caos preocupante, mientras los hospitales se preparan como pueden para afrontar su peor semana, el Jefe de la UME manifiesta que “no entendemos ni de territorios ni de comunidades, entendemos de localidades y de gente”, que es lo que deberíamos entender todos…..por su parte, Almeida, el alcalde madrileño, declara: “los test son claves para parar la curva, sólo nos falta que el Estado nos dé el material”, “quienes quieran sacar rédito político y no atiendan al interés general, se equivocan y los ciudadanos les censurarán”, “lo que le pido a Sánchez es que no pongamos tiritas a una hemorragia económica” y “si hay que cerrar la capital, la Policía Municipal puede hacerlo de manera inmediata”. La realidad es que, además de no entender de territorios ni de comunidades, como dice el Jefe de la UME, cuya labor es tan valorada por todos, tampoco debiéramos entender de colores políticos frente a este enemigo común que es el Covid19.
            Y en medio de este inquietante panorama el Rey Felipe comparece en televisión con un mensaje al país tras reunirse con Sánchez y los técnicos, para afirmar, en sintonía con el Gobierno, que “somos una sociedad en pie frente a la adversidad”, que “estamos ante una situación nueva y grave”, que “debemos dejar de lado nuestras diferencias y unirnos para superar esta grave situación”, que todos debemos contribuir “al esfuerzo colectivo” contra el coronavirus, que “España es un gran país, un gran pueblo que no se rinde”, que “este virus no nos vencerá, nos hará más fuertes como sociedad”, que “todo el Estado está volcado en resolver la crisis”, y que “lo superaremos juntos”, por lo que llama a “resistir” y “aguantar” ahora, convencido de que “España recuperará su pulso, su vitalidad y su fuerza”, mientras destaca la labor de los sanitarios ya que “nunca os podremos agradecer bastante lo que estáis haciendo por vuestro país”. Palabras sensatas del Monarca (quien acaba de renunciar a la herencia, presuntamente ilícita, de su padre y de retirarle la asignación pública que tenía) que debieran ser aplaudidas por todos; pero no, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, los detractores, no ya del Rey Felipe sino de la Monarquía como forma de Jefatura de Estado, decidida por los españoles democráticamente, convocan un cacerolada a la comparecencia del Jefe del Estado……entre ellos Podemos, socio de la coalición gubernamental, mientras el PSOE elude por primera vez defender al Rey de los ataques de su aliado gubernamental y el desmarque al efecto del Vicepresidente Iglesias. Mezquino comportamiento en medio de este cenagal provocado por la pandemia.
            Entretanto el BCE, por fin, lanza un plan de 750.000 millones para calmar al mercado, activando un plan de compra de activos públicos y privados en defensa de la Eurozona, lo que supone, ante la subida de las primas de riesgo, una positiva rectificación de Lagarde, quien ahora dice que “estamos preparados para aumentar el plan de emergencia” y que “estudia todas las opciones” frente al “shock” económico del virus e insta a los gobiernos a actuar “conjuntamente”…..en fin, más vale tarde que nunca. Por otro lado sorprende el contraste del misterio alemán con el desastre italiano, pues en Alemania, aunque aumentan los contagios, como en el resto de países, hay muy pocas víctimas mientras en Italia sucede todo lo contrario; en efecto, Italia, con más de 4.800 muertos ya supera a China en fallecidos, lo que teniendo en cuenta las diferencias demográficas de sendos países todavía hace más desconcertante la situación…..y con Alemania y su baja letalidad hasta ahora sucede algo parecido; por otro lado el ritmo de muertes en Reino Unido ya supera al de España…… al margen de otras razones, como la falta de homologación en los test de diagnóstico, entre otras, algo tendrá que ver que Alemania dispone de 25.000 camas con los respiradores y 29´2 camas de cuidados intensivos por cada 100.000 habitantes, mientras Italia tiene 12´5%, España 9´7 y Reino Unido 6´6……obviamente, todo ello, al margen de otros factores medioambientales, de estructura demográfica como el envejecimiento de la población o de diferencias en los respectivos sistemas sanitarios.
Jorge Cremades Sena

miércoles, 18 de marzo de 2020

ALARMA ECONÓMICA


                        Inevitablemente a la alarma sanitaria, no sólo en España sino en toda Europa y más de medio mundo, se añade una alarma económica de envergadura que nos aboca a un futuro preñado de incertidumbres. Mientras empresas y sindicatos comienzan a tramitar un aluvión de EREs temporales (los famosos ERTEs) y el Ejecutivo adopta las primeras medidas parciales, los bancos y la CEOE exigen a Sánchez, tras el decreto del estado de alerta, un rescate record con “aval ilimitado del Estado” para mitigar los efectos perniciosos de esta caótica situación, en tanto que distribución e industria de la automoción mandan a casa a miles y miles de trabajadores (la industria del motor echa el cierre y deja ya en el aire más de 300.000 puestos de trabajo) y Moncloa calcula que se perderá un millón de empleos, por lo que la factura económica puede suponer una bajada de 125.000 millones de PIB si la crisis llega hasta junio. Así las cosas Pedro Sánchez, acertadamente, ha reaccionado ante este panorama sobrevenido y, al margen de las apreciaciones de unos u otros sobre su suficiencia y su oportunidad temporal, lanza un plan contra la crisis del coronavirus movilizando 200.000 millones de euros (117.000 millones de las arcas públicas y 83.000 millones del sector privado) que, de momento, ya ha frenado la vertiginosa caída de la Bolsa aunque sea sólo coyuntural y ha tranquilizado a determinados sectores económico-financieros. Sánchez en la presentación pública del Plan y tras pedir comparecer en el Congreso para explicarlo, así como su decreto de “estado de alarma”, no ha dejado de repetir que “no vamos a dejar a nadie atrás”, con este 60% de recursos públicos y el 40% restante con recursos privados, y que se trata de la “mayor movilización de recursos de la democracia” para intentar atajar el desastre económico que se avecina. Un plan de choque programado del que cabe destacar: para las familias que pierdan ingresos, una moratoria de un mes en el pago de las hipotecas de primera vivienda y prohibición del corte de luz, gas y agua a los consumidores más vulnerables; para las empresas, agilidad en los ajustes temporales de empleo, los ERTEs, que se resolverán en siete días y reducción de jornada; para los mercados, prohibición de compra de compañías españolas por inversores no europeos, blindando así el Ibex contra OPAS a las empresas estratégicas; para los desempleados, derecho a prestación incluso sin haber cotizado el mínimo; y avales masivos por un total del equivalente al 10% de nuestro PIB anual y el resto aportado por los bancos, y más fondos para sanidad. Un plan bienvenido, con mayor o menor entusiasmo, aunque su entrada genere cierta frustración en los trabajadores autónomos, más de tres millones y medio, que denuncian públicamente por boca de Lorenzo Amor (Presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA) en el sentido de que “¡El Gobierno deja en la cuneta a los autónomos! Facilita la prestación de paro que ya tenemos y cotizamos por ella pero no suspende las cuotas de autónomos en un momento donde no ingresamos nada”……Y es que países como Francia e Italia, con gobiernos no progresistas como en España, sí han tenido en cuenta esta circunstancia en sus planes de choque contra la crisis económica que se avecina. En todo caso, un oportuno plan de choque que, al margen de su suficiencia o no y de las críticas y lagunas que pueda tener, seguramente salvables, ya ha sido avalado con mayor o menor entusiasmos por los líderes de la oposición, como Casado y Arrimadas, e incluso el mismísimo Abascal, evidenciando la necesidad del mismo para afrontar esta crisis sobrevenida para lo que Sánchez pide unidad, además de apoyo a unas cuentas de reconstrucción. Y mientras el Rey Felipe anuncia para esta noche un mensaje por televisión a los españoles, la oposición al Gobierno critica a Sánchez que haya colado en este decreto económico el blindaje de Pablo Iglesias en la comisión que controla el CNI.
            Por otro lado los presidentes autonómicos, excepto Torra, también han cerrado filas con el Gobierno en su decreto del estado de alarma, quedándose solo el catalán en no suscribir una declaración de unidad de acción, mientras los expertos pedían medidas urgentes contra el colapso económico, en tanto que Sanidad anuncia una contratación masiva de médicos residentes, los bancos centrales se alían para dar liquidez al sistema, policía y ejército patrullan las calles y los contagios y muertes por el virus siguen creciendo de forma imparable. En efecto, Torra se aprovecha del caos y se rebela contra el mando único del Gobierno para frenar la pandemia, mientras llama a los catalanes a parar en protesta y poder ejercer de forma efectiva la independencia; obviamente no entiende que los ciudadanos están antes que los territorios. Por su parte, los barones del PP apoyan a Sánchez contra el virus frente a la hostilidad de Torra y se unen a los del PSOE en un pacto de “unidad”, que incluso firma Urkullu, por lo que Moncloa desprecia al president catalán sosteniendo que “no es un responsable político”, mientras las CCAA se quejan manifestando “no tenemos medios para proteger a los sanitarios”, lo que podría empeorar más aún la situación. Una situación cuya salida requiere unidad de todos, como pide el Gobierno, pues España ya se ha convertido en el segundo país del mundo, tras Italia, en nuevos contagios, superando ya la cifra de 14.000 enfermos y casi 600 muertos, muchos de ellos ancianos ingresados en residencias desbordadas. Y es que Sanidad ya es incapaz de hacer los test necesarios, cuando las pruebas diagnósticas masivas han permitido frenar la pandemia en Alemania o Corea del Sur. Una España confinada con las calles vacías en la que ya se da por hecho que el estado de alarma se prorrogará más allá de los quince días, en la que Galicia y País Vasco ya han decidido suspender sus elecciones autonómicas, en la que se aplazan las pruebas de selectividad, etc etc..... España, tras haber alcanzado los 10.000 contagios (cifra ya muy superada) cierra sus fronteras con Francia y Portugal, mientras Bruselas cierra las fronteras exteriores de la UE, suspendiendo temporalmente el Tratado de Schengen, y España sólo permitirá regresar a quienes acrediten una situación de fuerza mayor, con lo que los controles aduaneros ya son un hecho para personas, que no mercancías, y sólo podrán entrar ciudadanos españoles, con residencia en España y trabajadores transfronterizos.
            Y mientras se conoce que Moncloa barajó elevar la alerta sanitaria seis días antes del 8-M, manifestación que le ha acarreado no pocas críticas, un informe de la Sociedad Española de Medicina Intensiva revela que sin medidas de contención morirían en España entre 35.000 y 85.000 infectados, con lo que haría falta el triple de camas de UCI de las que hay actualmente. Por otro lado, según NCReport, la mayoría cree que Sánchez actuó tarde contra la epidemia, el 59´9% cree que acabará contagiándose por coronavirus, el 67´1% se ha quedado en casa confinado para no propagarlo y el 84´6% asegura que la epidemia traerá una crisis económica…..y, según GAD3, el 98´8% de españoles apoya la declaración de estado de alarma considerándola como necesaria, el 80´1% cree que promover las manifestaciones del 8-M fue una irresponsabilidad del Gobierno, y el 71´2% considera que el Gobierno central ha tardado en exceso en reaccionar.
            Obviamente, ante semejante panorama, no ha tenido la suficiente repercusión, que debiera tener, la decisión del Rey Felipe, que hoy se dirigirá a todos los españoles, a renunciar a la herencia de su padre, Don Juan Carlos, a quien retira la asignación pública. En efecto, mediante un comunicado sin precedentes, el Jefe del Estado llama a preservar “una conducta íntegra, honesta y transparente” de la Corona y se desliga de su padre retirándole la asignación y renunciando a la herencia que le pueda pertenecer y a cualquier bien que “no esté en consonancia con la legalidad” y lo hace en plena crisis del coronavirus, cuando se conoce que hace un año supo que sería beneficiario de un fondo en el que Don Juan Carlos habría recibido 65 millones de Arabia Saudí, que el Monarca lo denunció a las autoridades y rechazó ante notario cualquier participación que pudiera corresponderle del mismo, y que, tras ir al notario jubiló a su padre al saber de su sociedad y preservó a su madre. Por su parte Juan Carlos asegura que no informó a su hijo del asunto, mientras designa un abogado y se ampara en el “derecho de defensa”, Suiza, donde está dicho fondo, dilata la entrega a España sobre Juan Carlos I y el gobierno defiende la reacción del Rey Felipe e insta a investigar el asunto.
            Por lo que respecta al exterior citar que la participación se hunde en las elecciones municipales francesas y queda suspendida la segunda vuelta; que Gantz recibe el encargo de liderar un nuevo gobierno en Israel; que Biden y Sanders buscan mujeres para la vicepresidencia de sus candidaturas; que la Eurocopa de Fútbol se aplaza a 2021 y los Juegos siguen en pie; que la Reserva Federal baja los tipos de interés a cero en EEUU e inyectan liquidez para evitar el colapso; y que la UE, para combatir el coronavirus, blinda sus fronteras cerrándolas durante 30 días “prorrogables” por primera vez en su historia y no dejará entrar a ciudadanos no comunitarios en tanto que Bruselas coordinará la repatriación de los europeos en terceros países, mientras Merkel decide cerrar las fronteras de Alemania con Francia, Austria y Suiza para frenar la epidemia y el Eurogrupo no despliega su artillería fiscal contra el virus, mientras las Bolsas se hunden (el Ibex sufre el peor castigo de todas las Bolsas europeas en su cuarto “lunes negro” consecutivo).
Jorge Cremades Sena

domingo, 15 de marzo de 2020

ESTADO DE ALARMA


                        Tal como le venían pidiendo últimamente los partidos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox), así como las CCAA más afectadas por el coronavirus, como Madrid, Pedro Sánchez decide finalmente decretar el “estado de alarma” en España con el fin de afrontar la crisis del Covid-19 con mayor eficacia y unificación de criterios, centralizando la gestión en el Gobierno de España para evitar la descoordinación actual, pues con una Sanidad transferida entre las diecisiete autonomías es casi inevitable que cada una de ellas vaya por su lado y, pendientes de las recomendaciones del Gobierno central, adopte o no sus propias soluciones para atajar la expansión del virus en medio de una confusión competencial con limitaciones y dificultades manifiestas. Y lo grave es que el coronavirus no espera y se sigue expandiendo de forma alarmante por casi todos los territorios españoles. Acertada decisión pues por parte del Gobierno (aunque para algunos tardía) que, a partir de ahora, y durante 15 días (si fuera necesaria una prórroga del estado de alarma habría de ser avalada por al Congreso de los Diputados), permite al Ejecutivo detentar las competencias, entre otras, de Sanidad, Seguridad y Transportes, las cuales, mientras dure la alarma, quedarán recentralizadas (vocablo maldito para el secesionismo) para una mejor gestión de la emergencia a lo largo y ancho de todo el territorio español. Los líderes de la oposición, tanto Casado como Abascal y Arrimadas, se han apresurado a apoyar la decisión del Ejecutivo aunque censuran que haya ido a la zaga de los acontecimientos y que haya cometido irresponsabilidades, como la de alentar las multitudinarias manifestaciones del 8-M (la UE desaconsejó permitir “multitudes” seis días antes) o haber actuado tarde contra lo que ellos le pedían. Asimismo critican que Sánchez anunciara previamente la decisión de decretar el estado de alarma con antelación, dando tiempo, como sucedió en Italia, a que muchas personas se movieran de forma irresponsable desde el interior a las zonas de playa como si de unas vacaciones se tratara. No obstante, como dice Casado, ya habrá tiempo para críticas, y ahora toca apoyar las medidas concretas de la alarma y la más que probable prolongación temporal de la misma, ofreciéndole apoyarlo en el Congreso con sus votos si fuera necesario. Esperemos pues que con el estado de alarma, la medida más suave en circunstancias de excepcionalidad, ya que no suprime derechos ciudadanos fundamentales sino que, a lo sumo, limita algunos de ellos como la movilidad, sea suficiente para reordenar y unificar el actual variopinto panorama en el que cada autonomía o ayuntamiento ha ido tomando decisiones unilaterales, algunas excepcionales, con confinamientos incluidos. Así las cosas Comunidades como Madrid, que pidió durante diez días medidas excepcionales y el Ejecutivo se negó, o Galicia, entre otras, ya han decretado su propia alarma con el cierre de todo tipo de establecimientos salvo aquellos de primera necesidad (farmacias, supermercados, gasolineras y quioscos), Urkullu en el País Vasco ya ha declarado la suya propia o alerta sanitaria, Torra pide ayuda al Ejecutivo para confinar todo el territorio de Cataluña dado que puertos, aeropuertos y ferrocarriles siguen siendo competencias del Estado, etc etc. Además, progresivamente, las diferentes CCAA han ido cerrando unilateralmente colegios, institutos y universidades, dejando a diez millones de alumnos sin clase, mientras van extendiendo las restricciones a actos públicos, se van cerrando lugares de ocio, como bares y restaurantes, aconsejando a los ciudadanos que permanezcan en sus casas, que eviten aglomeraciones y que guarden siempre la distancia de seguridad. En muchos casos apelaciones a la responsabilidad individual y colectiva que seguramente habrán de ser impuestas ahora, sí o sí, con medidas coercitivas ya que no todo el mundo es lo suficientemente responsable como para evitar su propio contagio o para evitar el contagio de los demás. Y ello sólo es posible en un Estado tan descentralizado como el nuestro con la unificación del mando en manos del Gobierno que le habilita el anunciado estado de alarma en todo el territorio español.
            En efecto, hablando de responsabilidades, territorios y municipios de Galicia, Comunidad Valenciana o Murcia, entre otros, ya han tenido que salir al paso y decretar el confinamiento en sus casas dada la avalancha de madrileños hacia las zonas de playa como si de vacaciones de verano se tratara. Todo ello cuando los contagiados ya rebasan en España los 6.400 y los fallecidos pasan de 190 personas, variables que siguen creciendo de forma alarmante; cuando el Ejército suspende todos sus ejercicios y maniobras; cuando las ciudades y pueblos van clausurando progresivamente la Semana Santa y otras festividades; cuando los hospitales apenas disponen de camas libres en las UVIs y Sanidad admite ya la falta de material en una crisis que puede durar varios meses; cuando Madrid se dispone a convertir determinados hoteles en hospitales para afrontar la demanda de hospitalizaciones; cuando las CCAA han ido cerrando progresivamente las actividades educativas en sus territorios, pese a la opinión de Sanidad que acabó aceptándolo; cuando España ya es el segundo país de la UE con más contagiados; y, en definitiva, cuando se iba consolidando un mapa rocambolesco de situaciones variopintas para afrontar un problemón que no puede depender de intereses territoriales, político-ideológicos o de cualquier otra índole, sino de un interés supremo, en el que todos estén implicados, bajo el mando único del Gobierno de España pues lo que está en juego es la vida y la salud de todos los españoles.
            Una situación a la que hay que añadir el deterioro progresivo de la Economía, no sólo española sino también europea e internacional, que dibuja un siniestro futuro panorama sin lugar a dudas. El Ibex pierde unos 235.000 millones desde el comienzo de la crisis, la mayor caída de la Bolsa de toda su historia; el sector turístico, motor de la economía española, paralizado con el necesario cierre de bares, restaurantes y lugares de ocio, en el que los hoteleros ya manifiestan que “nunca hemos tenido tantas cancelaciones como ahora”; y el conjunto de pequeñas y medianas empresas, mayoritarias en el país, así como los trabajadores autónomos que se ven incapacitados para afrontar este obligado cierre económico, en tanto que miles de trabajadores ven peligrar sus puestos de trabajo. Una situación para la que Hacienda plantea suspender el pago de las hipotecas (medida que beneficiaría sólo a los afectados por la epidemia y con condiciones estrictas, al estilo de la moratoria ya implantada en Italia, y que duraría entre 6 y 18 meses); para la que el Ejecutivo inyecta 14.000 millones en la Economía y 3.800 a la Sanidad, proponiendo Sánchez un Presupuesto “extrasocial” y Arrimadas ofrece su voto, mientras Casado, que lo califica de insuficiente, también lo apoyará; y para la que Sánchez adelanta 2.800 millones a las CCAA y aplaza los impuestos a las Pymes.
            No obstante lo esencial es que, tras anunciar Sánchez su decisión de decretar el estado de alarma en vez de decretarlo directamente en un Consejo de Ministros, éste se celebra un día después para concretar las medidas concretas y, tras siete horas de deliberaciones, que demuestran las discrepancias internas del Ejecutivo de coalición y las reticencias de sus socios avalistas nacional-independentistas, decide concentrar en Sanidad plenos poderes, mientras Interior, Transporte y Defensa (ministerios todos ellos gestionados por ministros socialistas y no podemitas), refuerzan en todo el territorio español sus competencias. Un Ejecutivo dividido además por las medidas económicas, mientras Sánchez aplaza al martes las ayudas concretas a empresas y trabajadores. Al final un tenso y prolongado Consejo de Ministros para activar en todo el país un estado de alarma con condiciones muy restrictivas para salir a la calle y circular, mientras la pugna Sánchez-Iglesias y las tensiones con sus socios nacional-secesionistas entorpecen el mando único imprescindible para gestionar la crisis. Por su parte, Casado, como líder de la oposición, asegura que “Sánchez encontrará más lealtad en el PP que en sus socios”, pero afea al Presidente el retraso para tomar tan necesaria decisión y que pida unidad a la oposición cuando el Gobierno está “dividido”; asimismo ha criticado la actuación del lehendakari Urkukku y del president Torra, llegando a hablar de “deslealtad”, tras informar Pedro Sánchez de que con el estado de alarma la autoridad competente en todo el Estado será el Gobierno de España y apelar a la unidad de todas las fuerzas políticas porque vienen “semanas difíciles de sacrificios”; y, tras recalcar que Sánchez en estos momentos difíciles, “está encontrando más lealtad en el PP que en sus socios de investidura” afirma que el Gobierno “ha mostrado una profunda división interna en un momento en el que lo que se demandaba era unidad y responsabilidad” ya que “ha tenido que celebrar tres Consejos de Ministros en cuatro días para tomar medidas que le habíamos reclamado hace semanas” por lo que “no se puede exigir unidad a la oposición cuando el Gobierno está dividido”, añadiendo que, ante una crisis de esta envergadura, no pueden estar al “albur de los retrasos que impone Podemos o los socios independentistas” del Ejecutivo. Además ha reprobado al Gobierno de coalición que pida “disciplina social” a los ciudadanos mientras el Vicepresidente Iglesias “se salta la cuarentena ante toda España”, después de que su mujer y ministra Irene Montero, haya dado positivo en coronavirus, pues “todos tenemos que dar ejemplo y las personas a las que las autoridades sanitarias hayan impuesto cuarentena, deben cumplirlo”, para terminar cargando contra la “deslealtad” del President Torra y el lehendakari Urkullu por cuestionar el estado de alarma alegando la posible vulneración de sus competencias autonómicas, mientras señala que él ya le ha trasladado a Sánchez que el PP y los presidentes de las CCAA que gobierna “actuarán con lealtad” y “sentido de Estado”, aunque le solicita que comparezca “cuanto antes” en el Congreso para explicar, como procede, las medias concretas anunciadas.
            Entretanto, mientras la OMS declara como pandemia global el coronavirus, el BCE reclama a Europa una respuesta contundente al virus, añadiendo Lagarde que la inacción puede derivar en una crisis como la de 2008; Italia crea un fondo de 25.000 millones y Reino Unido de 34.000; Francia pide una actuación fiscal coordinada que divide a los 27; Italia cierra todo el comercio salvo alimentación y farmacias, mientras el representante de la OMS para Italia califica de “locura” que el Gobierno español no prohibiera la manifestación del 8-M en Madrid, que duplicará el número de camas en los hospitales; Bruselas autoriza a los gobierno a gastar “lo que sea necesario”; se desata una polémica en Reino Unido tras renunciar Johnson a contener el virus; cuatro países de la UE prohíben la entrada de extranjeros y hacen tambalearse Schengen; y, mientras la OMS sitúa a Europa como epicentro actual de la pandemia ya que avanza el virus con más rapidez que en China, Lagarde decepciona con su plan de estímulos ante la crisis percibiéndose el plan del BCE como insuficiente. Por otro lado el “paciente 1” de Italia, que ingresó el 20 de febrero en condiciones gravísimas, vuelve a respirar; EEUU decreta la emergencia nacional con lo que Trump se toma al fin en serio la crisis, mientras Biden camina con firmeza hacia la nominación demócrata al ganar claramente a Sanders otras cuatro primarias…..y, ¡ah!, el todopoderoso Harvey Weinstein es condenado  23 años de cárcel por agresión sexual.
Jorge Cremades Sena

miércoles, 11 de marzo de 2020

CONTENCIÓN REFORZADA


                        Tras dos semanas de mensajes tranquilizadores por parte del Ministerio de Sanidad y de las autoridades sanitarias, la cruda realidad de la epidemia del coronavirus se impone ante el progresivo y alarmante incremento de casos de infección, al extremo de que Sanidad se ve al fin obligada a traspasar su inicial fase de “contención” para dar paso a otra de “contención reforzada” y, siguiendo el rastro de la vía italiana, donde ya se ha llegado al aislamiento total en todo el país, tras superar la barrera psicológica de los mil casos de infectados en España, toma medidas más drásticas de acuerdo con las CCAA afectadas como el cierre en la Comunidad de Madrid, Vitoria y Labastida de guarderías, colegios, institutos y universidades durante quince días, diciendo que no se ha actuado tarde. Pero como los casos de infección no dejan de subir de forma alarmante en otros territorios, el presidente Sánchez, tras dos semanas de silencio, sale por fin a la palestra personalmente para anunciar “semanas difíciles” y ayudas, sin concretar, para familias con hijos y empresas forzadas a ajustes laborales, manifestando “haremos lo que haga falta contra esta emergencia de salud pública global” y avisando de que “vienen semanas duras que obligarán a hacer lo que haga falta”, por lo que “haremos lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta”. Y mientras en España ya se superan los 2.000 infectados en el conjunto de los territorios, dejando más de varias decenas de fallecidos, se van adoptando nuevas medidas de contención entre las que cabe destacar: cancelación de vuelos a Italia y de los viajes del Imserso para los jubilados; anulación de actos de más de mil personas; suspensión del pleno del Congreso de los Diputados durante una semana tras el positivo de Ortega Smith; probable aplazamiento de las elecciones vascas y gallegas, que Feijóo considera “razonable”; suspensión por parte de la Generalitat Valenciana, “hasta que la situación lo permita”, de La Magdalena en Castellón y las Fallas de Valencia, dejando a la ciudad sin sus emblemáticas fiestas por primera vez desde la Guerra Civil; partidos de fútbol y de baloncesto a puerta cerrada y sin público; cierre en Madrid de centros educativos, culturales, teatros, bibliotecas y polideportivos, así como los locales de ocio de los jubilados, etc etc  Medidas todas ellas que en sí mismas y especialmente en su conjunto trastocan el normal desarrollo de la convivencia y perturban las expectativas económicas de cara al futuro, por lo que, no en vano, se convierten en medidas impopulares que a ningún gobierno le viene bien adoptar. Entretanto, determinadas reacciones no se dejan esperar ante algunos hechos preocupantes: la Comunidad de Madrid y los profesionales reconocen que la sanidad está “al límite” avisando de que “nos podemos quedar sin camas de UVI”; Madrid pide más trajes especiales para sus sanitarios”; los súper llaman a la calma y garantizan el abastecimiento; Juan Martínez, portavoz de la OMC, manifiesta que “estamos así porque se hizo muy mal el control de los primeros contagios”; médicos madrileños se quejan de la falta de medios en los hospitales, manifestando algunos “mi sensación es la de estar abandonado en la trinchera”; los padres en Vitoria, tras el primer día sin colegios se quejan de que “se ha pasado el testigo a los abuelos, que son los menos indicados” pues “se tira de ellos aunque son población de riesgo”; los hospitales de campaña empiezan a liberar miles de camas para los pacientes de coronavirus; se desata la alarma en País Vasco por la elevada tasa de sanitarios contagiados que deben estar en aislamiento……mientras algunos ya se preguntan si el plan de España contra el coronavirus es un acierto o un caos. Esperemos que sea lo primero y que, entretanto, no cunda el pánico, siendo conscientes de que, en estos casos, es difícil tomar las medidas más adecuadas y se suele pecar por exceso o por defecto.
            Por lo que se refiere a la vertiente económica de la epidemia de coronavirus, el Consejo Europeo abre la puerta a relajar el déficit de España e Italia, los dos países europeos más afectados por el virus hasta el momento, y la Comisión moviliza 25.000 millones para afrontar la crisis, anunciando un primer paquete de 7.500 millones para dar liquidez a las Pymes y socorrer la Sanidad. Sánchez, por su parte, anuncia un plan de choque económico tras el peor desplome bursátil desde el Brexit. Y es que el pánico se ha apoderado de las Bolsas por la epidemia global y la guerra del petróleo, cuyo precio del crudo está a niveles mínimos; los índices mundiales se hunden a causa de la epidemia y tras la mayor caída del crudo en 29 años, mientras el Ibex sufre su peor batacazo desde el Brexit, en tanto que la Bolsa pierde ya más de 138.000 millones. Un panorama muy preocupante sin lugar a dudas.
            Y, obviamente, con tan semejante panorama la fiesta del feminismo del 8-M ha pasado casi sin pena ni gloria, aunque, eso sí, mostrando su fuerza pero con bastantes menos asistentes a las manifestaciones que en años anteriores, aunque siguen siendo multitudinarias. No obstante la pugna PSOE-Podemos, socios de gobierno, y la “expulsión” de dirigentes de Ciudadanos de las manifestaciones ha empañado de alguna manera el Día Internacional de la Mujer, pues no es de recibo que miembros de Ciudadanos (o de cualquier otro partido político) se hayan visto obligados a abandonar la marcha de Madrid entre abucheos y empujones, con el objetivo excluyente de adjudicarse políticamente en exclusiva el movimiento feminista y por la igualdad de sexos; tampoco es de recibo que Calvo e Irene Montero exhiban la división en el Gobierno acudiendo separadas y tras pancartas diferentes, mientras miles y miles de personas, mayoritariamente mujeres, claman por la igualdad real. Por su parte el PP se ha sumado a la marcha, mientras Vox arremetía contra las “locas del odio”. Y, según NCReport, la mayoría de las mujeres rechaza el feminismo radical, más del 60% considera que Irene Montero discrimina a los hombres con su ley, seis de cada diez aseguran no sentirse discriminadas y más de la mitad se declara no feminista, en tanto que Abascal asegura que con Sánchez “hay más violaciones” en España.
            Por cierto, hablando de mujeres, Arrimadas se convierte en la Primera mujer dirigente de un partido de ámbito nacional, Ciudadanos, tras ganar a su contrincante Igea con un 77% del voto, por lo que tendrá todo el poder en el partido, que dirigirá “sin hipotecas” tras rechazar la integración de Igea en su dirección, tal como han hecho en sus respectivos partidos tanto Iglesias como Sánchez o Casado tras vencer a sus contrincantes internos. En cuanto a Feijóo se refiere, según SigmaDos, lograría revalidar su Gobierno en Galicia en solitario por un margen mínimo: el PP obtendría entre 38-40 escaños, PSOE 19-21, BNG 12-13 y UPodemos 3-5.
            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que, según Ortuzar, Presidente del PNV, “el hito para esta generación es que se reconozca a Euskadi como nación”; que, según 40dB, los españoles andan preocupados por el Brexit pero no por Gibraltar; que unos 600 menores inmigrantes se hacinan en Melilla en un centro de acogida; que dimite el “conseller” de la Ceneralitat Catalana Alfred Bosch por encubrir un presunto acoso sexual en su departamento; que PSOE y Podemos pactan frenar los desahucios de inquilinos morosos, un golpe sin duda al alquiler; y que el Congreso de los Diputados rechaza por cuarta vez investigar a Don Juan Carlos al avalar mayoritariamente la Mesa el informe de los letrados sobre la inviolabilidad del Monarca, poniendo en evidencia las fisuras entre PSOE y Podemos que votan en sentido contrario cuando ambos forman el gobierno de coalición.
            Y del exterior, destacar que la oposición venezolana trata de pactar con el chavismo una vía electoral, mientras Maduro reprime con gases la marcha de Guaidó, impidiéndole retomar la sede de la Asamblea Nacional; que Putin logra que el Parlamento ruso permita su reelección hasta 2036, cuando la actual Constitución le obliga a dejar el cargo en 2024; que el líder centrista Gantz tiende la mano a los diputados árabes en Israel para derrocar a Netanyahu; y que, según el primer ministro italiano Conte “habría sido criminal ocultar datos del virus o minimizarlo”, mientras Italia extiende la orden de aislamiento a todo el país…..por su parte China, con las medidas más drásticas de aislamiento, consigue por fin frenar el número de nuevos contagios.
Jorge Cremades Sena

domingo, 8 de marzo de 2020

IGLESIAS, ESCRACHEADOR ESCRACHEADO


                        Al igual que cuando Pablo Iglesias escracheaba a los políticos y les impedía hablar y expresarse con libertad, siendo entonces criticado por ello por cualquier persona que se considerara demócrata, sólo cabe ahora salir en defensa del escracheador tras haber sido escracheado en la Complutense por un grupo ultra radical de izquierdas que no le deja hablar, cuando la libertad de expresión es básica para convivir en paz y libertad y siempre ha de respetarse y protegerse, tanto cuando es favorable a tus intereses como cuando no lo es. Impedir o dificultar la palabra, la libertad de expresión, es un indicio claro y genuino de ramalazos totalitarios indeseables que en todo momento hay que rechazar y repudiar, vengan de donde vengan, y, por ello, cabe el rechazo contundente al escrache sufrido por Iglesias, con idéntica intensidad que lo merecía en su momento el escrache que él practicaba, amordazando la libertad de expresión como método para escalar en el poder. En efecto, radicales de izquierdas (cuando se juega al radicalismo siempre los hay más radicales y ultras que tú), al grito de “¡Fuera vendeobreros!” impiden hoy a Iglesias expresarse y desarrollar con normalidad una conferencia y le hacen recordar al Vicepresidente del Gobierno los tiempos en que él mismo lideraba los escraches cuando era un ambicioso profesor interino y tachaba a toda la clase política como “casta”, erigiéndose en salvapatrias y exterminador de la misma; hoy, instalado él mismo en el “establishment” de forma sólida y cómoda, es criticado severamente por buena parte de aquellos a los que encandiló y luego desencantó y sigue desencantando, y lo hacen con el argumento de ya “no sois de izquierdas, sólo chupáis del cuento”; ayer y hoy, el mismo escenario, la Universidad Complutense de Madrid, pero con los papeles cambiados. Es la deplorable consecuencia lógica por utilizar como argumento político la demagogia extrema con el único fin de desbancar al poder establecido para instalarse en él, tal como Iglesias y los líderes de Podemos han venido haciendo a lo largo de su corta historia, pero ello no justifica en ningún caso que alguien aplauda ahora a quienes, como él hizo en su día, se dedican de forma incivilizada a amordazar la palabra, por más que con su demagógica trayectoria algunos se lo tengan más que merecido y por más que algunos otros caigan en la tentación de aplicarle la misma medicina que ellos aplicaron en su momento. Por tanto, desde el punto de vista democrático y por mera higiene democrática, rechazo absoluto al escrache sufrido por Pablo Iglesias en la Complutense y apoyo total a que el Vicepresidente, como cualquier otra persona, se exprese con absoluta libertad cuándo, cómo y dónde considere oportuno, cabiendo sólo la crítica argumentada a sus palabras por parte de quienes no compartan lo expresado por él. No es cuestión de izquierdas o de derechas, sino de democracia o totalitarismo. Si de esta experiencia Pablo Iglesias es capaz de aprender que no se puede ir por la vida vendiendo humo o prometiendo imposibles, alardeando de incoherencias personales y políticas entre lo que se hace y lo que se dice, o entendiendo que una cosa es predicar y otra dar trigo, no habrá mal que por bien no venga con este intolerable escrache que acaba de sufrir en su propia universidad, en la Complutense (tal como en su día lo sufrieron, entre otros, Rosa Díaz o el mismísimo Felipe Gonzáles, a quienes Iglesias, entre otros, pretendía amordazar); si de esta experiencia Pablo Iglesias es incapaz de haber aprendido algo en favor de la democracia, todos, absolutamente todos los demócratas, habremos perdido una oportunidad de oro de seguir avanzando en convivencia en paz y libertad.
            Y todo ello cuando, incluso antes de lo esperado, el Gobierno (o desgobierno) de coalición PSOE-Podemos atraviesa por una crisis de entendimiento entre socialistas y podemitas, viendo el PSOE en el miedo a que Podemos quede arrinconado la causa de sus ataques tras el fiasco de la “ley del sí es sí” y los choques con Exteriores y Agricultura; desencuentros evidentes, como se veía venir, en un macrogobierno (el de mayor número de titulares ministeriales) por las difusas competencias de una serie de ministerios inventados que no debieran haber pasado de estar encuadrados en las de una Dirección General y jerárquicamente dependientes de un Ministro,  pero que Sánchez, para satisfacer a todos y que nadie perdiera sus expectativas, decidió fragmentar inconvenientemente. Así, mientras Podemos arrecia la crítica a Calvo tras sentirse respaldado por el Presidente, Moncloa deja a Podemos fuera de la gestión del coronavirus, subrayando la intromisión de Yolanda Díaz y dejando claro que sólo el Ministerio de Sanidad lidera la crisis, mientras hasta cuatro ministros socialistas recalcan el mensaje. Entretanto los juristas suspenden la “ensoñación” de Irene Montero, lamentando lo precipitado del anteproyecto de la ley del “sólo sí es sí”, con lagunas legales propias de alguien “sin conocimientos de Derecho”, que, entre otras cosas, atenta contra la presunción de inocencia y que se ha elaborado sin contar siquiera con los jueces de violencia de género. Un borrador que incluso bajaba inconscientemente  2´5 años las penas a “La Manada”, al recortar de 15 a 12 años y medio las violaciones graves y que habría forzado a reducir las penas ya impuestas. En definitiva, una guerra sin cuartel entre Calvo y Montero (“es la niña de Igualdad”, dicen) de cara al 8-M, mientras movilizaciones estudiantiles se adelantan al Día Internacional de la Mujer contra la violencia machista y el veto parental impulsado por Vox. Los desencuentros son de tal magnitud que Sánchez se ha visto obligado a convocar de urgencia la comisión del pacto tras estos últimos choques para intentar recomponer la pretendida unidad, en tanto que PSOE y Podemos prometen cambios para evitar más fricciones, que, lamentablemente, se siguen vislumbrando en el horizonte, pues, entre otras cosas, el partido de Iglesias redobla su presión pidiendo anular el delito de injurias al Rey. ¿Será que el modelo socialista o socialdemócrata es incompatible con el comunista o socialpopulista? Tiempo al tiempo. Una semana negra de gobierno o desgobierno, según se mire, evidenciando el Ejecutivo que Sánchez no quería, con dos equipos, con deslealtades y filtraciones interesadas; al extremo de que los ministros tuvieron que aprobar la “ley Montero” sin poder leerla, mientras la ministra exponía al Consejo un texto distinto al repartido en la reunión, en medio del malestar generado por la pugna entre Calvo y Montero para liderar el feminismo, que hoy acude a la calle dividido en el Día Internacional de la Mujer por la pugna ideológica y el debate sobre la  prostitución…..”nos hemos cargado el 8-M” es la sensación que se tiene.
            Entretanto la epidemia de coronavirus sigue avanzando en España y en el resto del mundo, contrastando las diferentes medidas que en cada lugar van tomando los gobiernos respectivos para atajarlo. En España, la ministra de Trabajo publica una guía en la que insta a paralizar toda actividad laboral ante posibles infecciones en las empresas, mientras la CEOE responde que comete “un grave error” porque “genera alerta y confusión”, UGT critica que dicha guía se haya improvisado y Moncloa advierte que la crisis sanitaria compete en exclusiva al Ministerio de Sanidad. Y es que mientras el Gobierno descarta de momento cerrar colegios y prohibir grandes actos, Trabajo pide parar la actividad laboral para “frenar la epidemia”, otro ejemplo más de la descoordinación del Gabinete. En todo caso, como hechos más llamativos cabe destacar que los hospitales de Madrid restringen el movimiento de los médicos, que una muerte por coronavirus sin detectar destapa el mayor foco en una residencia de ancianos madrileña por lo que la Consejería de Madrid decide cerrar 213 centros de ocio de mayores para evitar contagios, que se clausuran dos plantas del Hospital de Galdácano, que más de 60 personas se contagian tras un funeral en Vitoria, que más de 100 sanitarios están aislados en Cataluña, que un contagio masivo en Haro pone a la ciudad riojana en cuarentena….mientras los expertos alertan del peor escenario posible: un contagio incontrolado entre los sanitarios. Una epidemia que cuesta ya a la Bolsa española 110.000 millones, que aboca a las compañías aéreas a sufrir la  peor crisis desde los atentados del 11-S mientras la UE prevé un repunte de la misma y que aboca a un hundimiento del Ibex de un 15% en dos semanas. Un virus que inevitablemente bloquea al mundo entero, desafiando a los Estados, golpeando la economía, alterando la vida diaria de las personas, sometiendo a cuarentena a regiones enteras y reavivando miedos ancestrales inevitablemente. Italia, el país de la UE más afectado, ya se prepara para aislar Lombardía, unos 16 millones de personas y cierra universidades y colegios hasta el 15 de marzo, mientras en España, donde no se consideran medidas tan drásticas, el virus ya se ha cobrado diez vidas y ha contagiado a más de 500 personas.
            Y en medio de este turbulento panorama la precampaña electoral en Galicia y País Vasco. En Galicia, según NCReport, Feijóo perdería la mayoría absoluta y tendría que pactar con Vox para gobernar (los resultados serían: PP 43´7% y 37 escaños, PSOE 24´7% y 20-21, BNG 15´1% Y 11, Podemos-GeC 7´9% y 6, y Vox 4´8% y 0-1); en País Vasco, según SigmaDos, PNV y PSE afianzarían su hegemonía frente al retroceso de PP-Cs (los resultados en escaños serían: PNV ente 33-35, EHBildu 16-19, PSE 11, UP 6-7 y PP-Cs 5). Dice Feijóo “si los votantes de Vox no me votan no seré presidente de la Xunta”, “es evidente que el PP nacional tiene que resetear sus planteamientos y ensanchar el partido” y “no descarto ofrecer puestos en la Xunta a dirigentes del Cs….tengo altos cargos que no están afiliados al PP”, mientras Gonzalo Caballero, el candidato del PSdeG a la Xunta asegura que “si Feijóo necesita a Vox para gobernar el pacto será una realidad”. En Euskadi las cosas parecen estar más claras, pues ni siquiera la pésima gestión del derrumbe del basurero pasa factura al lehendakari. Y mientras Génova y los barones rectifican a Álvarez de Toledo, “no estuvo acertada” dicen, tras sus ataques a la Sexta y su desmarque de la marcha del 8-M, en tanto que asociaciones de prensa exigen respeto por los medios, Casado se desmarca de los barones y apoya a la portavoz….y el sector feminista se impone a ella en el asunto del 8-M apostando por el “feminismo inclusivo” con un video y un acto al efecto. Un PP desorientado desde que la derecha está dividida.
            Por su parte ERC exige a Torra que aclare si apoya la mesa de diálogo mientras el President, interrogado en el Parlament, responde que su objetivo es “negociar una fecha para el referéndum”. Y, mientras los presos del procés van saliendo de la cárcel, el Supremo estudia encausar al fugado Puigdemont por un fraude como alcalde, pues un juez de Gerona pide al Alto Tribunal imputarle por prevaricar, en tanto que los magistrados temen otro asalto nacionalista más a la Justicia, alertando del peligro de que el Gobierno ceda ante el independentismo y resucite los consejos territoriales para debilitar al CGPJ.
Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que el Supremo rechaza la usura de las tarjetas “revolving” o pago retrasado, anulando un crédito por interés abusivo; que los Franco piden al TEDH condenar al Gobierno por “expropiar el cadáver” y esperan “que llamarse Franco no sea estar contaminado como en España”; que la Seguridad Social plantea endurecer la jubilación anticipada y el ministro Escrivá pide descargar a las pensiones de “gastos impropios”; que los socios de Sánchez exigen investigar a Juan Carlos I en el Congreso sobre sus “presuntas actividades corruptas”; que Vox se alinea con la izquierda para tumbar la rebaja fiscal de Ayuso y vota en contra tras no aceptar Cs sus exigencias; que el Fiscal pide 32 años de cárcel a Ana Duato y 27 a Imanol Arias por fraude fiscal en “Cuéntame”; que los menores inmigrantes tendrán más fácil trabajar a los 16 años, según instrucción de la Secretaría de Estado de Migraciones; y que, según José Luis Escrivá, Ministro de Seguridad Social, “el problema con las pensiones vendrá en 2025, pero es manejable”, “el efecto económico del coronavirus es incierto, pero temporal”, “da igual que se vacíe el Fondo de Reserva, no es lo importante” y “en los temas de mi ministerio es posible no depender de ERC”……ya ven, el ministro lo tiene bien claro.
            Y del exterior, destacar que Maduro anima a parir seis hijos para que “crezca la patria chavista” y una ex senadora colombiana vincula a Zapatero con las minas de oro del dictador venezolano; que Putin y Erdogán pactan un alto el fuego en la guerra de Siria; que China desvela la puerta de entrada del Covid-19 a las células humanas; que Warren abandona la carrera para ser candidata demócrata tras su fracaso en el supermartes y pide tiempo para decidir si apoya a Biden o Sanders ya que la contienda es cosa de estos dos; que, recibidos a balazos, un migrante muere y cinco son heridos en la frontera de la UE mientras el ejército griego refuerza su presencia en la zona, en plenas duras acusaciones contra los guardacostas griegos y el ejército turco en Lesbos, mientras los migrantes gritan “’¡parad, vais a hundir la barca y vamos con bebés!”
Jorge Cremades Sena

miércoles, 4 de marzo de 2020

SÓLO SÍ, ES SÍ


                        La imposición, sí o sí, de la improvisada y precipitada Ley de Libertad Sexual (conocida ya vulgarmente como la ley del “sólo sí, es sí”) por parte de la podemita Irene Montero, la Ministra de Igualdad que paradójicamente ha vetado al sexo masculino para ejercer cualquier cargo relevante en su Ministerio, ha desencadenado el primer grave desencuentro en el seno del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, al extremo de que Igualdad ha tenido que limar el borrador inicial tras las críticas de Justicia y la Vicepresidenta Calvo ha tenido que intervenir de urgencia para salvar la ley estrella feminista de Podemos, corrigiendo entre ambos ministros socialistas los graves errores “técnicos” y las “debilidades” del borrador de la Ley, mientras el Gobierno cuestionaba las “prisas” del partido de Iglesias. Y es que Irene, más pendiente de su demagógico protagonismo personal de cara al 8-M que de elaborar concienzudamente y en serio una necesaria Ley de Libertad Sexual, impone su precipitada y bisoña Ley sin aclarar, por ejemplo, cómo probar en un juzgado que sólo el “sí”, explícito y fehacientemente expresado, es “sí” en una relación sexual, íntima y normalmente sin testigos, muchas veces espontánea y esporádica, cuando lo natural es expresar el consentimiento de otras muchas formas, entre ellas, no poniendo resistencia alguna al mutuo deseo por parte de ambos y colaborando en la incentivación del mismo, por lo que parece que lo razonable y natural, siempre que los protagonistas estén en plenas facultades mentales y sin coacciones, debiera ser poner fin a la situación mediante un “no” rotundo por parte de cualquiera de ellos, bien al inicio del encuentro o durante el mismo para dejar bien claro hasta qué límites quiere llegar cada uno de los intervinientes. No en vano, ministros socialistas estallan contra Pablo Iglesias, quien, saliendo en defensa de su compañera Irene, culpa a Calvo de torpedearla y sugiere que el Ministro de Justicia es “machista”, acusándole de escudar su “machismo frustrado” en excusas técnicas sobre el texto, mientras los socialistas consideran que “la ley era una chapuza” y explican que la corrigen porque no tenía “fundamento”. Así las cosas, la guerra Calvo-Montero amenaza incluso la manifestación institucional del 8-M por el día de la mujer (a la que el PP se une este año con un manifiesto propio), pues la Vicepresidenta acudirá con su pancarta y el Ministerio de Igualdad aún no tiene agenda cerrada. Mal nace pues una necesaria ley, que debiera ser consensuada y pormenorizadamente estudiada (esperemos que se haga al menos durante su tramitación en el Congreso), para poner fin en el Código Penal a la actual difusa tipología de delitos sexuales que permite un exceso interpretativo por parte de los jueces, quienes pueden emitir sentencias escandalosas, como la del caso de la manada, en vez de embrollarlo más todavía con ese “sólo sí, es sí” que, para ser eficiente, probatoriamente hablando, requeriría de la presencia de un notario en los actos sexuales o la exigencia por parte de sus protagonistas de un expreso y previo consentimiento por escrito o fehacientemente expresado, salvo que se quiera dejar el asunto a la credibilidad o no por parte de los jueces de la palabra de uno u otro en un hipotético conflicto judicial, lo que haría aún más subjetiva la decisión de los magistrados, salvo que los denunciados aporten el acta notarial del consentimiento o la prueba material del mismo. Por lo demás, y a la espera de la tramitación parlamentaria, la Ley, que pone todo el acento en ese consentimiento expreso, elimina el abuso sexual como figura delictiva y contempla sólo el delito de agresión sexual (violación si hubiere penetración), elevando a tal categoría el acoso callejero incluso. Esperemos que, despojado de la carga demagógico-populista de Podemos sin reparar que una ley es algo mucho más serio que un eslogan callejero, como el famoso “sólo sí, es sí”, el necesario proyecto de Ley de Libertad Sexual llegue a buen puerto por el bien de todos, pues la lacra de la violencia machista en nuestra sociedad es ya insoportable.
            Y, hablando de cargas demagógicas y de Podemos, Pablo Iglesias, ya instalado cómodamente en la “casta” que quería eliminar, decide eliminar el tope salarial para cargos del partido, dejando en desuso el famoso “código ético” que les obligaba a eliminar duplicidad de cargos públicos o internos, a limitar mandatos o rechazar vehículos oficiales, y a un límite de sueldo equivalente al de tres salarios mínimos, debiendo donar el resto. Un código ético electoralista del famoso 15-M para ilusionar a gentes de buena voluntad que ahora queda en agua de borrajas, pues propone ampliar el límite de mandatos, aceptar vehículos oficiales si lo exige la seguridad y eliminar el límite de sueldos a tres SMI (ya instalado en la casta y en el poder…. ¡para que me valen!), sustituyéndolo por un sistema de porcentajes en función de responsabilidades con lo que donar todo lo que exceda de tres salarios mínimos queda como reliquia del pasado…..y lo más chocante es que Irene Montero, su compañera, lo justifica diciendo que con la subida del SMI ya había muchos que no tenían que donar el excedente. En fin, sin más comentarios.
            Por otro lado se desperdicia, una vez más, la urgente y necesaria redacción de una Ley de Educación consensuada al presentar la Ministra Celáa la octava ley educativa de nuestra democracia, lo que supone una media de duración y vigencia de menos de cinco años (casi una ley por Legislatura), echando por tierra la posibilidad del consenso PP-PSOE que se fraguó con el Ministro Gabilondo durante el Gobierno de Zapatero y que decayó por la convocatoria de nuevas elecciones. Increíblemente esta octava ley educativa nace, como las anteriores, sin consenso alguno por lo que su esperanza de vida se puede cifrar en el tiempo que falte para la nueva alternancia de Gobierno en España. ¿Es que no hemos aprendido nada? Y luego nos quejamos de los malos resultados educativos en nuestras aulas. La ya conocida como “ley Celáa”, que sustituirá a la “ley Wert”, entre las novedades que añade, aunque pendiente del debate parlamentario, reparte alumnos por “razones socioeconómicas”, permitiendo a las CCAA que obliguen a los colegios concertados a escolarizar a niños con pocos recursos para evitar guetos y rebaja las exigencias para el título de ESO y Bachillerato, permitiendo que se pueda obtener con asignaturas pendientes; Podemos, por su parte, ataca a la ministra por no retirar la financiación a la educación diferenciada por sexos. Una ley que en definitiva dará mucho que hablar sin lugar a dudas durante el debate parlamentario.
            En cuanto a asuntos económicos se refiere el Gobierno prepara otro zarpazo a las empresas con un nuevo decretazo que aumentará por la vía de urgencia un 2´8% la base máxima de cotización, que afectará a un millón de trabajadores con sueldos medios y altos; una medida recaudatoria que busca paliar el déficit desbocado de la Administración sin reducir el gasto público y amenaza con dificultar nuevas contrataciones en plena desaceleración. Por otro lado, en plena salida a la calle de los agricultores como medida de protesta, el ministro Luis Planas, manifiesta que “o logramos que el campo sea rentable o más de media España se vaciará” y advierte a Podemos, su socio en el Gobierno, de que su Ministerio debe llevar “la voz cantante” en las negociaciones, recordando que “sería ilegal” que el Gobierno fijase precios.
            Y en el tema catalán Junqueras sale de prisión para frenar a Puigdemont tras otorgarle la Generalitat la semilibertad para que ejerza como profesor asociado en una universidad durante tres días semanales, uniéndose así al club de los “indultados” por la puerta falsa, sin arrepentimiento alguno por los delitos cometidos; Junqueras podrá así buscar visibilidad en precampaña electoral tras el órdago de Perpiñán y seguir tutelando la negociación de ERC con el Gobierno español, mientras Fiscalía considera precipitada su puesta en libertad y se hace más visible el agravio comparativo con otros presos, quienes por delitos con penas menores que la suya se ven privados de semejantes privilegios carcelarios.
            Mientras tanto Sanidad extrema la vigilancia frente al virus en Torrejón, País Vasco y Málaga con contagios no identificados, reuniéndose el Ministerio con las CCAA para ver si adoptan medidas ante los brotes activos, pues preocupan los casos en los que sigue sin detectarse el origen del contagio. Un contagio que en España supera ya los doscientos casos y que sigue creciendo, al extremo de que Sanidad estudia ya limitar actos públicos en los focos del virus, mientras hospitales vascos aíslan a la plantilla y suspenden todas las prácticas y en Valencia se registra la primera muerte con coronavirus (un paciente que falleció el 13 de febrero de una neumonía y la necropsia confirma ahora que tenía el virus, sabiendo además que recientemente había viajado a Nepal). Con casi doscientos sanitarios en cuarentena en el País Vasco, Madrid y Andalucía, mientras el número de afectados asciende en España, Sanidad, aunque descarta una “explosión de casos”, pide que se dispute a puerta cerrada partidos con equipos que vienen de zonas de riesgo, como Italia, pues no tiene sentido que allí se juegue a puerta cerrada y aquí se permita la llegada masiva de aficionados sin control alguno.
            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Arrimadas demuestra su fuerza ante el Congreso de Ciudadanos al conseguir el apoyo de 277 delegados, un 78% del total, frente a 21 de su rival Francisco Igea; que Álvarez de Toledo hace estallar al PP contra Casado al arremeter contra la Sexta mientras su líder critica a Iglesias por atacar a los medios, los barones consideran que la portavoz “va por libre” una vez más, no la apoyan y defienden la libertad de expresión, pero Casado desoye al PP y la mantiene por miedo a Aznar; que Albert Rivera reaparece para informar de su incorporación a un prestigioso bufete de abogados como presidente ejecutivo del mismo, en su nueva vida “más feliz”; que Rajoy manifiesta que “no es bueno que los extremismos condicionen Gobiernos” durante un acto de precampaña gallega con Feijóo y Casado; que, según NCReport, la coalición PP-Cs deja fuera a Vox en Euskadi, pues el PNV obtendría el 36´9% de votos y entre 26-27 escaños, EHBildu 22´8% y 18-19, PSOE 13´7% y 11-12, PP-Cs 11´7% y 9-10, y UP 11´1% y 8-9; que el sector del automóvil pide ayuda a Sánchez para movilizar inversiones, pues necesita 54.000 millones para la transición eléctrica; que “la cohesión social en Ceuta está en peligro”, un verdadero drama a causa del cerrojazo de Marruecos tras la decisión de Rabat de poner fin al porteo; que Sandro Rosell, ex presidente del Barça, acusa a la policía de poner dinero en su armario para incriminarle, se querella contra la juez Lamela y reclamará al Estado más de 10 millones de euros; y que, mientras el nuncio del Papa exige al Gobierno español que no discrimine a la Iglesia (dice en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal que la Iglesia no busca “privilegios en la sociedad” pero tampoco acepta la “discriminación”), un cardenal afín al Papa, dialogante con el separatismo catalán y mediador en el “procés”, Juan José Omella, Obispo de Barcelona,  presidirá a los obispos españoles tras vencer al sector de Rouco Varela, por lo que sustituirá a Ricardo Blázquez como Presidente de la Conferencia Episcopal.
            Y del exterior, destacar que Italia destina 3.600 millones contra los efectos de la epidemia del coronavirus; que Salvini, líder de la Liga y exministro italiano, dice que quiere “una fuerza que represente la Europa de las patrias y los pueblos”; que Biden triunfa en Carolina y vuelve a la carrera demócrata en EEUU; que muere el nicaragüense Ernesto Cardenal, poeta y clave en la Teología de la Liberación;; que EEUU baja por sorpresa los tipos de interés para estimular la economía, respondiendo así a la epidemia de coronavirus con la mayor bajada de tipos desde la crisis, mientras el G-7 y los Bancos Centrales se disponen también a actuar frente al COVID-19; que Guaidó denuncia que Maduro le intenta asesinar tras haber recibido disparos su comitiva; que, según Nervis Villalobos, viceministro de Chávez, “los pagos a Morodo sólo se explican si hizo de lobista con el Gobierno de Zapatero” y añade “jamás escuché a alguien decir que Chávez quería dinero para él, era evidente que sus negocios estaban más orientados a la política”; que la OCDE advierte del riesgo de recesión en Europa por el coronavirus si éste no se frena, por lo que prepara un plan de ayudas a los afectados, pues asegura que habrá una caída entre el 0´5% y el 1´5% del PIB este año en la zona euro; y que en la frontera convulsa que separa Turquía de Grecia unos 15.000 refugiados quedan varados tras la estrategia turca de permitir el paso de los refugiados y la de los griegos de no permitir su entrada en la UE, que cierra filas con Grecia dándole las “gracias por ser nuestro escudo” mientras los refugiados, atrapados en un callejón sin salida, se lamentan: ”nos mintieron….¿por qué dijeron que la frontera estaba abierta?”.
Jorge Cremades Sena